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Desperté sin saber dónde estaba y durante dos minutos estuve en stand by.

Miré la hora y marcaban las 11:36 de la mañana. Era buena hora o eso pensaba, ya que no tenía la sensación aquella tan incómoda de cuando duermes en una casa ajena y te levantas antes que todos y no sabes que hacer con tu vida.

Me mire en un espejo que estaba en el armario. Llevaba la sudadera de Chan y unos pantalones de deporte cortos de Felix. Mi coleta estaba algo desecha así que me la arreglé antes de bajar para ver si había alguien despierto.

Baje y me encontré con la madre de Felix y con Chan preparando el desayuno.
Una de las cosas en las que me fijé, es que Bang Chan era muy responsable en ese aspecto y ayudaba en las tareas de la casa.

- ¡Buenos días! - la madre de Felix me saludó animada.

Chan desvió su mirada hacia mi y una sonrisa simpática apareció en él.

- ¿Quieres desayunar? - me preguntó.

A lo que yo respondí ayudandoles y sentandome en la mesa.

- ¿Es cómoda la sudadera? - me preguntó Chan - aunque ya te habrás acostumbrado a ellas. - río.

Ese comentario hizo que me tensara y riera por lo bajo.

- Buenos días familia. - suertudamente apareció Felix bostezando debido a que aún tenía algo de sueño y se sentó entre Chan y yo.

- ¿Qué tal has dormido? - me preguntó Felix mientras cogía una tostada y le echaba mantequilla.

- Bien. ¿ Y vosotros?

- Mal, Felix ronca.

- Si roncara, no hubieras dormido. - contestó Felix.

- Es que no lo he hecho. - dijo Chan.

El bullyng a Felix.

Después de vestirme y darles las gracias a los padres de Felix y a ellos dos por acogerme, me fui a casa ya que como soy así de lista, olvidé sus regalos en casa la noche anterior. Me tocaría ir esa noche o al día siguiente.

Lo que tenía previsto para esa tarde era ir a ver a Woojin ya que sería su última tarde trabajando antes de que le dieran las vacaciones y así entregarle su regalo de Navidad.

Llegué a casa y llamé a mis padres, pero no me lo pudieron coger, seguramente estarían trabajando.

Trabajar hasta el día de navidad, que se supone que es festivo para todos, que genial.

Directamente fui a la ducha y cuando salí de ella me vestí. Era la hora de comer y se notaba, no me comía la mesa, porque no podía.

Abrí el frigorífico y no había absolutamente nada excepto
yogures naturales y ensaladas, pero no tenía otra cosa.

>Mensaje de Minho.

Minho:
Alysa
14:46 pm.

Minho:
alySAAAA
14:46 pm.

Minho:
ALYSAAaaaaAaaaa
14:46 pm.

Tu:
qué
14:48 pm.

Minho:
estás en casa?
14:49 pm.

Tú:

14:49 pm.

Tú:
por?
14:50 pm.

Dos minutos después, mi timbre estaba sonando. Supuse que era Minho porqué me dejo en visto. Y efectivamente lo era.

Abrí la puerta y me lo encontré con un abrigo casi más grande que el, una bufanda y una amplia sonrisa que hizo que sus ojos casi desaparecieran.
Me pareció tan tierna esa estampa que nisiquiera me salió saludarle.

Me aparte y le dejé pasar.

- ¡Feliz navidad Alysita!

Minho me dio un abrazo muy fuerte y se quitó el abrigo para sentarse en mi sofá.
Me dio una bolsa y deduci que dentro estaba mi regalo de Navidad, realmente no me lo esperaba, pero Minho, además de ser un metido, era todo un caballero y muy atento en todos los sentidos.

Pasé a mi habitación a por su regalo e hice lo mismo que él.

- ¡Feliz Navidad Minho!

Primero el abrió su regalo. Era una caja grande y a él se le habian iluminando los ojos. Dentro de la caja grande había una blusa que vimos hace un mes y que a Minho le encantó, pero no podía comprar por su precio.
Cuando Minho vio la blusa, no supo reaccionar, me miró con la boca abierta y me dio un abrazo. Me susurro un "Eres la mejor" y siguió con el regalo.

Gracias a Dios por las benditas rebajas de Navidad.

Ensima de la blusa, también había una caja pero algo más pequeña, la abrió y entonces fue cuando soltó una carcajada y me dio otro abrazo algo más durarero. Dentro había una especie de marco para colgarlo en algún sitio alto y una foto nuestra del pasado verano en la que salimos riendo y abrazados, sin posar a conciencia. La foto la tomó Woojin en el momento exacto, no sabíamos ni que estábamos siendo fotografiados, y por eso me gustaba tanto. También había un vale hecho por mi, a lo casero, que decia:

Vale por un: te invito un cubo de pollo frito, pero sólo está vez.

- ¡Después de ver tus regalos los míos son un asco! - reprochó Minho haciendo un puchero - ¡No lo abras!

- Eres idiota.

Cogí su regalo y lo saqué de la bolsa.

El primer regalo era duro, lo abrí sin más y me encontré con algo con lo que mis ojos se iluminaron. Era un libro el cual llevaba queriendo comprar y leer hace dos meses. Era estupendo.
El segundo estaba algo más blandito, lo abrí y era un gorro negro con unas letras bordadas en blanco. ¡Me encantaba! Además de que invierno solía llevar muchos de ese tipo.

- ¡Minho!

Minho me corto y fue a su abrigo a sacar algo.

- Se que son muy cutres pero, ¿te acuerdas cuando fuimos a graduarte la vista y te dijeron que te hacían falta gafas y te probaste unas que al final no compraste por dinero? - Minho sacó otra bolsita más pequeña y yo no daba crédito - toma...

Abrace a Minho como unas 56 veces. Las gafas eran algo que necesitaba en mi día a día para la Universidad o para cualquier cosa en la que necesitará usar bien la vista, ¡ Y además eran unas gafas que me encantaban! Minho sería un metido, pesado e insoportable algunas veces, pero era mi mejor amigo y lo quería demasiado.

Después de aquellos, Minho y yo fuimos a comer y pasamos la tarde juntos.

Eso de las ocho y media casi nueve, me despedí de él ya que iba a cenar con su familia y volvió a casa.
Cuando llegué vi a alguien en mi puerta.
Cuando vi de quien se trataba, mi primer pensamiento fue huir, pero no entendía porque.
Un temblor con una mezcla de sorpresa se apoderó de mi.

¿Qué hacía Bang Chan en la puerta de mi casa?

-Jan.

Hoodie | Bang Chan Où les histoires vivent. Découvrez maintenant