45: Tu deseo se hizo realidad

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Hola, gente bonita. Comenzamos con las revelaciones, así que prepárense un té antes de leer y mantengan sus preguntas en mente que poco a poco serán respondidas. Mañana es mi cumpleaños así que si quieren regalarme algo, que sean muchos comentarios y votos en este cap :) ¡Disfruten!

Capítulo 45 | Tu deseo se hizo realidad

¿Les ha pasado que tienen a una persona siempre a su lado y, de repente, de un segundo a otro, esa persona desaparece?

A pesar de que los primeros días fue algo doloroso, Tom tuvo razón. Que se marchara nos hizo bien a ambos, finalmente todo comenzaba a calmarse. Empecé a rendir mucho más en el trabajo, no llegaba a medianoche a casa para evitarlo, y había comenzado a explorar una nueva etapa con Nathaniel, una que nunca imaginé. No, no éramos novios, ni una pareja formal, pero me quedaba con regularidad en su casa, a veces él en la mía y simplemente era fácil estar juntos. La presión de la competencia, al menos para mí, fue diluyéndose.

23:58hrs. Nate:

¿Estás lista? ¿No tienes miedo?

Le sonreí a la pantalla de mi móvil.

23:59hrs. Maggie:

¿Por qué debería tener miedo?

23:59hrs. Nate:

Estás a punto de hacerte más vieja.

En pocos segundos sería mi cumpleaños. Me hubiese gustado estar con él en ese momento, sin embargo pasó todo el día y la noche en el departamento audiovisual. Estábamos en primavera, pero eso solo significaba que faltaba poco para comenzar a preparar los comerciales del verano, así que el departamento que le tocó esa semana le consumió la existencia con tanto trabajo.

23:59hrs. Maggie:

Más viejo será tu trasero.

Justo cuando se hicieron las doce y para muchos ya era mi cumpleaños —en realidad yo había nacido a las dos de la tarde, así que exactamente no era mi cumpleaños todavía—, escuché golpes en la puerta de mi apartamento. Me levanté del sofá y pausé la serie que estaba viendo para poder abrir.

Solté una risilla cuando me encontré a Nathaniel y a Nemo, éste último con un pequeño ramo de flores entre sus dientes.

—Feliz cumpleaños, Margaret Juliet —susurró él con un mohín divertido antes de acercase a mí y depositar un suave y húmedo beso en mis labios.

Sonreí y sentí mis mejillas arder.

—Te hacía en tu casa o en el trabajo.

—Sé que a veces soy mala persona, pero no dejaría que pasaras tu cumpleaños sola —dijo guiñándome un ojo y entregándome las flores que su perro llevaba entre los dientes.

Le permití entrar a mi apartamento y Nemo se hizo espacio primero que él, acostándose en el sofá y quedándose dormido treinta segundos después. Nathaniel sacó una botella de champán de una bolsa y la abrió, sirviendo en dos vasos —no tenía copas en casa—, quitándole un poco el glamour al momento pero no había remedio.

—Brindemos —propuso levantando su vaso y obligándome a que hiciera lo mismo.

— ¿Cuál es el motivo del brindis?

—Que ya alcanzaste un cuarto de siglo, Wright. Que eres una mujer exitosa, y que finalmente tú y yo estamos en paz.

—Salud —choqué mi vaso con el suyo y me apresuré a dar un sorbo.

Vendiendo el amor © ✓ [Vendedores #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora