Capítulo 45| No en mi boda

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Aquí estamos frente a la casa de Emma esperando para entrar a ver a Jayden que estaba en la casa visitando a Maya. Aileen sostenía mi mano entrelazada con la suya si no fuera por ella estaría temblando de miedo. Esto se ve mal, Damián Passion temblando de miedo porque está a punto de ver a su hermano mayor. Las palabras que le diría a mi hermano aún no las tenía claras, todo en mi cabeza parecía una ensalada muy revuelta de cosas.

—Entremos —tiro de mi mano para que comenzara a caminar y esa traba que me mantenía aferrado al suelo se rompió. Todo cuando estoy con Aileen es fácil incluso enfrentar a los muertos de mi pasado. Mi princesa del rayo llegó para abrir mi armario y volarlo en mil pedazos sacando al sol mis muertos dejándome respirar. Algo que no hacía bien desde hace mucho tiempo.

El timbre de la casa resonó causándome un mayor miedo, mi pie derecho comenzó a moverse con insistencia a un ritmo acelerado golpeando la suela contra la madera de aquel porche. Lentamente, la puerta se abrió y tras ella apareció Emma con una dulce sonrisa hacia Aileen.

—Los estábamos esperando —la puerta se abrió más dejándonos pasar a la pintoresca casa donde antes detestaba venir porque veía sufrir a Aileen. Ingresando en la casa nos adentramos a la sala donde se podía ver en el sillón una cabellera castaña de espalda a nosotros hablar con Maya y Adam.

—Llegaron Aileen y Damián —aviso Emma caminando hacia los sillones sentándose al lado de su novio. Mi princesa la siguió y nos acomodamos en uno de los sillones libres y ahí pude ver a mi hermano observarme. Hacía tantos años que no lo veía, que se me hacía difícil asimilar que esto no era un sueño sino la realidad.

—Es un placer Jayden conocerte en una situación donde no planeas matarme —saludo Aileen sacando unas risas de parte de sus amigos y de la novia de mi hermano. Jayden sonrió de lado soltando una tímida risa, pero en ningún momento apartó su mirada de mí.

—Siento lo que pasó antes es que estabas lastimando a mi novia y ya sabes siempre la defenderé —el ambiente estaba algo tenso, Aileen a mi lado apretó ligeramente mi mano para que argumentara algo, pero no pude.

—Escuche que te casas en una semana Dam —su última palabra me relajo un poco Dam era el seudónimo cariñoso con que mi hermano me llamaba de pequeño. Esto me dio confianza para hablarle a mi hermano que esperaba mi respuesta con ciertas ansias.

—Sí, veníamos a traerles la invitación, Aileen pensó que sería lindo entregarla en persona —mi prometida tomó su bolso y sacó de este un sobre dorado con un moño en el centro. Entregándome uno y tomando otro para dárselo a sus amigos que tomaron el sobre abriéndolo de inmediato. Tomando una bocanada de aire me puse de pie dando unos pasos hacia mi hermano que también se levantó. Bajo la atenta mirada de todos le entregó el sobre que tomó apenas sonriendo. Golpeó ligeramente el sobre contra una de sus manos y me abrazó pasando un brazo por mi hombro y acercándome contra él apenas. Cerré mis ojos abrazándolo de una forma que no quedáramos ninguno de los dos incómodos. —Lo siento Jay —apenas me aparté de él que golpeó mi cabeza con unas palmaditas.

—Eres mi pequeño hermanito, no puedo estar toda mi vida enojado contigo Dam —Aileen se acercó a mí tomando mi brazo que sintió una pequeña descarga. Pase mi brazo por sus hombros acercándola a mí viendo su angelical rostro sonreír.

—Gracias rayito —susurré contra sus labios aprisionándolos contra los míos en un ligero beso.

—Gracias rayito —susurré contra sus labios aprisionándolos contra los míos en un ligero beso

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La hija de Zeus y Hera [1.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora