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Prendí el pequeño televisor en la sala, acomodé las medias de algodón que había sacado de mi gaveta, tiré la colcha sobre mis rodillas cubriendo las piernas del frió para luego poner la taza entre mis piernas- ¿todo bien con que te quedes sola? -pregunto Kenny sentándose a mi lado robando algo de mis bocadillos nocturnos. Asentí masticando un poco de comida crujiente.- Scott quiere que me quede en su casa luego de cenar -uso su cara de pervertida continuando el trabajo  de peinar su cabello.

Di un trago a mi agua- me parece perfecto- sonrió abrazándome pegando su cabeza a mi hombro, metiendo la mano en el bol, para comer más cereal sin leche.

Una bocina sonó a las afueras del edificio, la morena brinco del sofá tirando el cepillo en el proceso en algún lugar de la pequeña  sala, se acercó mirando por la ventana, dio dos saltos emocionada mientras saludaba-nos vemos- beso mi frente, dejando su lápiz labial rojo en ese lugar- hay te dejo las llaves de auto, no te duermas tarde -grito cerrando la puerta, sus tacones se oían por el corto pasillo hasta llegar a las escaleras.

Parpadeo varias veces, pero el sueño me estaba ganando, aquellos días anteriores en el hospital se encontraban pasándome factura.

Bostezo, cambio de canal buscando una buena película, dejo en una de las mesitas el plato.

Nueve de la noche marcaba el reloj del celular, lo bloqueó dejándolo debajo de la cama improvisada en el sola.

Dejo caer mi cabeza en la almohada acurrucándome, tratando de entender la trama.

Saque la mano de la cobija configurando el televisor para que se apagará sólo en caso de que me quedara dormida, que es lo más seguro.

"Mi papá es un gato" decía el comienzo de la película tras unas propagandas, no la había comenzado a ver desde el principio, pero se vea realmente divertida.

consistía en un padre muy trabajador que no pasaba tiempo con sus hijos, fue atropellado quedando en coma para con un hechizo reencarnar en un gato conviviendo con su familia como tal, hasta que aprendiera la importancia de ellos.

Me volteo contra la luz del televisor para conciliar el sueño, con el comienzo de una nueva película  velando mis sueños.

Imagine una novela en mi mente donde me casaba con Adam y éramos felices con 5 hijos.

Era tan perfecto ese hombre, su cabello, sus tatuajes, sus ojos.

Un zumbido se movió debajo de mi almohada, me puse boca abajo hundiendo mi cara mientras sacaba un gruñido de fondo la TV aún se podía por eso me demostraba que eran menos de las 3, la hora programada para su apagado automático.

Tanteé bajo el cojín contestando la llamada- ¿¡Ahm!? -respondí contra la almohada.

- ahm, hola Zie- del otro lado de la línea la inconfundible voz nerviosa del castaño y mucho ruido con personas gritando cosas que ni logré entender, me dijo que algo no andaba bien.

-Por lo que más quieras- restregué mi cara con la mano espabilado el sueño- dime que me estás llamando para saber cómo me encuentro, por favor-unos insultos y " te quedan 2 minutos" completaron el fondo.

- verás, no es que no me importe tu salud, te amo y sé que estas bien...

-Dereck Bieber, al grano.

-Estamos en la cárcel

Pegué un grito tan fuerte que hice chillar al castaño- ¿Estamos? ¿Quienes? Por Dios santo Dereck

-bueno, Jasón, Paulette y pues en realidad es una comisaría y el que está dentro es Justin, pero...

- ¿porque razón cada vez que me llamas en la madrugada tiene que ver con que tu hermano idiota hizo algo?

RAWRDonde viven las historias. Descúbrelo ahora