Capítulo 2: Dudas.

9.1K 377 16
                                    




Estoy en mi segundo día sin Allan y no me he dado tiempo a extrañarlo ya que mi cabeza sigue dándole vueltas a todo el asunto. Apenas había podido dormir en la noche pensando en eso. ¿Me habría mentido Allan?, ¿por qué habría de hacerlo?, ¿está ocultándome algo de verdad? ¿y debería actuar?

En la mañana esperé su llamada, pero nunca llegó. Entonces llamé a Lily.

Jade, hace tiempo que no oía de ti– contesta alegre.

–Sí, no soy mucho de salir si no es con Allan– digo–, sabes que estaba pensando en teñirme el cabello y pues, quería un poco de ayuda para elegir un color.

¿Qué?, ¿por qué?– inquiere confundida–. Tu cabello es precioso así.

–Gracias, pero no sé, un cambio no vendría mal, ¿qué te parece rubio?

–No lo sé, el rubio depende del tono aunque yo nunca me lo pondría– responde, asiento sin decir nada– ¿Lo consultaste con Allan?

¿Por qué debería consultarlo con él?, es mi cabello.

–No, aún no– murmuro–, pero planeo hacerlo.

¿Por qué no intentas un cambio más pequeño?– propone–, como mechas rosas.

–¿Crees que el rosado es mi color?

¡Por supuesto!

–Huh, tendré que pensarlo.

Puedes ir a un salón y ellos te darán mejor recomendaciones que yo.

–Tienes razón, gracias– expreso y cuelgo.

Huh. Si alguien tiene el cabello rubio, definitivamente, no es Lily.

Me dirijo a la cocina para almorzar, Pongo me acompaña.

–¿Ahora qué piensas amigo?– le pregunto a mi mascota– ¿Por qué diría que fue Lily?, si conoció a una chica o tiene a una amiga en el trabajo rubia, me lo puede decir, no soy celosa.

Mi celular comienza a sonar y tengo que volver a la habitación a buscarlo.

–Hola amor– contesto con una sonrisa, me alegra ver que no se ha olvidado de mi como creía.

Cariño, ¿cómo amaneces?

–Sola– bromeo y ríe–, ¿y tú?

Pues... yo igual, te extraño.

–Yo también.

¿Y has hablado con Lily recientemente?– pregunta y mi ceño se frunce–, he tratado de comunicarme con ella, pero no contesta mis llamadas.

–Hablé con ella hace un rato, que extraño– informo.

¿Ah si?, ¿sobre qué?, ¿te dijo dónde estaba?

–Nada importante y no lo mencionó, tampoco le pregunté. Fue muy breve la conversación.

Ya veo, tendré que seguir llamándola. Hablamos luego, tengo que salir.

–Bien, te amo.

Yo también– dice y cuelga.

–Eso fue muy extraño, Pongo– comento y me cruzo de brazos– ¿Cómo sabía que había hablado con Lily?, ¿o fue una simple casualidad?, porque yo no creo en casualidades.

El dálmata ladra un par de veces. Suspiro pensativa. ¿Estará espiándome?

Accedo a YouTube, al canal que lleva la serie que había estado viendo. Encuentro un correo de contacto, pero me detengo antes de hacer algo más. Seguro querrán transmitir todo como con las otras parejas, no puedo exponer a Allan de esa forma y mucho menos si no me está siendo infiel. Medito un momento mis opciones. Me voy a Google a investigar y en los primeros tres links me ofrecen tres opciones de diferentes agencias o compañías de investigaciones privadas. Sin embargo, uno de los links más abajo llama mi atención

–Detectives e Investigadores Privados Maxwell– leo en voz alta, de las tres que había leído antes, esta es la que tiene mejor nombre.

La página habla sobre las sedes que tienen alrededor del país y las asociaciones con otros países del mundo para investigaciones internacionales, la historia de la empresa, su trayectoria y los servicios que ofrecen. Al pie de la página está la información de contacto, un correo y dos números de teléfono.

¿Debería llamar?

Honestamente no sabría qué decir, no soy buena hablando por teléfono. Me muerdo el labio inferior y copio la dirección de email, entro a la aplicación de Gmail y redacto un email lo más elaborado posible no muy segura de qué exactamente debería decirles o qué quieren saber. Justo antes de presionar el botón de enviar, recuerdo que Allan tiene mi correo abierto en su celular.

–Eso pudo estar muy cerca– farfullo, hundo el entrecejo–. Puedo crear otro.

Me dispongo a abrir una nueva cuenta con datos no tan precisos, redacto de nuevo el correo y esta vez si lo envío. Exhalo con pesadez. ¿Cuánto tiempo tardarán en responder?, tengo miedo ahora, ¿qué tal si Allan me descubre?, no quiero que piense que estoy dudando de él de alguna forma. Aunque si contrato investigadores privados es porque técnicamente dudo de él ¿no?, ¿qué acabo de hacer?, soy una tonta.

Me desplazo a la cocina y tomo asiento frente a mi plato de pasta. Que pereza. Mis días son así de aburridos siempre. Lavo mi plato, me sirvo un vaso de agua y me tiro en el sofá de la sala a ver televisión.


Me despierto sobresaltada al escuchar el timbre, Pongo comienza a ladrarle a la puerta y me pongo de pie estirando mi espalda. Debí quedarme dormida.

–Hola, ¿puedo pasar?

–Hola Jake, adelante– me hago a un lado con una sonrisa, me da un beso en la mejilla y entra– ¿Que te trae por aquí?

–Allan me dijo que estaría unos días fuera de la ciudad y pensé en venir a ver cómo estabas– responde encogiéndose de hombros, se agacha y acaricia a Pongo–, ya sabes, porque nunca estás tanto tiempo sin él.

–Que dulce de tu parte, gracias– expreso, lo invito a pasar a la sala y tomamos asiento en el sofá–. Estaba dormida cuando tocaste.

–Puedo notarlo– comenta señalando mi cabello y me río intentando peinarlo un poco.

El dálmata viene a hacernos compañía y se acuesta en el espacio entre nosotros con su cabeza en mi regazo.

–¿Tienes planes para esta tarde?– pregunta, levanto la mirada del cachorro y lo miro con el ceño fruncido.

–No, nada aparte de llevar a Pongo al parque.

–¿Irás ahora?

–Huh si, debería– murmuro chequeando la hora en mi celular.

3:00 p.m., reviso además, las notificaciones que recibí en las ultimas dos horas y veo la respuesta al correo que mandé. ¡Ah caramba, respondieron!, me pongo de pie sin decir nada.

–Entonces puedo acompañarte– propone, pero ni siquiera alzo la mirada hacia él.

–Iré a arreglarme– informo y me dirijo a mi habitación.

Abro la respuesta y la leo rápidamente.

"Buenas tardes, señorita Wembley.

Le informamos que estamos interesados en su caso, uno de nuestros agentes se reunirá con usted personalmente para discutir los términos y condiciones de nuestra empresa e información más detallada sobre la persona a la que desea investigar. Si nos facilita un número de teléfono podremos comunicarnos con usted lo más pronto posible para planificar la dicha cita. Que tenga un excelente día."

Contesto el correo enviando mi número de teléfono y advirtiéndoles sobre la ubicación de mi esposo.

Infiel.Where stories live. Discover now