Dicen que cambiar de aires es bueno, especialmente después de una gran perdida, sin embargo mudarse a un país nuevo parece un poco excesivo. O por lo menos eso es lo que piensan las trillizas Vázquez cuando su madre (que no han visto en años) las ob...
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Sebas
–Tio, perdoname– dice Vivi al hombre que acaba de entrar.
–¿Tio? ¿Este es el primo de...?– mi hermano no logra terminar su pregunta, Vivi asiente con lágrimas en los ojos viendo fijamente al hombre.
–¡No puedes hablar enserio! Este hombre no es mi padre– le grito alterado a mi hermana.
El hombre parece algo desorientado al escucharme gritar esto, voltea a ver a Vivi incrédulo y cambia su mirada a una acusadora.
–¡Prometiste no decir nada!
–Perdón, no podía callarlo más
–¿Es cierto?¿Eres nuestro padre?
–Si, yo soy su padre. Perdón por ser un cobarde que no lucho por ustedes, pero creí que lo mejor era alejarme y dejar que mi primo les diera una mejor vida
–Eres un maldito ¡Nos mentiste! Siempre supiste la verdad de nosotras– le grita Val dolida al hombre –Le mentiste a mi padre, el confiaba en ti. El pobre murió sin saber la verdad y de paso dejo todo a cargo de esta señora
–¿Que?– pregunta atónita mi madre
–¡Felicidades! mi padre confiaba en ti de todos modos y al ser menores de edad no podemos tener la herencia– le contesta enojada Val
–Soy millonaria– dice aun impactada –El dinero va a ser mio y de mis bebes, ¡No debemos preocuparnos por el hijo de Sebas! Viviremos como reyes
Sonrió un poco a esto. La idea no suena tan mala, recibir la herencia de mi padre y vivir en paz toda mi vida.
Mi madre, Mateo y yo viviendo como reyes SIN necesidad de trabajar por el resto de nuestras vidas. A lo mejor con Derek, Dylan y Daniel.
Karen y Mike se pueden ir a mierda junto a mis queridas primitas.
Mateo
No pude estar hablando enserio, mi madre no puede pensar realmente en usar la herencia de mis hermanas para nosotros.
Porque siguen siendo mis hermanas, aunque no lo sean realmente.
Volteo a ver a mi hermano y me enferma verlo con una pequeña sonrisa por escuchar a mi madre.
–Sebas ¿estas de acuerdo con eso?– le digo enojado. El se queda en silencio –¡No puedo creerlo!
–Piensa un poco, tendríamos la vida de reyes sin trabajar. No compartiríamos nada
–El dinero no es nuestro, le pertenece a ellas. Ya me siento culpable por haber vivido estos años con dinero que no me pertenecía
–Prácticamente si les correspondía, Maia los adopto como hijos propios– dice Val
–Eso no importa ahora. Lo que si es el hecho de que nuestra "familia" planea robarnos la herencia
–Vanesa no seas tan exagerada, tal vez les de un poco de dinero si prometen comportarse, seguir mis ordenes y alejarse de criminales
