ɪ ᴀ ʟ
➢Grecia es una joven de 19 años con grandes sueños y aspiraciones como cualquiera en el mundo, pero al igual que la mayoría de los jóvenes de su país, no tiene muchas esperanzas con que va a cumplirlas.
Para su buena suerte se le presenta la o...
Dios, no entiendo porque estaba tan nerviosa, esta señora es un sol. Es super tierna y muy chevere. Ya me mostró cinco álbumes de fotos de Luke cuando era bebé y vi una foto de él desnudo.
Liz es un amor. Y Andrew, ni se diga. Ese señor es muy pana y echador de broma.
Aún no he conocido a Jack ni a Ben porque no han llegado, pero me tengo que peinar al menos.
Estoy con Liz en la cocina, me está enseñando la receta de hacer galletas de chocolate, y estoy llena de harina y ella igual, porque resulta que de tal palo, tal astilla, la señorita Liz me terminó echando un pocotón de harina en el cabello y viceversa.
Esto me hace recordar a mi mami, mi abuela y yo, haciendo cachapas.
—Voy a llamar a mi madre, ya vuelvo—le aviso a Liz y ella asiente.
Salgo a la sala y me siento en el sofá buscando la comodidad ante todo.
Busco su contacto y la llamo.
—Maricaaaa, pero yo te hacía muerta—habla cuando contesta la llamada.
—Ay, mamá. Te extrañé mucho—digo y hago un puchero.
—Pero hablamos ayer, Grecia—se burla.
—Lo sé, pero estar con la mamá de Luke me hace recordarte y me pongo toda marica.
—Ay gorda, ¿Que tal la estas pasando?—me pregunta sonriendo.
—Muy bien, mami. Liz me esta enseñando a hacer galletas—le cuento.
—Por eso estas llena de harina—dice obvia señalando mi cabello y suelta una carcajada.
Yo asiento frenéticamente y me echo a reír.
—¿Puedo hablar con ella?—pregunta y yo la miro extrañada—. Necesito saber con quién está mi bebé.
Yo la miro raro y camino de vuelta a la cocina.
—Liz, mi mamá quiere hablar contigo—le digo un poco avergonzada y le tiendo el teléfono.
Ella lo toma y saluda a mi mamá con la mano.
—¿Que tal, Katrina?—la saluda Liz.
—Liz, querida. Veo que le estas enseñando la receta de galletas a Grecia—dice mi mamá con total naturalidad.
Okey, no estoy entendiendo algo.
—¿Se conocían?
—Desde hace meses, Cia. He hablado con cada mamá de los chicos—confiesa mi madre cuando me acerco al teléfono.
Que betax. De lo que uno se entera vale.
—Liz ha visto tus fotos de bebé como yo ya he visto las de Luke—informa mi mamá.
Yo las miro desconcertada.
—Deberías estar feliz que conozco a la mamá de tu futuro esposo—bromea y mi ceño se frunce.
—Creí que nunca la traería, espero que pronto sea oficial—dice Liz con una sonrisa.
NO MARICO. AHORA SI SE EXCEDIERON.
—¿Van a seguir hablando?—pregunto y ambas asienten—. Bueno, yo me voy. Chao, ma. Te amo—me despido y salgo corriendo.
Ay loco, que betax.
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