Dejó el pastel sobre la mesa, y se deshizo de su saco, para colgarlo en un perchero sobre la pared.
Escuchó algo caerse en la cocina, e inmediatamente elaboró camino a esta, encontrándose, por suerte, solo con una olla vacía en el piso, y un muchacho recogiéndola.

El muchacho se encontró finalmente con el recién llegado, y sonrió con sorpresa.

-Hola, YoonGi. Feliz navidad. -Dijo con una sonrisa sincera.

YoonGi asintió, con una misma sonrisa envolviendo su labios.

-Para ti igual, niño.

-Oye, ¿Sabes dónde está...

-Arriba, galán. Está arriba. -Dijo volviendo a lo suyo.

Agradeció en silencio, y, sin soltar la bolsa que sostenía en sus manos, se dirigió hasta el segundo piso de su departamento.
Dio largas y rápidas pisadas para llegar hasta donde escuchó un par de quejidos en su habitación.
Sonrió por inercia al ver lo que se encontraba tras la puerta, que estaba semiabierta.

Con cuidado, sin hacer ruido, abrió la puerta lentamente, hasta encontrarse dentro de la habitación, junto a una segunda persona, que se quejaba de una envoltura con la que no podía lidiar.

Entonces, con mucho cuidado de no asustarle, sus brazos rodearon todo su torso, y su pecho cubrió la espalda contraria, transmitiéndole todo el calor, que ninguna otra persona era capaz de transmitirle.

Entonces, el cuerpo contrario dio un pequeño respingo por la sorpresa, sin embargo, al identificar esos brazos, ese pecho, y ese calor inigualable, solo soltó una adorable risa, mirando hacia abajo un segundo, antes de voltearse, y encontrarse con los únicos ojos que lo hacían delirar.

-Hola. -Dijo sonriendo con amplitud.

-Hola. -Dijo de la misma forma, deslizando el cabello contrario fuera de su frente y sus ojos- ¿Fuiste de compras?

El muchacho asintió, liberando al contrario de sus brazos, para mostrarle la bolsa marrón que tenía en sus brazos, y hacerle entrega de esta.

Sonrió.

-Feliz navidad, Jiminnie.

Los ojos de Jimin escalaron hasta alcanzar los de Jungkook otra vez, y le dio una encantadora sonrisa que compartía con sus ojos la emotividad de esa pequeña sorpresa.

-Amor... -Murmuró enternecido, antes de posar sus manos sobre su cuello, y besar sus labios con suavidad, para posteriormente, rozar sus narices con ternura, mientras se observaban con dulzura- Aún no es veinticinco de diciembre...

-¿Debo esperar a navidad para darle un obsequio a mi novio?

Jimin soltó una risa tímida, mientras observaba al piso momentáneamente, para volver a observar a Jungkook con una mirada coqueta y encantadora, tan natural en su ser, como el respirar para un ser vivo.

-Yo... No tengo nada para ti, Kookie...

-Créeme, cariño... -Decía acariciando su mejilla con suavidad- No quiero nada más que a ti para esta navidad... Y para toda la vida. -Susurraba abrazando su cintura esta vez, con fuerza, sin ser brusco, pero denotando su necesidad por tener cerca a su novio- Solo ábrelo, amor...

Jimin se alejó nada más unos centímetros para abrir el obsequio, mientras Jungkook aún sujetaba su cintura con sus manos, quien observaba sus reacciones y movimientos.

Una vez desenvuelto el obsequio, Jimin hizo una expresión de sorpresa de inmediato.

-Oh, cielos... ¿Tú...

Conejito [KookMin]Where stories live. Discover now