Eran las siete de la tarde, y como era de costumbre, antes de una alfombra, la casa era toda una locura.
Entre que Ella quería jugar, las chicas tenían que prepararse y la pelea que continuaba entre ellas, parecía un campo minado.
-mami, por favor salta conmigo- exigía la bebe que estaba sobre la cama.
-amor ahora no, mami se tiene que preparar- le respondió Laura, quien tenía miles de manos sobre ella que la estaban alistando.
-mami, solo un rato- la pequeña hizo puchero.
En ese momento Taylor iba entrando en bata a la habitación, escuchando a la bebe.
-amor, ven conmigo, mami se está terminando de arreglar- dulcemente, la güera le extendió la mano.
-pero yo quiero jugar con mami-
-mami no puede en este momento, ven, ya te prepare la cena-
-¿son galletas de chocolate?- su mirada inocente se iluminó.
-¡claro que son! Acompañadas de un rico vaso de leche tibia-
-esta bien vamos- tomo su mano y se dirigieron a la puerta.
Mientras que Laura solo miraba todo por el reflejo del espejo, por fin su sueño se había vuelto realidad, todas esas fantasías que veían lejanas, ahora estaban a solo unos centímetros de ella, sabiendo que esto era ahora su realidad.
-señorita Prepon- el maquillista la regreso a la realidad
-oh, si ¿que sucede?-
-ya está, solo falta que se coloque su vestido- le sonrió
-muchas gracias- se miro al espejo- como siempre haciendo tu magia en mi rostro-
-no es gran cosa, de por si ya eres bella- le guiño el ojo, para después empezar a recoger su equipo.
-y hablando de magia- no quitaba la vista de sus brochas -veo que todo va mejorando en tu vida-
-así es, Charles, ahora todo está como siempre lo desee-
-¿que se siente?- la miro
-¿de que hablas?-
-si ¿que se siente que ahora esté como siempre deseaste?-
Laura suspiro y una enorme sonrisa apareció en sus labios -me siento realizada, por fin me siento completa-
-eso es bueno, baby, toda mujer merece ser feliz, y mas si se trata de ti, nena, o por su puesto de mi- dio una pose de diva, causando una risa en Laura
-exacto, tu y yo merecemos ser felices- se despidieron, y Charles salió de la habitación.
-Tay ¿donde está mi papá?- pregunto inocentemente Ella.
Taylor pensó un poco en que diría, tenía miedo en hablar de más, y que Laura se fuera a enojar, pero después recordó que también era su hija y podía tomar las decisiones que creía correctas para su educación.
-tu papá ya no va a vivir con nosotras, amor-
-¿con nosotras? ¿Eso significa que tu si vivirás aquí?-
-si, cariño, ahora si quieres, puedo ser como tu segunda mami- la pequeña de inmuto, estaba pensando mientras deleitaba sus galletas
-¿como te llamaré?-
-como tu quieras- levantó los hombros sin darle mucha importancia -puedo ser tu mamá, mami, madre, mami Tay....-
-mi mami es mamá, entonces tú serás mi mamá- este pensamiento confundió un poco a Tay, pero al mismo tiempo hizo que su corazón se derritiera.
-esta bien- le dio un beso en la frente
-¿como me vas a llamar?- volvió a preguntar
-¿como quieres que te llame-
La peque colocó su mano en el mentón y miró al horizonte, haciendo una perspectiva que estaba pensando
-puedes llamarme hija, si quieres- sonrió
