Capítulo II: Partida

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Hola chicos y chicas, parece que este fanfic ha tenido muy buena acogida, por lo que ahora os traigo un nuevo capítulo. Espero que les guste y como siempre muchas gracias por leer.

***

Los visitantes habían llegado al Paso de Rose hace más de una semana, y seguían instalados en una de las torres que se les asignaba a los huéspedes temporales. En este tiempo, Mikasa había notado que su padre estaba preocupado, que comía poco, y que además mantenía el semblante serio y la mirada triste.

Todo esto fue a raíz de la visita de su amigo. En todos estos días, había observado que tanto su padre, así como sus hermanos y los recién llegados no salían por varias horas de la sala de reuniones; los soldados realizaban más entrenamientos de lo habitual, las forjas trabajaban sin pausa, mientras que por otro lado, se preparaban provisiones de comida para un batallón entero. Mikasa no era ninguna tonta, por lo que dedujo que su padre se iría a disputar alguna batalla, ya que esa era la única explicación posible para tanto alboroto.

Nadie le había dicho nada, pero eso sabía que tanto su padre como sus hermanos, irían a combatir. La pregunta que se hacía la joven, era... ¿Contra quién?, ¿Quién sería capaz de desafiar al Gran señor del paso?, si de todos era conocido la buena relación que existía con el gobierno. Sabía que si cualquiera se atrevía a desafiar al Paso de Rose, también desafiaría a todo el reino.

Había atardecido, caminaba sin prisa por uno de los enormes pasillos dirigiéndose a sus aposentos, cuando el joven que había estado todos estos días incomodándola (otra vez), hizo acto de presencia. 


—¿Mi Lady, puedo acompañarla?—preguntó Jean.

—Estoy un poco cansada mi señor, en otra ocasión tal vezcontestó Mikasa, esquivando perfectamente a Jean.

—No le agrada mi presencia, ¿verdad?, no tiene por qué negarlo mi Lady. Si lo desea me retiraré. Siento molestarla—se giró sobre sus pasos y se fue caminando lentamente.

—No es eso....no me molesta en absoluto mi señor—respondió Mikasa no queriendo herir con su comportamiento al joven.

Jean le confesó a Mikasa que le había estado siguiendo porque quería hablar con ella, quería conocerla mejor, y hacerse amigos. Mikasa lo miró de forma extraña no fiándose de él, pero después notó que su mirada no era para nada falsa, por lo que decidió seguir su intuición y comenzar a hablar con él. Además recordó que su padre le había advertido, que no quería malas formas ni malos comportamientos con las visitas. Por lo que fingiendo que le agradaba la presencia de Jean, lo acompañó e hizo de buena anfitriona, enseñando cada lugar importante de la imponente fortaleza.

El joven visitante, no había dejado de pensar en ella, había escuchado rumores de que la Dama del Paso de Rose, era una mujer bastante complicada, que había rechazado a muchos pretendientes; más ricos o más pobres, nobles de alta cuna e incluso de la realeza. Pero él no era el tipo de hombre que se rendía sin dar batalla. Por lo que convencido de su flechazo, convenció a su padre, para que en cuanto se saldara el asunto de honor con los Ackerman. Le diera su permiso para pedir oficialmente la mano de Mikasa, a su padre Grisha Jaeger.

Sin embargo, antes de que sea su esposa, Jean deseaba que ella también lo quisiera como compañero de vida. Nunca le había gustado las imposiciones, por lo que deseaba casarse con la persona que lo aceptara tal y como él era. Su familia no tenía ni la mitad de las riquezas que abundaban en esa fortaleza. Sin embargo eran de sangre noble, y si ella lo aceptaba, él se aseguraría de que nunca le faltara de nada.

La Dama del Castillo (Rivamika)Where stories live. Discover now