-¿Siempre estás presente en todas las marchas? – Preguntó Clarisse con curiosidad – En realidad no, me gustaría pero por la escuela no puedo, además me gusta venir a marchas que considero tienen una buena razón social y con la cual me siento identificada – Contestó Lauren para después ser ella quien preguntara - ¿Es tu primera macha? – Clarisse asintió con la cabeza – Así es, la verdad es que no suelo estar tan informada sobre los problemas sociales, ¿eso es egoísta de mi parte? – Lauren sonrió un poco ante esta última pregunta – Claro que no, siempre y cuando no pierdas la sensibilidad ante las cosas, un simple gesto de ayuda a un desconocido provoca más reacciones positivas de lo que te imaginas – La mente de Clarisse divagaba ante las palabras de Lauren ¿qué le llamaba más la atención de esa chica? ¿Su belleza o inteligencia? No sabía pero la fusión de ambas hacía explotar su cabeza y que en su estómago sintiera como si miles de frijoles saltarines hicieran un caos dentro de este.

-¿Qué edad tienes? – Preguntó Clarisse – Tengo 21, dentro unos meses más la cifra subirá a 22 – Clarisse se quedó un poco sorprendida – Eres muy inteligente para tu edad – Ese comentario hizo que Lauren soltara una risa sonora – Creo que no soy ni más ni menos inteligente que ninguna persona que está aquí, digamos que todos somos diferentes – Al terminar la frase la chica de ojos miel vio como dos mujeres se acercaban a Lauren y una de ellas postraba su mano en el hombro de la ojiverde - ¡Hey, Lauren! Vamos a pasar por un lugar donde están varios medios de comunicación, tratemos de llegar para salir en televisión – Mencionó Lucy emocionada, entonces se percató que Lauren estaba acompañada por una chica que a su parecer era muy guapa - ¡Oh! Hola me llamo Lucy y tú eres... – la chica rápidamente respondió – Mi nombre es Clarisse, mucho gusto Lucy y... – Dirigió su mirada a la otra chica que estaba a lado de Lauren – Verónica, amiga de Lauren y su amor platónico – Dijo sin tapujos lo que hizo reír a Lucy, sonrojar a Lauren y poner pensativa a Clarisse - ¡Ya basta, eso no es cierto Vero! - ¡Oh, sí que lo es cariño o al menos lo era en la secundaria! Te hice dudar de tu sexualidad, de nada – Dijo Vero haciendo una mueca victoriosa y sarcástica a la vez, después de unos segundos se percató que su broma no le había hecho mucha gracia a la nueva amiga Lauren por lo que su boca sin filtro volvió a hablar – Lauren, creo que le gustas a la chica – Ese comentario hizo que Clarisse se tornara de mil colores y los frijoles saltarines volvieran a aparecer en su estómago con más fuerza - ¿¡VERÓNICA, QUÉ DE QUÉ ESTÁS HABLANDO?! ¡NO PUEDO CREER LO QUE ESTÁS DICIENDO... - Dijo Lauren algo molesta por el comentario sin tapujos de su amiga hacia Clarisse, la cual se aclaró la garganta y comenzó a hablar – En realidad yo tengo novio y nunca me han atraído las mujeres – soltó Clarisse – Tranquila Clarisse – Dijo Lucy con una sonrisa – Nuestra amiga aquí presente es un poco directa y bruta para hablar, estudia Relaciones Públicas y como puedes observar también su pensamiento es público cómo su orientación sexual – Las chicas comenzaron reír excepto Lauren que comenzó a sentirse un poco incómoda con la presentación de sus amigas ante Clarisse, sin duda eso le daría argumentos para pensar que también a Lauren le gustaban las chicas, cosa que era cierta – Oye – Llamó Lauren a Clarisse – ¿Te parece que nos alejemos un poco de este par? – Dijo tendiéndole una mano a la ingeniera quién no dudó en tomarla y seguir a la ojiverde en su recorrido por la multitud, el simple hecho de tener entre su mano la mano de aquella chica hizo que las emociones de Clarisse acabaran con su raciocinio, que bien se sentía su mano sobre la de ella, era como si la multitud se borrara por un instante, no quería pensar, sólo sentir esa mano que le daba descargas eléctricas por toda su piel.

