Capítulo 11: Abuso.

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Estiro mi brazo con los ojos aún cerrados y tanteo en busca del calor de un cuerpo, pero no doy con nada. Entreabro mis ojos y me encuentro con el espaldar del sofá, parpadeo un par de veces con la fuerte iluminación. Giro mi cuerpo, me siento y veo a Nathan de espaldas a mi, sirviéndose un vaso de agua del refrigerador. Me pongo de pie, camino hacia él dando pequeños pasos lo más silenciosa posible y lo abrazo por detrás recostando mi mejilla en su espalda.

–Buenos días– dice, sonrío y me separo para que pueda girarse hacia mi.

–Buenos días.

Se inclina y me da un beso en los labios. Había algo de dormir entre los brazos del rubio que me hizo despertar con un inusual buen humor y reconfortada, él parece que despertó con el mismo ánimo que yo.

–Pensaba volver al sofá después de esto– señala el vaso de agua en su mano, toma un sorbo y me lo pasa.

–El frío me despertó– comento, bebo el agua restante y dejo el vaso sobre el mesón a mi lado.

Sus manos se ponen en mi cintura y me atrae cerca para calentarme, mis brazos rodeando su cuello acortando un poco más la distancia. Se inclina hacia mi, su mirada alterna entre mis ojos y mis labios como si quisiera pedirme permiso; presiona sus labios contra los míos suavemente, me levanta y enredo mis piernas alrededor de su cadera. Entra en su habitación y se sienta en la cama conmigo en su regazo, continuamos con el beso profundizando un poco más, sus labios se desvían por mi cuello y meto mis dedos entre su cabello. Un hocico se interpone entre nosotros y la larga lengua de Pongo se propone a degustar el rostro del rubio.

–Pongo bájate– ordeno riendo, el dálmata me lame por última vez y se va de la habitación. Nathan se ríe–. Gracias por aceptarme anoche, a pesar del horrible trato que te di antes.

–En realidad, no me trataste– opina con una sonrisa.

–Touché, pero lo siento. No merecías eso.

–No importa, entiendo tus razones– expresa con tranquilidad.

–Eres un hombre increíble– expreso acariciando su barba con mis pulgar–, eres divertido, empático y dulce como nadie que haya conocido antes.

–¿Por qué hablamos de mi ahora?– inquiere con diversión.

–Porque necesito que lo sepas– respondo– y la mujer a la que decidas darle tu corazón será afortunada.

–¿Qué dices?, no entiendo.

–Tengo que irme– suelto, fuerzo una sonrisa ladeada.

–Creí que teníamos algo aquí– dice con el ceño fruncido, quita sus manos de mi cintura y las deja en la cama.

–No dije que no, solo que tengo que irme– farfullo, me siento horriblemente culpable al ver la expresión en su rostro de desconcierto y enojo–. Los últimos tres días fueron lo mejores tres días que he vivido en mucho tiempo, pero no puedo abandonar mi vida así como así.

–¿Qué planeas hacer?

–Poner un poco de orden, hablaré con Allan y veremos qué resulta de esto– explico, muerdo el lado interno de mi mejilla–. Si te prometo que volveré... ¿esperarías por mi?

Infiel.حيث تعيش القصص. اكتشف الآن