-ahora te toca hablar-
-bueno, yo....,, bueno..... quería proponerte...... y quería saber- por primera vez en toda su vida, las manos le temblaban.
-Laura, di lo que tengas que decir-
-bueno- tomo aire -quería saber si te gustaría vivir conmigo de nuevo-
-¿hablas en serio?- su semblante era serio, lo cual intimidó un poco a Laura, la cual solo movió la cabeza en forma de aceptación.
-Laura..... es lo que más deseo- la jalo para plantarle un beso en los labios.
-al fin podremos regresar a casa amor, pero ahora con nuestra bebé, nuestra anda Ella-
-no quiero regresar a esa casa, compremos una nueva, este es un capítulo nuevo para ambas, así que un escenario nuevo-
Tay pensó un poco -si, una casa nueva, con un cuarto grande para mi pequeña, un closet enorme para nosotras y con habitaciones grandes, para cuando las amigas de Ella se vayan a quedar, para cuando la pitufina se quede o Tasho, o alguna de las chicas, y para nuestros futuros hijos-
Ese último comentario le cayó como balde de agua helada a Laura, dejándola pálida
-¿futuros hijos?-
-si ¿no te gustaría que tuviéramos a más de uno, aparte de la bebe-
-si. Me gustaría.... solo que es muy pronto para pensar en tener más hijos ¿no crees?-
-la verdad, tú tuviste a Ella sin avisarme que era mi hija, y me perdí sus primeros años a causa de eso, me perdí tu embarazo y lo más importante su llegada, ahora quiero hacer bien las cosas, en donde una de las dos se embaracé de la otra, con el consentimiento, claro- bromeó
-estar al momento más crítico de su llegada y cargarlo, verlo crecer, dar sus primeros pasos, sus primeras palabras, llevarlo a la escuela- suspiro -¿no te gustaría?-
-solo si es contigo, me encantaría, y estoy segura que a Ella, le encantaría ser la hermana mayor-
-llegamos- aparcaron frente a la casa de Taylor
-¿te quedarás conmigo?- pregunto la güera, mordiéndose en labio
-siempre, al menos que ya no me quieras cerca, porque si es así, menos me alejare- le saco una risa a su novia.
-bien, vamos adentro- se tomaron de la mano para entrar.
El sol estaba en todo su apogeo, ya que pasaba de las diez de la mañana.
La pobre casa de Charlie estaba hecha todo un desastre, parecía que dio una fiesta universitaria.
Los vasos estaban regados por el suelo, los muebles fuera de su lugar, la cocina hecha un desastre, ya que a alguien se le ocurrió que será buena idea preparar a paella a mitad de la fiesta, el piso estaba bastante pegajoso por secciones, ceniceros a reventar de colillas y las botellas regadas por todos lados.
Con un poco de miedo, Charlie se levantó de su cama, había dormido entre Kate y Sarah, al salir vio todo el tirado, lamentándose a gritos.
-oye Lana ¡cállate! Te recuerdo que no todas tenemos veinticinco años, la cruda es más fea a esta edad- Sarah salió de mala manera.
-¿como quieres que me calme? Mira este tiradero- camino hasta la cocina, para abrir la única hoya que estaba sobre la mesa
-¿que pasó anoche?- saco un calcetín lleno de arroz.
