• Capítulo 31 •

342 46 8
                                    

Un mes después

-Vamos Abraham - murmura Ángel -, hace un puto mes que no comes bien y solo salís del hospital para bañarte y cambiarte. Ya va a despertar, tuvo un accidente fuerte, muy fuerte. Dale tiempo, ella despertará en cualquier momento - lo miro con cara de pocos amigos y vuelvo mi vista a Mily -. Dale bro, este más flaco, tenes terribles ojeras. Te va hacer bien salir un poco y distraerte.

-Agradezco su preocupación, en verdad que lo hago. Pero - los miro serios - o quiero y punto final, no me van hacer cambiar de opinión. No quiero ir, déjenme que estoy bien acá al lado de ella. - vuelvo mi vista a ella.

Escucho fuertes suspiros y luego de unos segundos como la puerta de la habitación de Mily se cierra.

Dos meses después

-Gracias hermosa - sonrío delicadamente. Abro la bolsa de Mac Donald que me compró -. Luego te compraré una. - sonríe guiñándome un ojo.

- Cuando quieras - Sol asiente con una sonrisa.

Agarro mi hamburguesa y le doy un mordisco grande, para luego agarrar una papita y también comerla. Así, sucesivamente hasta que las papas, la hamburguesa y la gaseosa desaparecen.

Miro la camilla y luego a Sol. Ella, se acerca a mi y deja su mano en mi hombro y mira a Mily.Cada vez más flaca, mas pálida y con más tuvos en conectados.

-Va a despertar. -deja un beso en mi mejilla y luego sale de la habitación.

Nueve meses después

-No, no quiero -murmuro llorando.

- Abraham, esta sufriendo mucho -se acerca Elías a mi y me abraza, escondo mi rostro en cuello.

- No Verónica, ella va a despertar. Lo sé - muerdo mi labio inferior -. Solo hay que esperar.

- ¿No crees qué esperamos mucho ya? - me mira fijamente - Abraham, no te das una idea lo que siento cada vez que me levanto de mi cama y saber que tengo que venir directamente acá, no sabemos como me siento al pensar que tengo que ser fuerte por ti y por mi, por todos. Me estoy haciendo mierda de apoco cada vez que vengo y vos igual. Sufris, mucho, al igual que yo - suspira -. Cada que vez que tiene un paro cardíaco, mi cuerpo y mi mente piensan lo peor - mis ojos no paran de soltar lágrima. Duele pensar que tengo que tomar una fuerte desicion- Ella, ella sufre acá, más de lo que sufriría si está consciente.

- Una noche más, si no despierta mañana por la noche. La pueden desconectar - murmuro y me acerco rápidamente a Mily. Aprieto mi rostro contra su pierna izquierda y lloro. No quiero esto, quiero que despierte, no quiero desconectarla.

- ¿Me dejan con ella? Por favor - imploro. Logro escuchar como la puerta se cierra.

Aún pegado a su piernas, lloro. Lloro como nunca en mi vida llegué a llorar. Tengo que tomar una fuerte desicion, una demasiado grande que cambiará mi vida, la de Verónica, la de todos.

Beso su piernas y agarro su mano, entrelazado nuestros dedos.

- Por favor - murmuro -. No me hagas tomar una desviación tan fuerte, por favor - mi respiración comienza a entrecortarse -. No nos dejes, no me dejes.

Me levanto y con cuidado me acerco mi rostro al suyo. Dejo un suave y despacio beso en su frente y luego en su nariz. Miro hacia la puerta y rápidamente le saco el tubo que tiene en la nariz y beso sus labios cortamente, para luego volver a ponerle el tubo para que pueda respirar.

- Despierta cariño - vuelvo a la posición anterior. Dejo caer mi cabeza en su regazo y comienzo acariciar sus brazos con marcas -. Vamos sé que puedes - muerdo mi labio inferior - Te amo mucho.

𝙰𝚖𝚘𝚛 𝚎𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚍𝚘𝚛𝚎𝚜 [A.M] {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora