La Importancia [Hunhan]

quince(final)

— Eres un maldito —escucha como lo dice con cizaña.

Luhan voltea para dar con el rostro inexpresivo de Sehun, quien inesperadamente se acerca lo suficiente para tener la completa visión en sus ojos.

— ¿Puedes verlo en mis ojos Luhan? —le dice con seriedad— ¿Lo mucho que te odio?

Luhan retrocede.

Pero Sehun no parece estar dispuesto a parar, pues se acerca hasta que ambos se están en medio de la recepción.

— Han pasado varios días, días en los que pienso en todo lo que hicimos, lo que me obligaste a hacer y lo único que siento es odio —suelta con asco— desprecio por el tipo de persona en la que me has convertido —ríe al notar el semblante confundido en el otro— ¿Pero tú no lo sabes no? Como tampoco yo sé la razón por la que estoy aquí aun después de decir que te odio, como la razón por la que alguien que te odia podría querer que lo sepas, la que me obliga a buscarte a pesar de maldecirte.

El pelicastaño traga grueso sin saber que esperar.

Sehun aparta la mirada y ríe— ¿Acaso no es obvio a este punto? No importa cuánto me diga que me eres indiferente, no importa cuánto me diga que te odio por hacerme esto, porque todo sigue igual, porque a pesar de todo —vuelve la mirada al otro— Al final no puedo y muy dentro de mí, sé que no volveré a ser el mismo.

Por primera vez, Luhan puede ver algo como la debilidad y vulnerabilidad en los ojos de Sehun.

— Tus ojos me dicen que estas entendiendo lo que estoy tratando de decirte —el peliblanco aparta la mirada con evidente vergüenza— Nunca me ha gustado nadie, eres la primera persona que me gusta, la primera con la que me siento cómodo y la primera de la que creo estar e-ena...morado.. —se frota el cabello nervioso— Quería decir más, llevo mucho tiempo intentando soltarlo todo pero en cada ocasión mi mente se queda en blanco, aunque en esta ocasión logré decir algo yo...

Luhan lo agarra de ambas mejillas para darle un beso dejando al otro aturdido, y luego hecho un manojo de nervios y vergüenza.

— No necesitas decir más.

Como en anteriores ocasiones, a Sehun le cuesta mantener el contacto visual, pero cuando se fuerza a hacerlo, asiente con lentitud regalándole una pequeña sonrisa apenada.

— Lo siento, no... estoy muy acostumbrado a... esto...

—Pero planeas cambiar esa costumbre ¿no?

Sehun aparta la mirada.

Y Luhan ríe.

— Voy a darte otra oportunidad Hun —le susurra— Y algo me da la certeza de que esto durará.