37.

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-Por favor pequeña no acabes con mi paciencia, mira se que me equivoque, no debi haberte dicho nada de lo que te dije ayer pero entiende que me estaba muriendo de los celos y la sola idea de que puedas llegar a algo con ese ldiota hace que me hierva la sangre- yo solte una carcajada carente de humor.

-¿Y le parece correcto haberme tratado así solo por esos celos tan adsurdos? ¿tiene alguna idea de como me sentí cuando me dijo todas esas cosas horribles?- quería olvidar todo y estar bien con el pero honestamente no podía.

-Por favor pequeña perdoname, se que mi estupidez no tiene justificacion pero quiero que me perdones y que estemos como antes- no se porque pero sus palabras me hacían enojar.

La verdad es que yo quería lo mismo pero que el me lo dijera así me hacía sentir más que molesta, después de unos segundos de estar en completo silencio solté un suspiro y pase una mano por mi cabello, había tomado una decisión y solo esperaba no flaquear ante el.

-Señor de verdad lo siento pero creo que usted quiere que me haga la ldiota ante esta situación y si lo hago ahorita creo que usted se acostumbrara a que eso pase siempre y yo no puedo permitir eso, a partir de este momento usted y yo nos trataremos como si nada hubiera pasado, nuestra relación será estrictamente solo de trabajo y le agradeceria que usted respetara mi decisión- dije tratando de sonar sería ya que algo en mi me hacía sentir triste por decir esas palabras.

-¿No puedes tirar a la basura tu orgullo por mi?- dijo mientras me miraba con el ceño fruncido.

-No es orgullo señor, simple y sencillamente ya me canse de esta situación- este soltó un pequeño grito.

-¿Porque yo siempre tengo que seder por ti y tu no puedes dejar tu orgullo de lado por mi?- ya vamos a empezar a pelear otra vez, pense.

-Por favor señor, no quiero discutir con usted- este se frotó la cara en señal de desesperación y de repente me tomo fuertemente de los brazos sin llegar a lastimarme.

-¿Que acaso no ves que yo tampoco quiero discutir contigo?, pero eres tan testaruda que solo quieres buscar motivos para que me enfade- intente liberarme de su agarre pero este no me soltó.

-Yo no estoy buscando eso señor, usted es el que busca pelea porque no quiere aceptar mi desicion- vi sus ojos y estos habían cambiado a un color más oscuro.

-Me niego a aceptar semejante cosa, que acaso no entiendes que me importas demasiado y te quiero conmigo, piensalo bien pequeña en otro momento yo habría respetado esa decisión y aquí no paso nada pero de verdad me importas- yo solté un suspiro ya que en cierta parte el estaba diciendo la verdad pero algo dentro de mi me decia que si sedia terminariamos mal.

Estuvimos en silencio a mi parecer una eternidad cuando de repente este soltó su agarre para después subir sus manos a mis mejillas y cuando menos me lo espere este junto nuestros labios, al principio no se lo seguí pero como siempre mi estúpido corazón que había empezado a desarrollar ciertos sentimientos por Bill me hizo seder y empecé a besarlo con sumó cuidado, subi mis manos hasta su cuello y lo pegue más a mi, al principio era un beso tierno pero poco a poco se fue convirtiéndo en un beso más salvaje lleno de necesidad y pasión, Bill bajo sus manos delicadamente hasta mi cintura y empezó a dar pequeñas caricias en esta, yo baje mis manos de su cuello y las metí por debajo de su camiseta para empezar a bajarlas hasta su abdomen, después de unos segundos Bill empezo a alzar mi blusa a lo cual yo alze los brazos para que el la pudiera quitar completamente, en cuanto esta estuvo afuera Bill la tiro al suelo y siguió besándome con mucha desesperación, baje mis manos hasta el dobladillo de su camisa y empeze a sacarla lentamente hasta que estuvo completamente afuera, nos separamos un poco y automáticamente mi mirada bajo a su abdomen y me quede como boba observando.

Mi Odioso Jefe (Bill Skarsgard Y Tu) Segunda TemporadaWhere stories live. Discover now