Annie:
Estaba escalando lo más rápido que podía Peter me esperaba arriba con una sonrisa, pero de repente cuando estaba ya en el marco le cambio la cara.
-Corre, corre- Me susurró con cara de susto.
La adrenalina corrió por mis venas y entré lo más rápido que sabía.
Ya estaba dentro y miré para ver quién era. Creo que era su hermano no sé. Me giré y me encontré con unos labios a los que reconocía perféctamente. Nos besamos con efusividad y añoranza. Poco a poco perdí mi mochila por el suelo y me encontré cogida por él como si fuera un koala. Odiaba que me cogieran pero en ese momento no estaba para abroncar a nadie.
Me separe un momento.
-Hola- Dije acalorada y volví a besarle.
-Te quiero- Dijo el besándome otra vez.
Me quedé rígida. "¡¿Qué?!".
Mis ojos se abrieron de golpe y sin querer le mordí el labio.
-¡Au!- Dijo el soltándome y chupándose el labio por si tenía sangre.
Justo ahí recapacitó lo que había dicho porque su cara se quedo blanca.
-Emm... yo...-Dijo tartamudeando.
Yo me senté en la cama a pensar, él a la ventana a respirar.
Peter:
¡Soy retrasado o qué respiro! ¡¿He dicho eso de verdad?!
Yo ni lo había pensado antes de decirlo y no sabía cómo la había sentado porque estaba sin palabra y yo tenía la cabeza echa un lio.
-Yo... no tengo excusa.- Dije rascándome la cabeza y mirando a mis pies desde la ventana.
Me quede ahí un rato a esperar alguna palabra de ella pero no la hubo.
Se acercó a mi y se metió entre mis brazos dándome la espalda.
-Sabes creo que ha sido la efusividad. No te disculpes. Lo dices como amigo.- Dijo ella con la voz rara como si ocultase algo.
Quise darla la vuelta y decirselo mirándola a los ojos pero... soy un cobarde.
Así que solo puse mi cabeza en su hombro acurrucándome en el hueco de su cuello y envolviéndola con mis brazos. Ella sonrió y yo como soy como soy, la mordí la oreja mala.
La discusión a susurros fue épica.
Con deciros que tuve que placarla para que no montase mucho escandalo, pero bueno son gajes de nuestra... ¿situación?
Al final, la tumbé en la alfombra y la besé para que se callase. Y lo hizo.
Prácticamente nos tiramos la tarde así y hablando del verano y de cosas importante como videojuegos y quedadas.
Siempre echaré de menos este momento. Mi mano en su vientre en silencio mientras ella intentaba esquivar mis miradas y al final la acababa obligando a mirarme sujetándola la barbilla.
Como podía existir ella en este mundo de gente tan... diferente a ella.
Tengo mucha suerte de tenerla, de veras que la tengo.
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A quién no le gustan las invasiones zombies
RomanceEsta es la secuela del libro "¿Diferente?Puede" en la que implica la vida de una de las personas más cercanas de la protagonista. Annie es la mejor amiga de Amy que se ve abordada por un chico en su vida amorosa. Annie le tiene que servir de conseje...