• Capítulo 32 •

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Capítulo dedicado a carlerickAT

La observo entretenido. A pesar de que este así, para mi, sigue siendo hermosa. Beso su pierna y luego, con mi dedo índice comienzo a hacer varios círculos. Suspiro cansado.

Mi celular se prende, demostrandome que me llegó un mensaje. Le resto importancia y lo que observo es la hora.

- Seis y media de la mañana - murmuro -. Si estás esperando a último momento para despertar, no lo hagas. Hacelo ahora, por favor.

Entrelazo nuestros dedos y llevo su mano a mi boca.

Logro escuchar como la puerta es abierta. Cierto mis ojos y muerdo mi labio inferior. Verónica llegó.

- Pequeño....- su voz sale un susurro y sé que está llorando. Su voz tiembla - es hora.

No respondo. Solo, me levanto y la miro. No quiero estar acá, no si van hacer lo que no quiero que hagan. Beso su frente y luego su mano. Miro a Verónica y al doctor, y asiento.

Narradora omnisciente

Sus manos se estaba por separar, pero algo lo detuvo a seguir caminando. Un apretón. Un apretón que lo sorprendió, uno que lo llenó de alegría y confusión.

Miro a Verónica con los bien abiertos. Abrió su boca, pero de esta no salió nada, ni un ruido. Nada. Verónica lo veía confundido al igual que doctor.
El experto te atrevió a preguntar.

- ¿Qué le sucede joven? - mira a Abraham y luego a Milagros.

- Ella - Abraham señala a su novia -, ella, ella me apretó la mano, y no estoy alucinando. Ella lo hizo. Ella me apretó la mano.

- No lo creo, Abraham - murmura Verónica -. Casi un año sin dar respuesta a nada, ¿Por qué lo haría ahora?

- No lo sé, pero ella lo hizo - beso la mano de Mily -. Vamos Verónica, créame.

- Lo siento - murmura y se acerca a su hija.
Besa su frente y algunas lágrimas caen sobre la frente de su única hija, que ahora, está por perder. O al menos, eso cree ella.

(*****)

- Ya amigo - suspira con fuerza y esconde su rostro en el cuello de Elías -. Lo lamentamos todos. - las lágrimas salen sin parar del rostro de Abraham, tanto como el de Elías y Sol.

Verónica hace más de una hora que está allí dentro y aún no sale.

Elías siente como Abraham, poco a poco se va apoyando en él. Pero cada vez, el peso de Abraham es mucho más.

- Abraham - Elías agarra con fuerza el torso de él - ¡ABRAHAM! - el cuerpo del castaño cae por completo sobre el cuerpo de Elías.
Los nervios y la falta de alimento, no estan ayudando mucho en estos momentos.

- Sol, sol - agarra mejor a Abraham y lo lleva a una silla -, anda y busca a un doctor rápido.
Ella sin más sale corriendo y se pierde entre los pasillos.

- Vamos amigo, no ahora - Elías golpea ligeramente la mejilla de Abraham, pero nada. No responde.
La cara del castaño se encuentra roja e hinchada. Elías muerde su labio inferior y lo mueve ligeramente.

(*****)

- ¿Cómo crees que se lo tome? - murmura feliz Sol, mirando a Abraham recostado sobre la camilla, aún inconsciente.
Luego de que Sol haya ido en busca de un doctor, lo llevaron rápidamente a una habitación y le conectaron un suero.

- Supongo que bien, pero dudo que esa alegría le dure por completo. - hace una mueca Elías.

- Lo sé - se acerca a Abraham y acaricia su pelo, apartandoselo del rostro -, pero al menos sabemos que ella está bien. Y a varias personas olvidará, al igual que momentos.

- Si - sonríe con triste, pero relajado - ¿Te quedas con él?

- Ajam - asiente -. Ve.

(*****)

- ¿Cómo esta? -Verónica al instante abraza al mejor amigo de Mily - Por esa sonrisa y esas lágrimas, supongo que bien.

- Bien, sólo - su voz se entrecortada - no recuerda a varias personas, pero momentos si. Algo raro - Elías hace una mueca. Que extraño -, pero en si, está bien. Confundida.

- Es un alivio - suelta varios suspiros.

- Claro que si.

(*****)

- ¿Le dirá a Abraham? - murmura para que escuche Sol y Verónica.

- No sé si sea buena idea - Verónica juega con sus dedos nerviosa -. Al menos no ahora, en este momento. Que se recupere un poco y después le diré.

- Sabe como es Abraham - ríe un poco Sol

- Si, lo sé - sonríe Verónica -. Estoy instando hacer algo que sé que no va a pasar.

Narra Abraham

Abro los ojos pero los cierro al instante, al toparme con una fuerte luz blanca. Coloco mis manos en mis ojos y froto ligeramente. Me siento y confundido miro hacia mis lados.

¿Qué carajo me pasó?

Saco el pequeño tubo que tengo conectado en el brazo y me saco las sábanas blancas, para luego agarras mis zapatillas y colocarmelas.
Me dirijo a la puerta y asomo ligeramente la cabeza, mirando a mi derecha y luego a mi izquierda. Al no ver a ningún médico y salgo de lo más normal.

Miro el número que tiene al puerta y se alivio al saber que tengo a dos pasillos de distancia la habitación de Mily.

¿Mily? ¿Qué?

¡Carajo!

Abro mis ojos y salgo disparado hacia mi derecha, queriendo llegar a mi destino. Me llevo varias personas puestas, pero me disculpo de manera rápida.

Tomo aire y luego lo suelto, y así varias veces.

Al no ver a nadie afuera de la puerta, tiemblo.

Me acerco lentamente a la puerta y tomo el picaporte. Mis manos, no sé en que momento, comenzaron a sudar. Abro la puerta lentamente.

Mi boca se abre en grande y mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas.

¿Qué pasó? ¿Cómo? ¿Qué? No entiendo nada.

Entro rápidamente la habitación cerrando la puerta detrás y mío y corro a ella.

La abrazo ligeramente y escondo mi rostro en su cuello.

- Lo lamento - siento sus pequeñas manos en mis hombros, empujandome un poco -, pero....¿Quién eres?

- ¿Qué?

𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚍𝚘𝚛𝚎𝚜 [A.M] {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora