Capítulo 9: Rompiendo las reglas

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– Tenía otro compromiso.

Alrededor de las siete empezaron a llegar los asistentes y mis piernas me temblaron al ver entrar a Elliot y Angela, señal de que Christian en algún momento se presentaría, era lógico que toda la familia estuviera presente y yo me debatía por dentro, a una parte de mí le daba miedo volver a verlo, pero la otra se moría de ganas de mirarlo, aunque fuera a lo lejos.

Minutos después arribaron el Dr. Grey y su esposa Grace, y me dio tanta tristeza al verlos tomados de la mano, sonrientes, felices y orgullosos, deseé que mis padres algún día se hubieran visto así, pero ni siquiera podían hablarse por teléfono, es más ni a mí me llaman por sus múltiples ocupaciones, según.

Un mesero pasó y de la bandeja tomé una copa de champagne que me bebí de un solo trago, necesitaba valor para el momento que inevitablemente ocurriría. La siguiente en llegar fue precisamente Mia, de la mano de su novio, del que no recordaba su nombre, pero que extrañamente su rostro me resultaba familiar, se parecía a alguien que conocía, pero no sabía a quién. De inmediato los fotógrafos se acercaron a ellos y ambos posaron, ella con una gran sonrisa y él un poco tímido, se veía que no estaba acostumbrado a las cámaras.

Siguieron llegando más invitados, incluido Scott que iba con su esposa, de inmediato me acerqué a saludarlos y él me felicitó por lo bien que el salón lucía y por toda la organización del evento, tuve que recordarle que lo había organizado en conjunto con Kate, pero él me sonrió y me dio unas palmaditas en el hombro. Me quedé hablando un buen rato con ellos y me bebí otra copa de champagne.

Después Mia se acercó a Kate y a mí y nos saludó con un gran abrazo, de inmediato noté el hermoso anillo de oro, con un diamante al centro, que portaba en su dedo anular de la mano izquierda, debía ser de compromiso, sin duda.

Muchas gracias chicas, todo está espectacular.

– No tienes nada que agradecer, es nuestro trabajo y lo hacemos con gusto – respondió Kate.

– Y los vestidos les quedaron perfectos, ustedes también van a pasar a modelar, ¿eh?

– No Mia, de ninguna manera, te lo agradezco, pero no hay forma alguna de que yo me suba a esa plataforma – dije un tanto seria y con miedo.

– Pero si te ves hermosa Anastasia, aunque yo había pensado que te pusieras el vestido rojo, no es que se te vea mal a ti Kate, para nada, pero los elegí pensando en sus respectivas personalidades.

– Por eso yo traigo el rojo, Ana es muy tímida y quiere pasar desapercibida.

– Pues yo percibo en ella un lado muy sensual que debería explotar – aseguró guiñándome el ojo.

–Mia, que cosas dices – exclamé muerta de la vergüenza, con la cara roja como tomate, si supiera cuanto había explotado esa parte con su hermano.

Entonces, vi que los fotógrafos corrían a la puerta y volteé motivada por la curiosidad y lo vi entrar, Christian Grey en todo su esplendor, vistiendo un smoking y corbata negra, con una camisa blanca, el cabello un poco más arreglado que de costumbre, pero sin perder su toque, era un monumento a la belleza masculina. Mi corazón empezó a latir a toda prisa mientras lo veía posar junto a Leila, quien lo tenía tomado por un brazo, no pensé que vendría con ella, pero claro, no podía llegar solo tampoco.

Me excusé con Mia al ver que caminaban directamente a ella y me fui a meter a la cocina, con el pretexto de ver si ya tenían listos más bocadillos. Me quedé ahí varios minutos hasta que escuché que el maestro de ceremonias le pedía a la audiencia que tomaran asiento porque estaba por empezar el desfile. Salí a ocupar mi lugar y en el camino me atajó Leila.

Ardiente TentaciónWhere stories live. Discover now