Capítulo 2: Astrid

649 91 7
                                    

Ni siquiera te preocupas por esto nunca más,

Me dejaste sola,

Estoy por mi cuenta

Dime en qué nos equivocamos

Dime dónde todo salió mal

Swan Song -Set It Off

Astrid sabía que su relación con el hijo de Stoick no era la mejor de todas. Si bien nunca habían tenido ninguna pelea sobre su relación ni ningún problema de ese tipo, Astrid sabía que Hiccup Horrendus Haddock lll había perdido ese cariño especial que tenía hacía ella cuando eran más jóvenes. Porque, no era ciega, ella siempre supo que le gustaba al vástago del jefe. Sólo que había sido demasiado idiota y superficial para haber menospreciado esos sentimientos por parte del pequeño Hiccup.

Luego había pasado todo lo de Toothless y el nido de los dragones.

Luego ella había descubierto el mundo de Hiccup.

Luego se había enamorado de él.

Debía admitir, que lo que sintió por Hiccup no era ese sentimiento abrasador del que todos presumían haber experimentado. No era ese fuego quemándola por dentro ni esas mariposas produciéndole nauseas. Al menos, no del todo.

Si bien había sentido una llama cálida y una que otra mariposa revolotear en su estómago, en el fondo sabía que eso no era amor. No del todo. Había intentado tanto llegar al chico que había llegado a creer que sí le amaba de verdad.

Después llegó Eret y su actitud arrogante. Un desafío para su lado guerrero.

Confesaba que sí le había devuelto uno que otro coqueteo y que su corazón se agitaba al verlo (tal vez más que con Hiccup). Pero, estaba tan asustada de nuevo que volvió a refugiarse en su atracción por el futuro líder de Berk. Al punto de que cuando acabó la guerra, le propuso al castaño oficializar su compromiso.

Aún sabiendo que su relación había perdido la chispa que tuvo al principio.

Aún sabiendo que Hiccup parecía haberse enamorado... de alguien más. Porque ella no era idiota y Hiccup no era disimulado. Es más, estaba segura de que el joven ni siquiera estaba consciente de su enamoramiento.

Aún sabiendo de su creciente atracción por el corpulento muchacho de cabello negro; y que esa atracción era correspondida.

Aún sabiendo todo lo que acababan de pasar.

Aún sabiendo que era una decisión muy apresurada y equivocada.

Sabía todo eso y aun así decidió decir las palabras que la condenarían para siempre. A ella y a Hiccup. Porque sí. Sabía que para Hiccup, casarse con ella sería la cadena que lo mantendría atado a esa isla y lejos de los cielos. Sabía que estar con ella significaría para el joven convertirse en el jefe oficial de Berk.

Pero, a pesar de todo ello, las palabras habían salido de su mente sin siquiera haberlo pensado.

Mentiría si dijera que se había arrepentido, pues no lo había hecho del todo. Por un lado, estaban los problemas de su relación, pero si se le miraba de forma objetiva, en realidad estaban bien. Es decir, Hiccup se convertiría en líder de Berk y ella en su compañera. Ambos como equipo harían lo mejor por su pueblo y recuperarían la gloria de antaño con dragones como compañeros.

MaybeWhere stories live. Discover now