La Orden de Losty

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Me enamoré.

Y no fue de él. 

Es el indicado. No hay duda.

Estoy a punto de terminar el mes de enero, y sí, han pasado muchas cosas. Demasiadas diría yo.

Actualmente tengo pareja, y a su lado me atrevo a decir que soy la persona más feliz del mundo.

Todo empezó de manera  cordial e inesperada, hablabamos por mensaje, como en ocasiones anteriores. No esperaba nada a cambio, sólo es un amigo más. O por lo menos eso pensaba, hasta que sin darme cuenta esperaba sus mensajes, me agradaba mucho hablar con el, no era lo mismo que con la mayoría, podía responder quizás después de un rato y aún así estaría... de alguna forma, conectada con el, nada distinto, lo normal, lo que uno hace cuando quiere hablar con la persona que le gusta. 🌻

Dicen que los mejores momentos no tienen fotografías, porque no hubo tiempo de tomarlas, por el simple hecho de haber vivido lo máximo en ese instante. Y es que es cierto. Yo no tengo foto del momento exacto en que lo conocí. Ni si quiera recuerdo con detalle cómo fue qué pasó. 

Ya conocía la historia a la que estaba destinada a llegar desde que mi última relación fracasó (qué bueno). Al principio todo es miradas, risas, tartamudeos por parte mía, alguna escena cliché y fin del asunto. No pasaba a más. Pensé que así sería, hasta el fin de los tiempos en los que hiciera alguna fiesta o reunión con familiares y amigos y me descubrieran viviendo con 3 gatos y 2 perros. Pero no fue así. 

De un tiempo para acá alguna vez me dijeron: que aburrido escuchar la misma música. Y bueno, en cierto punto, es cierto. Siempre me ha gustado la mayoría de la música, y seguiría buscando más por lo que comencé con las primeras bandas que escuchaba, y de la nada salió un título que me llamó la atención, derivada de una banda que escuchaba, y se volvió de mis favoritas. Al cabo de 2 semanas ya había escuchado algunas de las  canciones de ese artista. 

Le gustaba la misma banda que a mí, de eso no había duda, algunos gustos eran similares y hasta donde sabía tenía novia, en un principio no me había llamado tanto la atención, tanto el como yo éramos de pocas palabras. Algunos meses atrás me había solidarizado con el para algún día salir. Nunca pasó.

De alguna manera mi vida había cambiado y me sentía con más ganas de hacer de todo, inclusive habría de salir con viejos amigos a los que muchas veces les rechacé la salida, sin embargo, el karma existe y me tocaba a mí ser la "no voy a poder" "tengo un compromiso" "lo siento". No había problema, me merecía eso, y más. 

Quería saber también de mis demás compañeros y amigos, cambié los apodos en messenger para iniciar la onversación con un recuerdo agradable. Recibí respuesta de dos. 

Mientras tanto yo seguía compartiendo mi tiempo de los sábados con mi 2do mayor acosador en un curso. Tiempo después todo se estremeció. En más de una ocasión había coincidido con los pensamientos y sentimientos de el. Seguíamos hablando, a distintas horas, a distintos plazos de tiempo, pero con la naturalidad más normal del mundo. 

Sabía cómo tratar a una chica, de eso estaba más que segura, pero yo tenía una ventaja: recordaba la mayoría de cosas que alguna vez me contó, y así es con la mayoría. pero me servía de experiencia y sabía cómo tratar. Aunque fuera alguien nuevo y desconocido, sentía que era especial, y si de algo me iba a decepcionar era de no haberlo tratado como tal. 

Entre broma y broma, lo pensé día y noche, quería conocerlo más, saber sus gustos y hasta sus disgustos. Me sentía muy feliz. 

Al cabo de una semana, sí, de una semana, sabía que no era el chico del montón, que era especial y singular a su manera "no era como todos". Quedamos para una salida, la cual agendé con anticipación, no quería una salida inesperada, mucho menos un "no puedo" por respuesta, y al parecer el tampoco, al parecer algo empezaba a congeniar entre los dos. 

Algo sucedía entre nosotros dos que era distinto con el que me gustaba anteriormente. Además de que el que me gustaba ya tenía novia. Desgarrante noticia para mis amigas y demás personas apreciadas que me emparejaban con él. Pero para mí fue una noticia gratificante, ya tenía a alguien más en mente, y que de verdad valía mucho y no qureía dejar ir tan fácil. 

Así pasaron los días, no le conté a nadie a detalle sobre lo que pasaba, lo contaba de una manera tan superficial que no imaginarían el impacto que tendría esa persona conmigo. No quería más ships rotos, escenas clichés ni nada por el estilo. Quería algo estable, algo tranquilo, lo más lindo que se pudieran imaginar. Y así fue. 

Pasó todo tan rápido. Ya éramos novios. ¡Joder, qué emoción!

Lo vería al día siguiente. Y así sucedió. Llegué más temprano de lo pensado, no quería llegar, sentía que ya estaría ahí esperando, pero los nervios me comían. Era algo así como tener una cita a ciegas, se enamoran por internet, se citan, descubres que no es Shawn Mendes y terminas en la cajuela de un auto. No estaba tan preparada, pero tampoco podía dejarlo plantado.

Estando allá creí por un momento no aguantar la emoción y llorar, así que traté de disimular y miré el celular, el cual por cierto es una basura que prende y se reinició.

Prendí los datos y me metí al chat. Activo(a) hace un min.

¿Qué? ¿Cómo es po...?
-¡Bu! 
¡Ay!

Sí, llegó a espantarme. Mi gran amor llegó a eso la primer cita.