Dreams come true

Pack de siete

Punto de vista de Miri

-de hecho, creo que ya están aquí-dice ella rascando su cabeza nerviosa.

-voy yo-digo y me acerco abrir la puerta.

Siete pares de ojos me observan curiosos, oh dios lo que ganan en persona, es decir en la pantalla se aprecia lo guapos que son pero dios en persona dejan sin aliento.

-esto hola, entrad por favor-digo y les sonrío.

Hay dos muy serios en cambio el resto están sonriendo.

Entran y las chicas se quedan embobadas.

-Tamy procede-digo yo tosiendo falsamente.

-ah sí, bienvenidos soy Tamy, ella es Laura y la borde que os abrió es Miriam-dice y me fulmina con la mirada.

-presente-digo seca.

-hola soy B.I. el líder encantado-dice y nos saluda.

Se presentan casitodos, excepto el dúo de serios.

B.I. le da un codazo a uno de ellos, creo que se llama Bobby y el otro por lo que entendí es Ju-ne.

Se presentan muy secos.

-vaya creo que no soy la única borde-digo en voz baja.

-Miriam-me riñe Tamy.

-lo que digas unni querida-digo y giro los ojos.

Alguien llama a la puerta, mierda es Tae.

-hey baby-dice y me besa.

-pasa anda que tengo novedades y vienen en pack de siete-digo y le sonrío.

Entra, se les queda mirando un rato y luego me mira a mi esperando una explicación.

Lau se ríe al la expresión de desconcierto de Tae.

-Tamy te lo va a explicar-digo y señalo a Tamy.

Ella se lleva a Tae y le explica todo.

-bueno podéis dejar vuestras cosas, en las habitaciones de invitados que os indicará Lau-les digo y ella los guia.

Salgo al balcón y me encierro un cigarro.

Extraño los momentos de balcón con Yoongi, pienso para mi misma.

Alguien aparece detrás y me abraza por la cintura.

Es Tae, esa colonia la reconozco a miles de quilometros.

-¿que opinas?-le pregunto intrigada.

-pues que tienes buen culo-dice pícaro.

-lo sé pero ahora en serio-digo y me giro.

-no me hace gracia tanto chico merodeando por aquí pero es lo que hay, no es mi casa y no puedo hacerle nada-dice y me besa.

-entiendo, quédate hoy a dormir-le digo y empiezo a besar su cuello.

-sabes que es mi punto débil, no seas mala-dice y yo sigo besando su cuello.

-lo sé y me encanta-digo y sonrío.

Gruñe y noto toda su erección.

-vamos a mi habitación-le susurro al oído.

-no lo digas dos veces-dice y me lleva a la habitación agarrada en posición del koala.

Se tumba en la cama con la camisa abierta y yo succiono hasta llegar a la V.

Le desabrocho el pantalón y la taeconda sale de su escondite.