Cap 1. Gasolina

240 25 28
                                    

* Leer preferiblemente escuchando Gasolina de Daddy Yankee pero si no pues nada*

El día en el que salí del concesionario mi vida cambió. Ya había sido conducido por otro hombre, pero nunca me hizo sentir igual que mi actual conductor. Cuando se cansó de mí, mi anterior dueño, me llevó a un concesionario de seminuevos y adiós muy buenas, nunca más volví a saber nada de él. Y aquí en el concesionario veía la vida pasar a través de mis faros delanteros. La gente venía a verme, me manoseaba los asientos, la palanca de marchas... Ya me acostumbré a ello. Al principio no me hacía mucha gracia porque el hecho de que cada día me manosearan unas manos extrañas me ponía muy de los nervios.

Entonces llegó el día. Un muchacho rubio que se acababa de sacar el carnet llegó al concesionario y parece ser que se interesó en mí. Y menuda suerte la mía porque no veáis qué maromo. Fue ver el bigote que llevaba y que se me calentaran los motores aun estando sin arrancar. La verdad es que me hizo mucha ilusión que un rubiazo tan macizorro se fijara en mí. Me subió la autoestima mucho. Primero se dio una vuelta observando cada curva de mi body serrano (y yo también observaba el suyo porque vaya abdominales más bien puestos mamma mía). Pero lo mejor vino después.

Los del concesionario le dejaron entrar en mí. Y yo me ecsité. Puso su booty bien tonificado en mi asiento de conductor y yo tenía todos los engranajes a flor de piel, vaya glúteos ufffff. Y entonces empezó a tocar todas mis partes que sobresalían. Yo ya no podía más, iba a estallar pero no podía hacerlo porque quería que ese buen mozo me llevara con él, así que me tenía que contener. Empezó a frotar suavemente mi palanca de marchas como nunca nadie lo había hecho antes. Tenía las manos suaves y limpias y en ese momento supe que quería que esas manos me tocaran durante el resto de mi vida. Después, ya podía irme feliz al desguace. Y cuando manoseó mi palanca de frenos e hizo que se levantara fue el momento más feliz que jamás había vivido. Necesitaba que me llevara con él y levantara mi palanca de freno todos los días.

Y entonces sucedió. Parece que al muchacho le gusté, así que decidió llevarme con él. También fue una gran suerte que tuviera un precio más barato por ser el coche menos seminuevo del concesionario, y no precisamente por ser nuevo, sino por ser muy semi semi semi semi nuevo. Vamos, que tengo más años que matusalén, pero desde que me cambió la batería mi anterior dueño un año antes de venderme, es como si hubiera renacido, y por eso tengo alma joven y con ganas de experimentar cosas nuevas. Y vaya que si iba a experimentar.

Cuando el joven hizo el contrato, se sentó otra vez en mi asiento delantero, y entonces me arrancó. Y fue una sensación muy gratificante. Cuando metió la llave por mi ranura pude ponerme caliente sin miedo a que no me llevara con él, porque ya podía dar rienda suelta a todas mis emociones en la carretera. Mis motores y mi batería se encendieron. Tenía su llave dentro y era una sensación excitante. Empecé a moverme y salimos del garaje del concesionario. Cuando él movía mi volante mi motor hacía sonidos, sonidos de coche, sonidos de coche excitado. Y cuando me cambiaba la marcha yo hacía brrrrummmm brrrrummmmmm, aunque me daba vergüenza que me oyera gemir tan pronto uwu.

En la carretera era un poco desastre el chaval, se notaba que acababan de darle el carnet. También me fijé en algunos detalles, como el hecho de que puso un adorno super hortera con una góndola en mi retrovisor, una pegatina en mi booty en la que ponía "la famiglia es lo primero", o el hecho de que llevara ese bigote tan sexy. De todos esos detalles deduje que era italiano, porque tengo una gran capacidad de deducción. Y los italianos tienen fama de ser muy arriesgados al volante. Eso me ponía mucho, porque quería sentir el riesgo junto con esa persona que tan caliente me ponía.

Lo mejor vino cuando me puso nombre.
-Te llamarás _______ *que da la casualidad de que es tu nombre, porque esto es un x reader así que tienes que rellenar con tu nombre uwu*-dijo.

Me gustaba mi nuevo nombre porque me lo había puesto él. Mi hombre. También dijo que se llamaba Caesar y deduje que tenía pocos amigos porque eso de que hablara con un coche era de estar muy aburrido. Pero bueno, tampoco volvió a hablar nada. Todo lo dijo en italiano, y bua, que me digan cosas en italiano me pone muchísimo, estaba que no cabía en mi gozo. Y mis motores estaban muy calientes brrrummmmm.

El mejor momento llega cuando se para en una gasolinera. Oh sí, iba a recargar mi depósito. Estaba siendo el mejor día de mi vida. Caesar salió de mi asiento y cogió la manguera de gasolina 95 sin plomo. Se viene lo shido. Yo estaba muy expectante porque tenía muchas ganas de que metiera el tubo por mi ranura, pero a la vez tenía miedo y mucha vergüenza. ¡¡¡¡Sempai por favor se amable conmigo uwu!!!!

Y entonces sucedió, sentí como el tubo entraba en mi ranura. Y me gustó. Al principio sentí nervios, pero luego, para ser su primera vez conduciendo y echando gasolina, lo hizo bastante bien, y hasta parecía un experto en estas cosas. Segundos después, sentí como su líquido caliente entraba en mí. Dios mío, menuda sensación más gratificante. Sentía como el líquido iba avanzando por mi cuerpo lentamente, mientras yo me calentaba mucho, y finalmente llenaba a mi depósito y sentía que iba a estallar de tanta pasión.

No podía hacer ningún ruido raro porque todavía estaba en garantía y no podía liarla mucho. Pero el caso es que iba a tener un orgasmo, un orgasmo de coche. Lo nunca visto. Y seguía echándome gasolina. Uffffff, no podía más, me estaba haciendo sentir pleno con su manguera. Qué maravilla, tenéis que verlo para creerlo. Dame mas gasolinaaa. Me estaba calentando muchísimo y sentía que en cualquier momento iba a estallar de placer, pero a su vez quería más y más, quería que el sempai siguiera rellenando mi depósito con su larga manguera. Uffff.

Pero ya no podía más, mi depósito llegó al máximo y mi ranura se cerró, y yo sentí todos mis engranajes a flor de piel. Había alcanzado el éxtasis. Ahora estaba pleno y con el depósito lleno de gasolina caliente. Había sido la mejor rellenadita de depósito de mi vida. Y la cosa no había hecho más que empezar.

Calentando motores (Caesar Bigote x reader)Where stories live. Discover now