"Misceláneo lírico"

50 - DICEN

Se dice por ahí, que cuando hablo de ti, los ojos me saben a una pasión sagrada y mi sonrisa, a una danza prolongada de esos gestos, parecidos al de un alma enamorada.

Se dice que no cesas de hablar de mí y tus suspiros, cuando oyes mi nombre,  llueven como sangre carmesí, que el aroma que destilan tus labios, tiene la silueta de un alhelí.

Dicen que ya tienes tus años y un pasado que meciste en tus brazos, tus cuatro puntos cardinales, que sostuvieron tus pasos, las 4 estaciones que acompañaron las cicatrices de tus manos.

Dicen que tú y yo solo bailaremos unos cuantos orgasmos, que no podremos caminar de la mano, que no podrás vestir de blanco, que no soportaré la avalancha de sarcasmos.

Dicen que no abrazamos los mismos ideales, que nuestras banderas no tienen los mismos colores, pero no saben nada de los verdaderos amores, de esos que despedazan cualquier barrera y con una simple palabra, con una dulce mirada se recomponen.

Dicen tanto pero no saben, no saben que nuestro abrazo va más allá que rodear nuestros sueños para siempre, que nuestros besos van más allá de la piel y del alma, que nunca buscamos enamorarnos, que yo no te busqué ni tú a mí, fue el amor que nos eligió y fundió nuestras almas en alguna mirada, palabra o verso.

Dicen y dicen pero no tienen ni idea de lo que sucede cuando te hablo y se desvanece tu piel, cuando tus oidos tiritan y se abren como pétalos ante  mi boca; cuando me despojo de mis versos, y mi capa de poeta y te toco como hombre, como niño, como loco, como un tonto enamorado.

Dicen y dicen pero no saben que el amor no es un contrato, no es una promesa o un protocolo; es la locura más grande de tu vida, es lo inesperado, aquello que rompió los esquemas de todo lo socialmente aceptado.

Dicen y dicen pero nosotros no hablaremos de eso, dejaremos que el crujir de nuestra piel, la carcajada de nuestros huesos, la melodía de cada célula tuya y mía inunden el mundo con sus acordes y quizá no se callen y sigan diciendo cosas, mientras, nosotros seguiremos tatuando el cielo con nuestros besos, con la poesía de nuestras almas bailando un soneto y escribiendo cada día en nuestras pieles, innumerables versos.