[El Chico De Lindos Ojos] [Frededdy]

[Forty]

Bueno...había dicho que estaba EMPERRADA no?
Pues me nominaron para una historia de 8 capítulos largos.

D""":

Estoy EMPERRADA por que si hago esa historia no podré publicar la otra hasta que termine aquella nominacion ;; - ;;
Ustedes decidirán si la hago o no.

🐻

Fred subió corriendo y vio a su lindo esposo llorando mientras cubría su carita.

Se acercó preocupado, vio el teléfono en el suelo pero decidió ignorarlo y sentarse a su lado para poder mimarlo y así calmarlo.

— ¿Que pasó, Freddy?

— E-ella...ella m-me llamo...-abrazo al mayor.

— ¿Ella...? Estas hablando de...¿Tu madre? -Pregunto correspondiendo el abrazo.

— Si...e-ella me l-llamo...y y-yo no supe q-que decir...-su voz entrecortada lastimaba el corazón del azabache.

Fred simplemente se levantó, se dirigió al armario y sacó una de sus grandes camisas. Volvió a sentarse al lado de su amado y le cambio la camisa que tenía poniéndole la suya, la cual tenía impregnado su aroma.

El castaño empezó a calmarse un poco, le agradaba el aroma de su esposo y aquello lo calmaba.

— Ya mi vida...no debes ponerte así...ella no volverá...-Beso la frente de Freddy para seguir calmandolo.

Freddy asintió y se acostó en la cama dejándose cubrir por la manta que Fred le ponía encima.

— Descansa...-Sonrió y se levantó para recoger el teléfono que había dejado caer Freddy.

Salió de la habitación y noto que la llamada aún seguía en línea, no había sido terminada aún.

— ¿Hola? -Puso el teléfono en su oreja.

— Hola...¿Freddy se encuentra bien? -La voz preocupada de una mujer se hizo presente.

— ¿Señora...Jones?

— S-si...

— Señora...¿Sabe que Freddy no quiere hablar con usted?...-bajo las escaleras.

— Lo se pero...Sólo quería saber como estaban mis hijos...

— Señora Marian...-suspiró viendo como los niños cesaban tranquilos- No es por ser maleducado pero...usted los abandono...los dejo a su suerte y ahora viene a preguntar por ellos...¿Usted está bien?

— Yo...soy cociente de lo que e hecho y estoy muy arrepentida por aquello...

— Sinceramente...no se si creerle señora. -Se acercó a la mesa y le entregó una servilleta a Molly- Molly por favor limpia la boca de Alex...

— Si, Fred~ -Molly limpio la boca del niño con la servilleta.

— ¿Es la Molly que yo conozco...? -La voz de la mujer se escuchaba entusiasmada- ¿Es mi hija Molly?

— Pues...es la misma Molly que abandonó unos años atrás...no se si la conozca. -Su voz salió un poco enojada.

— Yo...