Y asi comenzó, en una tarde de...

236 2 1
                                    

Annie:
Amy es mi mejor amiga y quedamos en un italiano a cenar dado a que hacía bastante que no nos veiamos fuera del instituto. El restaurante estaba cerca de su casa, así que tuve que que coger el bus vestida con vestido negro gótico y unos tacones que me prestó Amy. Daba pena no conseguía moverme deprisa, bueno lo de moverse era relativo porque no se andar con esos zancos. No sé como Amy lo hace; es extraterrestre, está decidido.
Llegué a la parada y conseguí reptar hasta el restaurante. Amy me esperaba en la puerta con unos tacones más grandes que los mios y con un vestido negro de encaje entero.
-Annie hija tu que has hecho ¿ir andando a la pata coja? Es casi imposible llegar tan tarde- Dijo Amy risueña y cogiéndome del brazo para ayudarme a moverme."Gracias a Dios" dije para mis adentros.

-Pues mira la culpa no es mía es de tus zancos kilométricos que me has obligado a llevar- la contesté algo malhumorada pero sin ánimo de pelea.
-Sí vamos a cenar a un restaurante bonito hay que ir guapas ¿no crees?- dijo Amy abriendo la puerta y dejándome entrar.
-Si, si guapas...- dije yo por lo bajo.
Cogimos mesa, nos sentamos, pedimos y empecé a rogarle para que me contara su historia con el chico que conoció. Me gusta escuchar historias de amor aunque yo no haya vivido ninguna, pero bueno ya vendrá ¿no?
Después de mucho insistir Amy cedió.
-Vale, vale te lo cuento.
Empezó a narrarme todo desde el día que quedaron, los besos que se dieron, algunas citas, algunas tonterías suyas, el día que le pidió salir... Se le iluminaban los ojos cada vez que recordaba un nuevo recuerdo. Yo exageraba mis actos como siempre para hacerla reir. Ponía caras de puchero, de envidia amistosa. "Esto si que es poner los dientes largos". Era un amor perfecto para ella; me alegraba mucho por ella pero la verdad me daba algo de pena, yo también quería una cosa así.
Me puse, para picarla, a recrear escenas de ellos dos; ella solo se reÍa de mis tonterías.
-¿Cómo puedes ser tan mala amiga de ocultarle historias de amor a tu mejor amiga? Eres malvada.- Le repliqué.
-Bueno pero te lo he contado y el helado por el parque lo pago yo así que ...-Me contestó en forma de excusa.
- Cuenta zanjada, bueno ¿nos vamos? Me apetece helado- dije riéndome.
Salimos a dar una vuelta y nos estuvimos riendo sobre las pintas de muñequitas que teniamos a la vez que haciendo bromas sobre cosas sin venir a cuento de nada.
Caminamos hasta que nos cansamos de los tacones y nos sentamos en un banco. Amy se empezó a poner nerviosa no sé por qué pero poco tardamos en irnos a casa.
Al entrar en la habitación de Amy, en lo primero en lo que me fijé fue en un corcho con fotos de ella y su chico."¡Arg! ¡Que envidia! Pero la quiero igual"
- Hay dios quiero comermelo que mono, que monos ... Es todo tan ustifantástico.-dije mirando cada una de las fotos y utilizando una expresión que solo Amy y yo utilizamos (o eso creo).
Se empezó a reir bajito dado a que sus padres ya estaban durmiendo, por lo que pensamos.
-¿Nos ponemos una película Annie?
-Echo
-¿Cuál?
- Bienvenidos a zombieland o los juegos del hambre o un zombie adolescente.
-Búscalas y la primera que encuentres la pones.
Acabamos viendo los juegos del hambre y la verdad no pude contenerme a soltar comentarios sobre Peeta; era tan mono. Todo el mundo era mono; Amy y su chico, el amor imposible de Peeta y Katniss...
- Yo quiero un Peeta en mi vida- dije con una cara indescriptible.
No llegué a acabar la película me quedé dormida antes.
Por la mañana, nos levantamos, desayunamos y le rogué conocer a Caleb, quería verles en acción.Sí no podía tener novio pues entonces tendría una película, me reí por dentro solo por mi respuesta. Ella llamó a Caleb para comentárselo.
-Buenos días princesa.- oí decir por el teléfono.
-Buenos días a tí también cielo. Tienes que hacerme un favor, tienes que traer a un amigo a la quedada de esta tarde.- dijo ella algo avergonzada.
Yo estaba espectante con una mini sonrisa de tonta rezando que el chico pudiera venir, aunque también pinchando a Amy porque sino no es divertido.
- ¿Es estríctamente necesario?- comentó el con la voz un poco rara.
-Sí, sí no quieres tener a Katniss Everdeen apuntándote con su arco detrás de la oreja- dijo riendo Amy y yo puse cara de indignada y la pegué en el brazo pero me pareció una buena salida así que sonreí.
- Vale, vale ¿salimos a cenar?
- Claro- dijo Amy sonriendo como una enamorada.
-Me encanta cuando sonries y no te veo así me dan más ganas de verte.- dijo el con un tono meloso.
Se me abrió la boca de par en par. Dios mio que bonito y que ... no tengo palabras. Amy me miró y le cortó el rollo.
- No digas tonterías que está el manos libres.- dijo Amy poniéndose roja y escondiendo su cara entre sus manos. "Que tonta..." pensé pero bueno es normal portarse así.
Yo lo único que hice fue darla codazos y picarla haciendo gestos y señas. Soy mala a veces ¿Verdad?
- Upss, mmm te dejo, besos.- dijo él avergonzado y apurado.

Peter:
Estaba en casa haciendo nada.Ver la televisión y comiéndome un sandwich de nutella. Me acababa casi de levantar y nunca antes me habían parecido tan divertidos los dibujos animados como ahora. Me aburría y bastante y no me apetecía sacar la play al salón. Según terminé me fuí a la cocina, di un beso a mi madre que parecía que se había peleado con la almohada por los pelos que tenía y me fuí a mi habitación.
Según abro veo a mi hermano revolviendo los cajones de ropa interior.
-¿Pero tú qué haces tio feo?- Dije con un poquito así como de mala leche.
-Necesito condones porque a mí se me han acabado- Dijo triunfante y como sí eso fuera suficiente justificación.
-Chico no mojas, lo sé; a ti se te han caducado y sí no te importa deja de buscar porque no hay. Y vete por la puerta subnormal.- Dije intentando calmarme para no cogerle y matarle.
- Sin faltar que aquí el guapo soy yo y sí pincho.-Dijo con suficiencia.
Este niño es tonto no, subnormal.
Mi hermano salió y sonó mi teléfono. Le empujé cerré la puerta y lo cogí.
-¿Peter?-Escuché.
-¡Caleb! Cuanto tiempo sin saber de ti.- Dije animado.
-Sí lo sé he estado ocupado.- Dijo excusándose.
- Ya, ya, ahora se llama así ¿no?

-Vale, me has pillado y necesito que vengas esta tarde conmigo ella y una amiga suya.
-¿Cita doble?- Dije divertido.
- ¿Existe ese término?
"Pobre Caleb no ha salido al estanque de mi sabiduría en parejas y términos" pensé para mis adentros riéndome.
- Vale, voy. ¿A qué hora me paso por tu casa y cómo tengo que ir?
- Normal, supongo, no creo que ellas se arreglen mucho más de lo que se suelen arreglar y a las seis.

-Okey. Te veo y me cuentas como pierdes tú tiempo - Dije riendo mientras el colgaba ri3ndose.
Bueno llegó la hora de prepararse todo.

A quién no le gustan las invasiones zombiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora