Intento número 5

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Misión 5: Revisa su habitación.

Bon ya se encontraba algo fastidiado, intentó de todo y lo único que logró fueron unas heridas y el número de Freddy. Eso último no era del todo malo, ¡pero él quería el número de Bonnie! 

Ahora no estaba en la pizzería, algo muy sorprendente para su amiga Joy, pero esta se decepcionaría al saber que estaba por revisar la habitación del chico. Su gran amigo pelirrojo, notarse la ironía, le pidió que vaya a buscar unos apuntes y como dice el dicho, "aprovecha el bug". 

Entró a la primer puerta del pasillo, encontrándose con un pulcro baño, luego llegó a la segunda y se encontró con una habitación algo amplia. En el centro de la pared frontal había una cama individual con edredón beige y  diseño de flores, a cada lado había un buró con lámparas y otras cosas. Del lado derecho de la habitación había un escritorio con una laptop y junto a él una guitarra negra con detalles morados, del lado izquierdo estaba un pequeño armario y junto a él un perchero con una bolsa de hombro beige. 

Fue directamente a al escritorio no sabiendo que podría encontrar, pero de repente sintió la puerta abrirse junto a unos pasos. Corrió directamente para salir de la habitación, pero ya era tarde, los pasos se escuchaban demasiado cerca. Con desesperación miró a todos lados deteniéndose en la cama, se agachó levantando levemente el edredón comprobando que allí cupiera y al ver que si lo haría se metió sintiendo su corazón latir a mil.
Pronto se sintió la puerta abrirse y un peso sobre la cama, levantó levemente el edredón y ahogó un grito al toparse con unos zapatos.
Enseguida una música comenzó a sonar, al parecer se trataba de una llamada.

—Hola Usagi, ¿qué sucede?—, al parecer Bonnie había atendido, se concentró en como se sacaba los zapatos dejando a la vista unos zoquetes morados.

—No estoy de humor, preferiría descansar, ¿comprendes?—, ahora el chico caminaba por la habitación hasta estar del otro lado, el peliturqueza le siguió con la mirada y se volteó para observarle mejor.

—Está bien, iré—, luego de un suspiro supuso que el chico colgó porque tiró el celular encima de la cama.
Se sentía un acosador, ¡pero no podía evitarlo! No todos los días estás en la habitación de tu crush.

A penas vio al chico salir del cuarto se levantó, caminó en dirección a la puerta y sonrió cuando reconoció el sonido de la ducha; aunque ahora llevaba consigo un gran sonrojo por la idea de que su amor platónico estaba en la misma casa y, probablemente, desnudo.
Caminó con rapidez hasta el living, tomó una libreta que se hallaba sobre una mesada que dividía este de la cocina y salió orgulloso de su hazaña.

Conclusiones de la misión 5: No tengo su número pero vi sus medias....
¿eso cuenta?

Cómo conseguir su número por Bon J. SmithDonde viven las historias. Descúbrelo ahora