Segunda temporada- Capitulo doce

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—¿Podrías decirme que es lo que estas esperando? ¡Ha pasado casi un mes del accidente, Tessa! —Aparté el parlante de mi oído mientras la furia golpeaba contra mi, él creía que las cosas eran demasiado fáciles.

No es como si solo pudiera escabullirme en su despacho y tomar la información necesaria, es más inteligente que eso y ahora tenía que lograr que Kyle entendiera eso.

—No lo entiendes, ¿acaso crees que él confía tan plenamente en mi como para refregar las pruebas en mi nariz? He intentado entrar en su despacho y tengo papeles ya pero ninguno dice su nombre, no tiene firmas, ni próximos encuentros. —El enojo brotaba de cada uno de mis poros, no todo era tan fácil como creía—. Es más inteligente de lo que creen.

—Parece que estuvieras de su lado. —Su acusación golpeo duro contra mi pecho ¿de que valía seguir perdiendo saliva en alguien que no tenía caso?

—Cuando estés escuchando alguna mierda de las que estas diciendo, me llamas. Ahora no tengo ni tiempo ni ganas de soportarte. —Corte la línea derrumbándome contra la pared por un segundo, queriendo que ella soportara el peso que yo estaba sintiendo sobre mi.

Aunque seguramente yo no fuera tan pesada como eso.

—¡Princesa, llegamos tarde! ¿donde te has metido? —Dejé el móvil rápidamente dentro de la almohada y tomé un cepillo cercano mientras fingía arreglar mi cabello, él entro en la habitación y pude ver como sonreía—. Al fin te encuentro.

—Estuve aquí todo el tiempo, ¿sucede algo? —Vi como miro la habitación, buscando algo y mis miedos de que me descubriera se dispararon repentinamente.

—Uno de los guardias dijo que te escucho gritar. —Mi cara comenzó a arder y pude ver que él lo noto, se acercó a mi y tomó mi rostro entre sus manos—. ¿Por que estas quedando roja?

—Que vergüenza...estaba gritándole a la puerta. —Él me miro extrañado pero a mi no se me había ocurrido nada mejor—. Escuché unas voces y pensé que me llamabas, corrí a la puerta y mi hombro se estrelló contra el marco, comencé a gritar. —Él sonrió de costado mientras pegaba su frente a la mía—. Puedes reírte.

—Jamas me reiría de ti.

Esa vez fui yo la que no pudo evitar reír.

—Claro que no, ayer solo intentabas imitar la risa de un morsa, ¿no es así? —Esta vez estalló en carcajadas, meneo la cabeza a los lados como si jamas se cansara de estas cosas, demasiado divertido de la situación.

Tenía demasiadas cosas en la cabeza cuando a Hayden se refería, él solo no paraba de insertas dudas allí y no podía dejar de darle vueltas al asunto....no lo sentía como el malo de la película.

Aunque estuviera segura que lo era.

—¿Donde tenemos que ir? —Mi tono fue demasiado cortante y él lo noto, lo supe en el momento en el que arqueo su ceja confundido, me intenté apartar de el pero tomó mi muñeca y tiré levemente hasta que otra vez estuve frente a el.

—¿Que dije?

—Nada, no se que me paso. —No me creía, tampoco yo misma—. Tenemos la carrera ¿no?

—Si, venía a buscarte para que fuéramos. —Un leve asentimiento de cabeza fue todo lo que pudo obtener de mi parte, no podía dejar de pensar en las palabras de Kyle...¿Realmente yo estaba inclinando la balanza hacía alguna parte? Porque no lo sentía así.

Solo estaba allí, parada esperando que las cosas dejaran de suceder y todo volviera a lo que se suponía que debía ser normal pero aquí la nueva pregunta, ¿que se supone que era normal en mi vida?

The boy in my dreams (VERSIÓN ORIGINAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora