Capítulo 2

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En Serena bullían muchos sentimientos conforme el auto costoso se permitía ver entre todo el paisaje campirano. Definitivamente no encajaba con el ambiente, incluso, la rubia, alta y muy esbelta mujer no parecía encuadrar en el lugar.

Asiendo con firmeza la rienda, dedujo que la rubia era Haruka, la piloto de carreras.

Repentinamente pensó en qué traería a esa mujer a un lugar como ese. Había estado en el sepelio de su padre pero a cierta distancia.

"Obvio Serena boba, la herencia y sólo la herencia" reprendió internamente.

Trató de controlarse, trató.

—Oye, ustedes ¿Son parientes?—.Preguntó Seiya en una encantadora sonrisa cuando Serena le dio un visto de soslayo. —Si es así yo... ¿Qué?—. Preguntó sintiendo la tensión en el cuerpo de la rubia, y se asió un poco más fuerte— Perdón pero debe decirse, tienen una genética preciosa.

—Bájate ya tarado —Le ordenó Serena a vez que saltó del caballo e hizo una seña a Nicolás, rodó los ojos al ver la expresión del hombre, vaya, también estaba estupidizado por la recién llegada.

Serena avanzó con Nick hasta la mujer.

—Que tal —Le dijo a secas y un relinchido se dejó escuchar seguido de un golpe seco.

—¡Estoy bien!—Gritó Seiya una vez que se levantó.

Serena entrecerró los ojos.

—Soy Haruka Tenou, Tsukino—. Corrigió y extendió su mano, pero Serena solo enarcó una ceja—. Nunca me dijeron que tenía dos hermanas, mi madre sólo —. Calló cuando Serena levantó una mano.

—No estoy interesada en saber. Por favor instálate y en breve sabremos qué determinó mi padre sobre la herencia. No creo que vayan a estar aquí mucho tiempo.

Haruka arrugó el entrecejo, odió el lugar desde que arribó, odió el sepelio y estaba comenzando a despreciar a esa chica insolente, que aunque era muy joven y tenía un rostro que parecía tallado por los mismos ángeles no le eximía en nada que pensara que era un gran y repudiado demonio por dentro.

¿Con que le demostraba su claro y sincero desprecio sin siquiera conocerla?

¿Esas tenían no?

Haruka apretó los labios y la miró de arriba a abajo.

—Mira Serena yo ...

—¡Hola! Mi nombre es Seiya Kou, somos vecinos y también soy recién llegado de la ciudad—Saludó efusivo tomándole la mano que Serena rechazó.

—Ah, sí. —Respondió Haruka a secas, mirándole como si de un bicho se tratara.

—Dados los acontecimientos, creo que habrá unos mínimos cambios en la hacienda, pero estaremos bien—. Agregó Serena acariciando el fuerte en sus manos. Haruka no dejó de mirarla.

Las dos hermanas solo se distrajeron con el ruido de un auto aproximándose. No tan llamativo como el de la corredora y manteniendo un bajo perfil la conductora se estacionó fuera de la verja.

—Hola—Saludó con seriedad la rubia de media estatura y abundante cabellera. Alta y serena, la joven levantó una mano desde lejos, Serena hizo un ademán con la cabeza y Haruka se mantuvo impávida.

—¡Hola!—Saludó Seiya con entusiasmo desde su posición. Serena enarcó una ceja.

—… soy Minako Aino, bueno—. No dijo más y titubeó un poco, parecía haber estado llorando.

—Tsukino—. Dijo aburrida Serena y empujó a Seiya— ya que andas aquí de metiche ve y ayúdale con las maletas.

—Pero ¿y Nico ?

Las Tres Tristes TigresWhere stories live. Discover now