One - Shots | Style

Lo siento.

Estaba en un momento de su vida que tenía todo lo que quería. Una situación estable, amistades, su familia y una pareja que lo amaba como si se hubieran conocido hace unos meses, siendo que ya llevan muchos años juntos.

Sí, debería estar feliz. Debería estar conforme...

La cosa es que... No era así.

Se odiaba a sí mismo por tener estos sentimientos tan negativos. ¡Mierda! ¿Acaso no puedes ser feliz de una jodida vez?

Se sentía pesado, sus hombros dolían cada vez más. Parecía que nada le era suficiente. Y la cosa más insignificante lo dejaba pensando como si fuese lo más terrible.

"Lo siento mucho, cariño". Son las palabras que le susurraba a su pareja cada vez que se iban a dormir.

"Lo sé...".

Se odiaba a sí mismo por hacerle tal daño al amor de su vida. Él era el único que lo ayudaba a mantener ambos pies sobre la tierra. Stan se sentía como un maldito egoísta.

Kyle lo amaba y el pelirrojo se lo hacía saber todo el tiempo. Pequeños toques aquí y allá, gestos y palabras que lo animaban. Miradas que prácticamente lo drogaban de afecto.

Sin embargo... No era suficiente.

Con el pasar de las horas, los días y los meses... Se le hacía difícil continuar. Ya ni siquiera lo ocultaba. Y lo podía notar en su pareja.

Llamadas llegaban cada vez que quedaba a solas un momento. ¿Tan mal estaba? ¿Tanto lo demostraba?

"Estoy bien". Lo calmaba.

"No lo estás, Stanley". Él lloraba.

Estaba destruyendo su vida y la del amor de su vida. Aunque, ya le había dicho a Kyle que estaba bien si lo dejaba. Pero él no lo escuchaba.

El peso le rompía, lo insignificante le destrozaba y Kyle lo mantenía.

"Lo siento, te amo. Estarás bien." Fueron las últimas palabras que escuchó el pelirrojo por parte del amor de su vida.

¿Era su culpa? ¿Su amor no era suficiente? ¿Stan nunca lo amó como él proclamaba? ¿Su amor fue débil?

Lágrimas caían por sus mejillas mientras sostenía el cuerpo inmóvil del único hombre que había sido capaz de capturar su corazón.

"No estaré bien sin ti". Sollozó en el cabello de su dulce amor.

Sentía tantas cosas en estos momentos. Estaba perdido. Su mundo se había desmoronado y la persona que más amaba en este mundo cesó de existir.

"Maldito egoísta". Gritó a la nada que lo rodeaba. Miraba el rostro de su novio. Rabia, afecto y decepción se podía observar en los ojos del pelirrojo.

Nunca más escucharía su voz, nunca más vería aquellos ojos azulados, nunca más recibiría esos abrazos que lo derretían.

Nunca más volvería a ver a su querido y amado Stan.

"Fuiste un maldito egoísta y un cobarde...", ¿o era un valiente? "Eras mi mundo entero, demonios...".

Sabía como se estaba sintiendo Stan, sabía lo que estaba pasando en su relación. A pesar de todo esto, amaba al pelinegro y no podía abandonarlo. Hizo todo lo que tenía a su alcance para hacer feliz a su querido amigo y amor; pero... No fue suficiente.

El amor de su vida se había muerto y no había vuelta atrás.

No solo se autodestruyó, sino que también se llevó el mundo de Kyle con él.

"Tú querías esto, espero que seas feliz ahora y encuentres todo aquello que no te pude conceder, cariño".

Intentó llevar el peso de la depresión de Stan junto a él y apoyarlo como había visto muchas parejas. Sin embargo, esta vez, aquella maldita patología ganó la batalla.

"Espérame, y cuando nos volvamos a encontrar... Te seguiré amando como siempre lo hice".

Depositó un suave beso sobre los labios de su amado, los cuales habían perdido toda aquella calidez que alguna vez tuvieron.

"Está bien, Stan".

~•~•~•~•~•~

Hola, tanto tiempo?

No estoy muerta, pero ando triste, (¿se dieron cuenta por la historia? xd)

Algo corto y desordenado, pero salió en el momento. Espero no esté tan horrible como pienso que lo está.

Les quiero si es que siguen vivas/os por ahí <3