12. ¡¿Porristas?!

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Sebas

–¡Vivi!¿Donde estas? Tengo hambre– le grito a mi desaparecida hermana.

Todos estamos como locos buscándola, digo buscándolas ya que las otras dos tampoco aparecen.

Pero Vivi es la mas importante, la cocinera volvió a renunciar y no hay quien prepare el desayuno.

–¡Sebastian!– me gritan desde el piso de abajo y corro allí.

Al llegar están todos con caras de idiotas viendo por la ventana que da al jardín.

–Mira– ordena Derek señalando un punto específico. Al verlo quedo con la boca abierta.

Cristián

–Y uno...dos...tr-res...cua-atro...te od-dio...los o-od-dio– dice Vivi con la respiración entrecortada.

¡Valla que le falta forma! antes podía llegar a las 100 abdominales sin quejarse, ahora no puede ni con 50.

–¡Ya basta! Ahora quiero ver los mortales hacia atras– ordena Val ganándose una mirada asesina por parte de sus hermanas.

Ellas odian esos saltos. Pero aun así los pueden hacer a la perfección, al igual que todos los movimientos de gimnasia. 

–¡Perfectas chicas!– las felicito al ver sus saltos, lo hacen de manera perfecta –¡Es todo por hoy!–

Vivi

–¡Por fin!– grito al cielo cuando Cris dice que acabamos por hoy.

No es que no me guste hacer ejercicio pero... levantarse desde las 5 am, tomar solo un feo licuado de proteína, darle 3 vueltas al parque, 25 pesas, 50 sentadillas, lagartijas y abdominales, y además saltos de gimnasia ¡Es un exceso!. 

Y todo gracias a que al trio de imbéciles se les ocurrió aceptar una pelea donde todos estamos. Ellos saben que no me gusta pelear pero aun así me metieron. Y lo peor es que Cris se obsesiona con el entrenamiento.

Apenas entro a la casa me encuentro con unas caras bastante asombradas, cuando estoy a nada de preguntar que pasa lo pienso mejor y subo rápido a mi habitación a darme una ducha.

Me baño lo mas rápido posible y me pongo el uniforme, me hago una coleta alta por que ya no tengo tiempo de peinarme bien y hago un maquillaje sencillo; solo un poco de rimen en las pestañas, un ligero rubor y un labial claro.

Bajo a la cocina esperando ver el desayuno y cual es mi sorpresa... ¡No hay desayuno! Pero si bastantes chicos con caras suplicantes y muchos ruegos. Suspiro pesadamente y empiezo el desayuno. Nada complicado solo huevos revueltos y pan tostado.

–No sabia que hacían gimnasia–

Casi me atragantó con el jugo de naranja al escuchar a Mateo decir eso.

–Las vimos hace un rato, les sale increíble– dice al darse cuenta lo que iba a preguntar

–Si, papa nos metió a esa clase como un año después de que se fueran–

–Ohh–

Karen

Me muerdo el labio nerviosa mientras decido si debería hacer lo que quiero hacer.

–¡Ya que!– exclamo al pulsar el botón de enviado. Espero no arrepentirme.

–Karen ¡ya vamonos!–

Bajo rápido y entro a la camioneta. Las chicas se fueron en las motos con los trillizos. El camino se pasa rápido entre las peleas divertidas de los chicos, que hacen que olvide mis nervios.

Triple ProblemaWhere stories live. Discover now