Simplemente Bella © || Trilogía Híbridos #2 ||

capítulo 27: Una cena peculiar

~Capítulo 27~
|Una cena peculiar - parte 1|

Malia

Nunca fui aficionada a las fiestas del Instituto, odio estar rodeada de personas alcolizadas y el horrible olor del tabaco. Así que cuando Damon me propone ir a una fiesta me niego rotundamente, no me gustan esos ambientes.

- No, ni en mil años... - le digo por quinta vez en el día. El mantiene su rostro sereno, cosa que me parece sospechoso, ya que antes estaba enojado por mi negativa.

- Bien, no es una fiesta... Es mas bien una cena - me dice y cuando me volteo para observarlo, el me esta mirando fijamente.

- ¿Hablas de la cena con Ryder y el nuevo Alpha? - le pregunto dudosa.

- Exacto, te lo llevo diciendo hace mas de dos horas.

- Ah... Perdón, es que dijiste la palabra fiesta y ya no escuche más - sonrió culpable. El pone los ojos en blanco y suspira.

- ¿Entonces vienes?

- ¿Tengo opción acaso?

- No, eres mi mate... Mi Luna, debes acompañarme. Pero si te sientes mal no puedo obligarte a ir - me dice y yo asiento.

- Acepto, tengo curiosidad de ver al nuevo Alpha... Aun no entiendo porque tengo esa sensación de querer conocerlo - le comentó confundida.

- De hecho es normal, cuando un nuevo Alpha nace todos tienen esa sensación de querer conocerlo. Así que créeme que no eres la unica con esa sensación - me explica y yo asiento mas tranquila.

- Por cierto, tengo hambre - le comento y me voy acercando a el. Sus ojos están prestando atención a quien sabe que, así que no nota cuando mis ojos se tornan rojos como la sangre.

- ¿Hace cuanto que no bebemos sangre...? - me pregunta mi loba.

- Desde que robamos sangre del hospital... No voy a poder controlarme con las inmensas ganas que tengo de sangre - le respondo y me contengo clavando mis uñas en sofá que se encuentra a mi lado.

Si continuó así voy a morderlo... De hecho no se como me pude controlar tanto como para no hacerlo antes.

- ¿Estas bien...? - la voz de Damon me hace volver mi atención a el y particularmente a su apetecible cuello, puedo sentir la sangre correr por sus venas y eso solo hace que mi sed de sangre aumente.

- Tienes que irte... Consige algo de sangre o- me quedo muda cuando Damon por decisión propia se corta la muñeca y me la ofrece. Una descarga se apodera de mi cuerpo y rápidamente tomo su mano y clavo mis colmillos en su muñeca.

El alivio recorre mi cuerpo, su sangre es deliciosa, nada comparado a otros tipos que probé. Siento como Damon gruñe y se muy bien el porque, mi mordida causa deseo y el que sea mi mate solo lo incrementa más.

- Debes parar... Yo tampoco soy bueno controlandome cuando se trata de ti - me dice y yo solo preciono mas mis colmillos contra su muñeca causando que el suelte un gemido.

- Malia... - dice y antes de que pueda reaccionar, me encuentro en el sofá y con el encima mío.

- Hazme tuya... Por favor - le ruego, mi loba es quien esta tomando el control y yo solo soy espectadora de aquel suceso.

- No tienes que pedirlo dos veces, Bella - me susurra al oido y seguidamente comienza a repartir besos por todo mi cuello hasta bajar a mis pechos y apretarlos por encima de la tela de mi vestido.

Sus caricias me hacen gemir y no puedo evitar gritar una y mil veces que soy suya, cosa que lo excita mucho más. Cuando la ropa desaparece, yo ya me encuentro preparada para lo que viene, y así las horas pasan mientras que Damon me hace suya una y otra vez.

- Tal vez no seamos la pareja más amorosa, nisiquiera estamos cerca de serlo, pero nos amamos tanto que lo demás no impprta - le digo en un susurro. Creo que el sexo me vuelve sentimental.

- Te amo, bella - me susurra al oído cuando nos acostamos para dormir, mi cuerpo estaba agotado gracias a las multiples veces que el estuvo entrando y saliendo de mi -. Lo eres todo... Me volvería loco sin ti, Malia - me dice antes de que mis ojos se cierren.

(...)

Mi cabeza estaba hecha un lío, no sabia que ponerme para aquella cena y eso me ponia de mal humor. Damon ya esta listo y dejame decirte que si con ropa de calle es guapo, con traje ya es algo de otro mundo, creo que la frase de "Es un Dios Griego" le queda corto a alguien como el.

- ¡No se que demonios ponerme! - grito y le tiro una almohada a Damon. El me mira de reojo y recoge lo que le arroje.

- ¿Por que la agresión? - pregunta con una sonrisa y luego observa la montaña de ropa frente a mi.

- No tengo que ponerme...

- ¿Pero si tienes aquí un montón de vestidos...? No entiendo.

Hombres... No entienden nada.

- No importa, usare este... Es el unico que llamo mi atención - le digo y el asiente para luego mirarme fijamente -. ¿Que miras...?

- Lo hermosa que eres, no importa que eligas... Te veras muy bien, bella - me dice y me da un beso en la frente. Quien diría que el sería una persona tierna, sinceramente cuando le conocí nunca pensé que el fuera así de lindo y tierno, mas aun con esa apariencia seria que tenía todo el tiempo.

- Gracias... - le digo e intento ocultar mis mejillas rosadas de la vergüenza.

El me sonríe y creo que me morí y estoy en el paraíso. ¿Como alguien tan lindo y apuesto como el se fija en mi...? Alguien que odia vestirse con prendas ajustadas y seguir ordenes.

Creo que al final el cambio me vino bien, ahora puedo ser yo misma sin temer a que me digan algo. En la ciudad era complemente diferente, arreglarme para ir a trabajar era lo normal y aunque lo odiara, no tenia opción si quería mantener un empleo.

Suspiro ante los recuerdos y agarro el vestido para luego colocarmelo.

Con el vestido puesto, procedo a mirarme al espejo de la habitación. Creo que estoy bien... ¿Así se debe vestir para una cena importante, no?

- Mierda... Si que eres perfecta.

La voz de Damon me hace girar y verlo ahí parado observandome sin ningún disimulo.

- ¿Eso significa que estoy bien? - le pregunto acercandome a su cuerpo caliente.

- La palabra perfección te queda corta, bella - me dice y toma mi rostro entre sus manos para besarme y como es obvio, yo le correspondo con ganas de mas.

- Tengo hambre... - le digo separándome. El sonríe y me da acceso a su cuello, mis colmillos salen por instinto y sonrió antes de morder su cuello, su sangre me hace vibrar en todas las zonas posibles.

Sin darme cuenta el me esta haciendo suya nuevamente...