Al Blanco

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Al otro lado me encontré con uno de los lugares más tenebrosos que había visto en toda mi vida. Parecía un laboratorio, pero en cada una de las mesas había cosas extrañas, partes de animales y algunos objetos intimidantes que de verdad no quería descubrir que eran. También había objetos que me recordaban a una sala de cirugía.

Al otro lado de la estancia podía observar dos puertas, una era de color gris y tenía grandes zarpazos parecidos a los de un tigre, la otra estaba del otro lado y era totalmente blanca como el resto del edificio. De la puerta gris empecé a escuchar un gruñido, sonaba gutural y la verdad parecía hostil. La puerta de metal tenía una pequeña ventana y estaba cubierta por unos barrotes de plomo. Me acerque para poder ver que estaba del otro lado. Lo que vi me dejó totalmente paralizado. Del otro lado había una criatura que nunca había visto en mi vida. El animal era una mezcla muy rara su cuerpo y cabeza eran de león pero su lengua era bífida como la de una serpiente, tenía dos grandes alas que parecían de murciélago, sus patas delanteras eran las garras de un león pero las traseras eran como las patas de un caballo y en vez de cola salía una serpiente que se movía con total libertad, parecía que tuviera mente propia. Me resbale y se generó un sonido ensordecedor. Una voz habló.

-Maldita sea, ¿quién está ahí? ¿será uno de esos inútiles ángeles? Vengan, vengan o es que le tienen miedo al viejo Timore. No se supone que son perfectos, esperen a que escape de aquí, puede que no nos podemos matar pero disfrutare mucho cortar esas alas una y otra vez- dijo la criatura con total odio hacia los ángeles.

A pesar de su tono hostil volví a mostrar mi cara y trate de hablarle.

-No soy un ángel, soy Dylan un viajero, ¿Quién eres tú?-

-¿Dylan? Ese nombre no lo recuerdo.-dijo la criatura -Mi nombre es Timore El Terror. Soy uno de los trece príncipes del Lakko Tenebris creado por el dios Thanatos para controlar el terror en el Lakko Tenebris. Ahora que me he presentado ¿qué tipo de viajero eres y qué haces en el territorio de los ángeles? Debes ser su aliado, de ninguna otra forma podrías haber entrado y por eso te daré una muerte dolorosa, a menos que lo que digas logré convencerme.-

El miedo empezó a correr por mi cuerpo. Sabía que entre nosotros había una gran puerta pero no sabía qué poder podría tener la criatura y eso me causaba terror ¿o era algo más? No estaba seguro pero sabía que tenía poco tiempo antes de que Timore tomará una decisión.

-Mi nombre es Dylan y soy un tenebris. No conozco a ningún ángel solo vine aquí a buscar a mi novia, algo me está escondiendo y vino aquí.- lo dije con el tono más convincente que pude.

Timore se levantó y su cabeza de serpiente se fue acercando lentamente hacia los barrotes. Yo intenté alejarme pero el movimiento de la serpiente era hipnótico y de algún modo me había quedado paralizado. La serpiente me miro a los ojos y los de ella empezaron a brillar. Nos quedamos de este modo por unos segundo y después la serpiente se alejó.

-Hablas con sinceridad viajero, además veo que no entiendes este mundo y eres ingenuo. Te dejaré vivir con una condición. Déjame salir.-

Al escuchar esto me empecé a voltear con la idea de alejarme, pero solo había un pozo enorme que no parecía tener fin y no pude avanzar.

-¿Creías qué te podrías alejar así de fácil? puede que no pueda salir de esta jaula pero mi capacidad para producir miedo sigue intacta viajero. Déjame salir y te ayudaré a encontrar lo que buscas. Pero si te rehusás haré que tus peores pesadillas se vuelvan realidad y tendrás que perder la vida para escapar-

Las amenazas de Timore surtieron efecto en mí o tal vez era su poder para causar miedo.

Me volteé y vi el cerrojo de la puerta que era de plomo pero al intentar tocarlo estaba al rojo vivo. Retire la mano rápidamente, se me ocurrió una mejor idea. Cogí una de las flechas y la empecé a pasar por el filo de la puerta para poder encontrar como abrirla, escuche un clic y con esto la puerta se abrió. Timore se levantó, bostezó y se estiró. Empezó a caminar hacia mi y se sentó enfrente mío.

-Gracias Dylan, los ángeles no son tan buenos como parecen. En recompensa por tu ayuda y por tu generosidad te deberé un favor.- La criatura habló de una forma tranquila y eso me puso más nervioso.

-¿Por qué estabas encerrado?- fue lo único que se ocurrió responder

-GRRRRRR no te incumbe viajero- gruñó Timore

Me aleje un poco pues tenía miedo que la criatura me hiciera algo. Pero Timore no cambió su posición la verdad parecía que estuviera esperando algo más.

-¿Qué pasa? ¿Por qué no te vas?- le pregunté a Timore.

-Estoy esperando a pagar mi deuda, puede que sea un príncipe del Lakko Tenebris pero respeto un código. No me iré hasta que mi deuda sea pagada.-

-En ese caso ¿sabes cómo puedo encontrar a mi novia?-

-Claro viajero es muy sencillo, pídeme el favor-

-¿Podrías ayudarme a buscar a Nicole?-

Timore se paró y yo me corrí hacia un lado. Él empezó a caminar hacia la puerta por la cual yo había entrado pero en vez de usarla, empujó un pedazo de pared y esta se abrió. Timore entro por ahí y yo lo seguí. Era un pasillo oscuro en el cual no se podía ver nada, solo podía sentir el siseo de las alas de la criatura. Al final del pasillo podía ver una luz.Fuimos hacia ella.

Cuando llegamos al otro lado había un bosque muy frondoso. Los árboles se extendían hasta donde llegaba la mirada y el canto de los pájaros era ensordecedor. La vista era impresionante, al voltear pude ver a Nicole. Estaba de espaldas y la podía escuchar llorar. Timore la señaló con una de sus patas y yo asentí con la cabeza. Timore se sentó pero yo no estaba pensando en él. Me acerqué a Nicole y le toqué el hombro. Ella se volteó y vi sus lágrimas bajar por sus mejillas.

SombrasWhere stories live. Discover now