¡¿Bell Julián?! ¡¿Quiere que me vigile a mí mismo?! Protagonista, ¡¿Tu cerebro está hecho de barro?! ¡¿Y por qué quieres vigilarme?!

"... ¿Bell Julián?" La voz de Tao Xi por poco se quebró.

"Si, ¿Lo conoces?" Un leve rastro de emoción apareció en las oscuras pupilas de Yun Xiachen.

"Si... ¿Creo?" Claro que lo conozco, al fin y al cabo lo veo todas las mañanas en el espejo de mi baño.

Tao Xi se guardó la última línea para él.

La fría expresión en el rostro de Yun Xiachen se iluminó de repente mientras decía con un tono más afable "Te pagare el triple de lo que te ofrecí en la carta, haz un buen trabajo"

Tao Xi se rió en secreto mientras asentía obedientemente "Claro claro, no tiene que preocuparse, puede enviar mi pago a este número de cuenta una vez que complete la misión, así que si me disculpa..." Tao Xi sacó una pequeña tarjeta de su bolsillo y se la entregó a Yun Xiachen antes de tratar de escabullirse.

"Un momento" La voz de Yun Xiachen volvió a su helada normalidad.

"¿Huh?" Tao Xi se detuvo y giró la cabeza en dirección a Yun Xiachen.

"El diamante, devuelvelo"

"Jaja, casi lo olvido, aquí tiene" Tao Xi sonrió y levantó las manos en muestra de renuncia, antes de rebuscar en su bolsillo y devolver lo robado.

Yun Xiachen observó el diamante que ahora estaba en la palma de su mano, luego, volvió a plantar su mirada en el hombre vestido de negro mientras decía con un tono sombrío "También quiero mi billetera devuelta"

La sonrisa de Tao Xi se puso un poco rígida, volvió a rebuscar en su bolsillo y sacó la billetera de Yun Xiachen, se la devolvió y dijo "Tienes sentidos muy afilados, presidente Yun"

Yun Xiachen estaba apunto de decir algo, cuando de repente las luces se apagaron un instante, y al siguiente momento, el único que quedaba en la gran sala del museo era solo Yun Xiachen.

El hombre de negro ya había desaparecido...

🔹🔹🔹

Devuelta en la mansión de la familia Julián, Tao Xi se tumbó en la enorme cama de terciopelo, completamente rendido. El reloj en la pared marcaba las 3:13 a.m de la madrugada, ya habían pasado muchas horas desde que regresó del museo. Cuando llegó a su casa, Tao Xi le mandó una llamada a Michelle para que abriese la puerta, solo se quitó los zapatos, la máscara y la bufanda antes de subir a su habitación.

Recordando lo que sucedió la noche del día anterior y la extraña conversación que tuvo con Yun Xiachen, Tao Xi casi no pudo pegar pestaña después de intentarlo por más de dos horas. Su cuerpo se sentía demacrado y su cabeza desordenada, pero por alguna razón no pudo conciliar el sueño.

Tao Xi suspiró con pesadez mientras daba giros por la cama, fijó su mirada en el techo y cerró los ojos.

Un minuto... dos minutos... tres minutos...

Tao Xi frunció el ceño y abrió los ojos. Se sentó en la cama mientras dirigía su mirada a la mesa de noche en la que se encontraba un pequeño reloj de bolsillo con los bordes dorados. Tao Xi dudó un momento antes de extender su mano y coger el reloj, ni siquiera él sabía desde cuándo había decidido conservar este objeto, solo recordaba que lo mantuvo con él cada vez que el sistema de Dios le asignaba una misión. Pasaron cientos de miles de años, y los orígenes de este objeto aún continuaban siendo un misterio.

Los ojos de Tao Xi eran inexpresivos mientras observaba las diminutas manecillas en el interior del reloj. El tic-tac del reloj y la respiración del hombre eran lo único que se escuchaba en el interior de la silenciosa habitación.

Engañando Al Sistema De Dios: El Villano EscoriaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang