Miradas

8.7K 718 32
                                    

Desde que salí ayer con Marc no lo volví a ver y eso me resultaba raro, porque normalmente siempre viene molestándome o pidiéndome algo, como la disculpa que le debo, cosa que no pienso hacer, así que se puede ir olvidando de eso. Estaba en el instituto junto a Amy y Tyler, estabamos sentados en la mesa del comedor esperando a Noa. Las tres primeras horas de clase, bueno para que mentir, no había nada de interesante en ellas, ya sabéis, profesores explicando y alumnos aburridos.

-¿Y Noa?- pregunto buscándolo entre toda la gente.

-Llegará de un momento a otro- dice Amy -Espero.

Entonces por la puerta apareció Noa, nos buscó con la mirada y al encontrarnos se acercó a la mesa. El chico rubio se sentó con nosotros y empezó a contarnos como le fue las clases. Después de un rato hablando, alguien se acercó a nuestra mesa.

-Hey- saluda alguien detrás de mí.

Yo me giré en la dirección de dónde vino la voz y me encontré con Marc. Este al verme me sonrió mientras que yo le miraba con cara de dónde se había metido en todo el día. Este acercó una silla ignorando mi mirada y sentándose en la mesa. Genial, ahora pasa de mi. Sus amigos también se acercaron e intentaron que se fuera con ellos a otra mesa, pero él no les hizo caso. Estos al ver que no se lo llevarían se sentaron también con nosotros.

-Hola- saluda el chico moreno un poco incómodo -¿De qué hablabais?

-De nada importante- le contesta Noa encogiéndose de hombros.

Esto era un poco incómodo y había algo de tensión, aunque no lo pareciera. Tyler fulminaban a Marc con la mirada por sentarse y este, que ni se inmutaba, miraba a su hermano con el entrecejo fruncido. Kyle suplicaba con la mirada a Marc para irse, pero él lo ignoraba. Yo en cambio recibía miradas asesinas de la rubia teñida, a la que le di con el balón en la cara, Amy la fulminaba a ella, mientras yo le agradecía e ignoraba las miradas asesinas.

-Creo que me he olvidado algo en la clase, ¿me acompaña alguien?- dije siendo la primera en hablar, desde que estabamos aquí sentados.

-Nosotros te acompañamos- dice Amy agarrando a Tyler -Noa, ven tú también.

-De acuerdo- dijo sin rechistar.

-Nos vemos- me despedí aún con la mirada de odio de la rubia teñida, en cambio, Marc miraba molesto a Tyler y Noa.

-Gracias- le dije a Amy.

-Gracias a ti amiga por sacarnos de allí- susurró ella -Estaba empezando a desesperarme.

-Lo que no me explico es qué hace sentándose Marc con nosotros, ni que fuesemos amigos de toda la vida- se queja Tyler.

-Es mi hermano, ¿quién lo entiende?- dice Noa sin comprender.

Después de la rara reunión en el comedor, me tocó compartir clases con la chica que me odia, qué bien, el mundo también me odia.

-¡Tú!- chilló una voz aguda.

Yo la ignoré hasta que la chica se puso delante de mi cortándome el paso.

-¿Quién te crees para ignorarme?- dice enfadda.

-Encantada, soy Lana- le dije con mi mejor sonrisa fingida.

-Bien por ti, yo Nina, la novia de Marc- contestó ella -Así que no te acerques a él, es mio, ¿me has entendido?

-No es mi culpa, díselo a él- le dije un poco molesta, en realidad era yo la primera que quería que se alejara o estaría en serios problemas.

-Aléjate de él- dijo ignorando mi respuesta.

-¡Él es el que se ha sentado con nosotros!- exploto -¡Yo no lo he invitado! ¡Lo ha hecho el mismo!

-¡No me levantes la voz!- chilló ella.

Cuando me di cuenta, las dos éramos el centro de atención de los demás estudiantes. Al parecer, estos nos miraban esperando alguna pelea o algo interesante. El profesor apareció abriéndose paso entre los jovenes para plantarse delante de nosotras.

-¡Estan castigadas por pelearse!- dijo el hombre con los brazos en jarra -¡Y los demás vuelvan a sus clases!

-Pero no es mi culpa- se quejó la loba con cara de niña buena.

-Me da igual, las dos estan castigadas, acompáñenme al despacho del director.

-Genial- murmuré fastidiada.

Las dos nos dirigimos con el profesor al desacho de director y al llegar, el hombre que nos castigo llamó a la puerta para después hacernos entrar.

-Veo que has hecho una nueva amiga de travesuras- dice TT, el director.

-No es mi amiga- le digo molesta.

-Señor Director- dice la rubia -Esta chica no sabe respetar lo que es de una.

-¿Vas a tratarlo como un objeto?- le digo incrédula.

-¿Y bien señoritas? ¿Qué objeto es?- pregunta el director interesado.

-No es un objeto, es una persona- le corrijo.

-Es mi novio- chilla la chica -Y ella me lo quiere quitar.

-Bueno y quién es el chico en cuestión para que nos ayude a solucionar el problema- dice el director como si esto fuera divertido, no me lo puedo creer, quiere que hagamos una escena de telenovela o qué.

-Marc...- dice ella.

-Marc Blackesley- le digo terminando por ella.

-Bien- dijo TT para levantarse y llamar al profesor que esperaba fuera.

Unos minutos después, alguien tocó la puerta y al abrirla apareció Marc. Este al entrar dirigió su mirada a mi y la chica a mi lado gruñó intentando llamar su atención.

-Nina, ¿por qué estás aquí?- dice confuso el chico al verla.

-Estas dos chica tienen un problema y creo que tú eres el único que puede solucionarlo- dice el director.

-Hola Director Turner, será un placer ayudarle en lo que pueda- dice el sonriendo.

-Llámame Tim, no hace falta tanta formalidad- le dijo -Bueno, el problema es que la Señorita Lowell dice ser su novia y que la Señorita Mitch te esta apartando de ella.

-Nina y yo no somos novios- dice volteando a verla, esta apartó la mirada de su Alpha.

-Me puedo ir, creo que sobro aquí- le digo al director.

-Quiero saber por qué la señorita Nina piensa que tú estas apartando a su "novio" de ella.

-Yo no lo estoy apartando- digo recibiendo una mirada de Nina -Es más, quiero que él se aleje de mi.

-¿Qué? ¿Por qué?- interviene Marc mirándome dolido al oír eso.

-Por razones personales, ahora si no os importa, creo que ya no me necesitáis- digo girando el pomo de la puerta para marcharme -Hasta luego TT.

Después de salir de allí dejando en claro que no quería a Marc cerca, algo en mi corazón se rompió. Se sentía vacio, solitario... como si faltase algo. Así que lo que hice fue irme a casa y comer, incluso me encerré en mi habitación con Félix.

La última brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora