43: ¿Que demonios acaba de pasar?

824 69 54
                                    

MIERDA.

Me bajo lentamente de la espalda de Luke ya que me lo habían ordenado. Los austra-gringos están confundidos y sus caras lo demuestran. Le susurro en inglés a Luke lo que pasa y me mira asustado.

Los patrióticos y yo nos quedamos viendo a los mamaguevos malandros. 

Y mi mente hace click, RECONOZCO A DOS DE ELLOS.

Epa, ya va ya va—hablo dando un paso al frente—. ¿Ustedes son Yonkleiver y Bairon?

Los choros me miran incrédulos.

¿Grecia?—pregunta al que reconozco como Bairon.

Asiento.

Mielda, chamita. Menos mal que te reconocimos porque con esta pinta de fresa que cargas ahora te íbamos a tirar pa' una zanja de un plomazo—dice Yonkleiver acercándose a mi.

Naguevona', iban a robar a sus panas del alma, mamaguevos—dice Maikol y se abraza con Bairon.

¿Y en que gueco andaban ustedes pe'?—pregunta Bairon—. Hace tiempo que no los veía en la pista. Han cambiado mucho, sobre todo Grecia, ya que la última vez que la vimos era más fea que aborto de macaco—bromea a lo que yo le meto un coñazo y me echo a reír.

Pa' que entiendan el beturrio, estos locos estudiaron con nosotros desde segundo grado. Y desde esas fechas se echaban sus robadas olímpicas. Y ellos están claros que simio no mata a simio.

No mano, yo andaba por allá por el imperio. Soy es yo coronando por allá—le respondo y se ríen—. Y los muchachos pues se quedaron aquí, luchando por la patria.

Ellos asienten riendo.

¿Y estas fresitas?—preguntan mirando a los autra-gringos.

Suelto una risa.

Estas fresitas son amigos nuestros, por ende deben ser amigos suyos, no me los roben por fa—les pido y ellos asienten rodando los ojos—. Ni siquiera son de aquí, ni siquiera hablan español, son de por allá del imperio.

Bueno marica, si son panas tuyos, ta' bien. Se salvan de la robada trifásica que les íbamos a echar, solo porque son nuestros panas y simio no mata a simio—dice Bairon con toda la sinceridad del mundo—. Pila con una vaina por ahí, cualquier cosa nos buscan y nosotros los ayudamos—añade y se despiden para luego arrancar la moto.

Nos despedimos con la mano mientras vemos las motos alejarse.

Yo sabía, es un muy buen día como para salir robada.

—¿Que demonios acaba de pasar?—pregunta Crystal pegada al brazo de Luke.

Los austra-gringos están detrás del poste y de Ashton con una cara de susto.

—Para que entiendan, ellos estudiaron toda la vida con nosotros y fueron nuestros amigos—explico brevemente—. Por ende, no nos pueden robar, porque simio no mata a simio.

Ellos asienten no muy convencidos y emprendemos nuestro camino de nuevo.

De la que nos salvamos.

De la que nos salvamos

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
LATINA ―5SOS.Where stories live. Discover now