Capítulo 7: Falling away with you

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- Discúlpeme, teniente... -dijo Connor, con la mirada entristecida. Pero Hank se dio cuenta de que era fingido. Enseguida las manos del joven se encaramaron en la nuca de Hank y pudo notar como el chico aprovechaba la cercanía para pegar su cadera contra la del mayor, haciendo presión en los puntos estratégicos. Hank sintió un escalofrío-. Lo echaba mucho de menos después de lo de anoche... no podía parar de pensar en usted –ronroneó, sonriendo seductoramente mientras una de sus manos caminaba lentamente por el cuello del teniente.

Hank le cogió de las manos con fuerza y lo apartó. No quería caer en ese juego otra vez.

- Mira, Connor...- se separó del joven, que lo perforó con la mirada en señal de advertencia, como si le estuviera diciendo "ten cuidado con lo que me vas a decir". Su LED empezaba a brillar de color amarillo.

La conversación se interrumpió un segundo porque un joven policía entró al baño. Pidió disculpas al ver al teniente con el joven desconocido delante de los lavabos, pero Hank actuó con normalidad, intentando demostrar que era lo más normal del mundo estar hablando con alguien en el baño tanto rato.

Mientras el joven orinaba, se escuchaba el chorro caer entre el sepulcral e incómodo silencio que se había instalado entre los dos hombres, que se miraban atentamente, intentando comunicarse a través de los ojos. Hank se había dado cuenta de que Connor lo miraba con deseo, y eso, aunque no pudiera remediarlo, le había encendido una llama muy profunda en su ser.

Aquel joven apuesto y endemoniadamente perfecto, de todos los hombres que podía escoger, lo deseaba a él.

El sonido de la cadena del váter siguió a la puerta del cubículo y en unos segundos volvieron a estar a solas. Hank intentó retomar la conversación, pero Connor se adelantó.

- Lo de anoche... –le dijo, con voz melosa, mientras salvaba la distancia que les separaba. Ahora era él quien acorralaba a Hank contra la puerta de un cubículo-. Quiero que se repita –hizo una pausa que aprovechó para manosear a Hank por todo su pecho, bajando hasta sus caderas-. Ahora.

Y con decisión, agarró el paquete de Hank por encima de la ropa.

El teniente no pudo evitar sentir un respingo involuntario mientras abría los ojos de par en par. El androide se le abalanzó sobre los labios, buscando besarlo, aprovechando que Hank se encontraba sorprendido. Y nuevamente, Hank no pudo resistirse. Supo en su interior, que aquello era lo que había estado deseando toda la maldita mañana. En ese momento, con los labios suaves y deliciosos del androide sobre los suyos, se sintió nuevamente vivo. Gimió de forma involuntaria y sin darse cuenta, rodeó al androide con sus manos, incluso apretando una de sus nalgas de forma posesiva.

- Dios mío, ¿pero qué estamos haciendo? – murmuró en un momento de lucidez, cuando Connor liberó su boca para mordisquear el lóbulo de su oreja. Sentía el corazón latirle en la garganta.

-Sé que lo está deseando...–dijo con una sonrisa divertida, sobre su oído, haciéndole cosquillas.

El androide, con una de sus manos abrió el cubículo donde tenía acorralado al teniente y entraron al interior como una estampida, cerrando la puerta tras de sí. En aquel reducido espacio, ambos hombres dieron rienda suelta a la pasión. Hank comenzó a jadear de anticipación, mientras le abría la camisa al androide, dejando su pecho al descubierto, llenándolo de besos y saliva. Mientras tanto Connor agarraba la ya incipiente erección del mayor a través de los pantalones, deseando bajarle la cremallera para sentir su suave y deliciosa piel. Hank, que se sentía tremendamente excitado, no sabía si por el riesgo de que los descubrieran o porque se había quedado con ganas de más la noche anterior, no quería juegos ni preliminares; fue brusco y demandante; cogió al androide por los hombros y le dio la vuelta con rapidez, pegando el pecho del joven a la puerta del cubículo.

Forbidden [HANK x CONNOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora