Emo Agreste

Final..

Félix

Me quedé paralizado hasta que vi a la profesora, tenía curiosidad de porque se quedaba ahí mirando el show que hice ahí, hasta tenía palomitas.

Me acerqué y le pregunté - ¿Profe, porque nos eligió a Bridgette y a mi para la palabra "perdón"? - Eso me tenía curioso.

Ella al escuchar mi pregunta se río y dejó las palomitas en la mesa.

- He notado que los noviazgos en esta aula se han marchitado y decidí recordarles de forma sofisticada el porque - Espera, entonces quiere decir que..

- ¿Quieres que me disculpe con Bridgette? - Ella asintió.

- No sólo tu, si no Bridgette por golpearte y tratarte mal - Dijo en forma justa.

- Pero lo merezco - Iba a seguir pero era el turno de mi profesora.

- Nadie lo merece, ni tu, ni Lila o Luka, eso es demasiado cruel para un malentendido - Tal vez tenga razón, pero...

- Bridgette no piensa lo mismo - Y aparte sólo me insulta.

- Siempre habrá alguna forma de que ella comprenda lo que hizo, sólo fue un malentendido por parte de ella - Es cierto.

- Gracias, Madame - Agradezco que ella me entienda y me de una oportunidad, ya no se ven esos profesores.

- De nada, Agreste ¿Una palomita? - Me ofreció la profesora.

- Si, gracias - Tomé una y me la comí - Se parece mucho a cuando fue zombizou (o como se escriba) - mencioné.

- Mi único objetivo era que todos amaran - Es cierto.

- Quisiera que así fuera - Me retiré, pues sonó la campana.

Las clases siguieron su rumbo, pero algo percibía mi mente...

¿Como me disculparé?

Seguro mi azulita querrá hacer el proyecto a la carrera y no podremos hablar.

¿Me ayudará decirle lo que me dijo la profesora?

¿Que aportes le daré para pedirle perdón?

Ojalá esto fuera más fácil, pero no se si con oír lo que dijo Lila le baste.

Ella es algo necia en cierto punto, hasta llegar al egoísmo.

Pero nadie es perfecto, nadie.

Al salir de clases, Bridgette me vino a recordar sobre la hora del proyecto.

Ya sabía dónde estaba su casa, no me lo recordaría.

Al llegar a casa, me cambié el atuendo para bañarme y quitarme el sudor.

Me vestí, peine mi cabello con flequillo, me puse colonia y desodorante, me puse talco en los pies, etc.

Y tal vez exagerado, pero tenía que estar presentable.

Salí a las 6 pm para tener más tiempo para hablar con ella, hasta que vi a un señor dejar caer una bolicha y la recogí.

Cuando me di cuenta, ya estaba cayendo de un edificio.

Lo se, suena como una historia de un drogadicto.

Pero sólo se que estaba cayendo de un edificio y Ladybug me salvó.

- Ladybug... ¿Que pasó? - Pregunté con un dolor de cabeza.

- Te intentaste suicidar después de tocar una bolicha - Ni las drogas producen esos efectos - Ya no están ese color verde neón en tus ojos ¿Verdad?