Con la mano de Clarisse aún en su mano, Lauren se dirigió al área de medios donde esperaba que una cámara la enfocara para poder dedicarle una frase de lucha al gobierno, emocionada por las sensaciones que estaba experimentando a lado de aquella mujer con espíritu de Che Guevara, Clarisse omitió por completo que en ese momento las cámaras la enfocarían y sus padres como su novio la estarían viendo a través de las pantallas y su débil mentira de ir a la biblioteca del campus caería en cualquier momento.

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¿Vas a salir tan temprano? – Preguntó Dinah a una Camila que vestía de manera cómoda con unos jeans rotos, una blusa blanca de manga larga y unas botas altas de color negro – Sí, voy a dar un paseo, necesito inspiración para comenzar a escribir la letra de la canción que me pidieron en la escuela, no puedo dejar pasar más tiempo, tengo que hacer eso ¡ya! – Dijo la castaña mientras se dirigía a la cocina por una taza de café, mientras que Dinah quien aún seguía en pijama y recostada en el único sofá de la sala cambiaba rápidamente de canal - ¡Maldita sea televisión, envíame una película buena o algo interesante que ver! – Resonaba su voz ante la molestia de no poder retener su atención en algún programa, hasta que de pronto la televisión por fin se quedaba quieta en un canal, un noticiero - ¡OH POR DIOS! – Dijo la chica desde el sofá – ¿Qué? ¿Ya encontraste por fin algo bueno? – Mencionó Camila desde la cocina - ¿Quién lo diría? - Volvió a decir Dinah para sí misma, sin poner atención en lo que Camila había dicho anteriormente – Bueno, te dejo iré un rato a pasear por Central Park y si por ahí se me cruza un bar yo te aviso por si quieres venir ¡Allá voy inspiración! – Dijo la morena antes de salir por la puerta, pero Dinah la señaló con una mano para que se detuviera, alzó su dedo índice y lo dirigió al monitor de la televisión - Será mejor que vengas a ver esto, quizás la inspiración te llegue desde un canal de noticias – Camila no entendió lo que su amiga quiso decir, así que se acercó al sofá para quedar estática frente al televisor - ¡NO PUEDE SER! – Y sin darse cuenta sus piernas se aflojaron hasta hacerla caer al sofá a lado de su amiga, ¡Era Lauren en la televisión! Su corazón se aceleró a un ritmo endemoniado a tal grado que de manera inconsciente llevó la mano a su pecho, sus ojos igual de abiertos que su boca, por su mente comenzaron a divagar imágenes de Lauren y ella en Miami, qué era lo que sentía en su estómago ¿mariposas? No, creo que ganas de vomitar, su novia, bueno su ex novia se veía hermosa, esos ojos, su pelo, sus labios, su voz ronca, Camila no se había percatado que a lado de Lauren estaba una joven de piel morena y cabello oscuro que la tomaba de la mano, hasta que la cámara abrió la toma y pudo percatarse de ese detalle, ¡Oh, no! Entonces en ese momento supo descifrar la sensación que tenía en el estómago, no eran mariposas, sí eran ganas de vomitar y sin más se levantó velozmente en dirección al inodoro, detrás de la puerta se escuchaban los golpes y la voz de Dinah – Camila ¿Estás bien? – En efecto, Camila no se sentía bien, no podía creer el tumulto de emociones que le había causado aún Lauren Jauregui, su exnovia de la adolescencia la cual había dejado para mudarse a Nueva York, la cual admitió extrañar como una loca por algún tiempo, Camila recordó a Lauren sosteniendo la mano de aquella chica y sus ganas de vomitar volvían a aparecer, Lauren tiene novia, siguió con su vida eso está bien, ¿no? Pensaba mientras miraba el retrete, creo que no.

Al abrirse la puerta del baño, Dinah se percató del semblante de su amiga que por cierto olía a pasta dental señal de que había aseado su boca- ¿Vomitaste? ¿Estás bien? – Camila respondió sus preguntas segundo después de reaccionar ante estas – Tiene novia – Esa frase hizo que la cara de Dinah pasara de preocupación a tristeza al ver a su amiga de esa manera, ella nunca pensó que Lauren aún tuviera ese efecto tan fuerte en la castaña y menos por la vida tan activa que llevaba Camila en Nueva York. Su teoría estaba certera, Camila aún pensaba en Lauren.

-Ya me olvidó, Dinah – Dijo la más bajita antes de abrazarse a su amiga.

UNA VEZ MÁSWhere stories live. Discover now