-¿Puedo pasar? -
-Ya estas dentro ¿Qué se te ofrece? -Ella me mostró una mirada triste antes de dejar su bolso sobre el sillón de la sala y seguido de eso sentarse y hacerme una seña para que imitara su acción, cerré la puerta y me senté frente a ella.
-Sé que lo que hice estuvo mal... demasiado mal a decir verdad, papá y mamá estaban furiosos, no sabían que lo haría, tiene razón mi hijo no es de Elle, es de un tipo con el que me embriague en un bar, me corrieron de la casa -ella comenzó a llorar, me miro a los ojos y sentí un poco de pena por ella. -Sé que lo que te hice estuvo mal, vine a disculparme, mañana me voy, conseguí un empleo y debo hacerlo, mis padres me quitaron todo, prácticamente me desheredaron, ¿no les entra el remordimiento por mi estado? -
-Cuando tuviste tú, algún remordimiento por todo lo que me hiciste, me arruinaste la vida y lo sabes, rompiste la confianza de mi marido y mía, no te cansaste hasta que lo pregonaste a los 4 vientos y aun así vienes aquí a pedir una disculpa y esperas ¿que yo acepte como sin nada? -
-Y también quería saber si me podrías prestar un poco de dinero, te digo nuestros padres me cancelaron las tarjetas y prácticamente estoy en la calle, mis amistades todas me bloquearon y practicante me ignoraron cuando fui a casa de alguna, mi vida esta arruinada y reconozco que yo sola lo hice -
-¿Cuánto dinero necesitas? -Me levante del sofá y fui por mi bolso a la cocina pues ahí lo había dejado, ella me sonrió un poco cuando me vio sacar mi chequera.
-Para empezar necesito 10,000 para irme y si me podrías enviar mensualmente mínimo 50,000 te lo agradecería mucho -esa sonrisa cínica que puso me hizo enojar, cerré la chequera de golpe.
-No te voy a estar manteniendo Kanade, estas lo suficientemente grande como para trabajar, debiste ser inteligente e invertir en distintas empresas como yo lo hice, si esto te ocurrió fue por tu culpa y yo no voy a pagar los platos rotos -ella me miro desafiante.
-¿Qué te cuesta darme lo que te pido? Elle prácticamente está forrado en dinero y tu mejor ni se diga, además juntaste aún más cuando trabajaste de fotógrafa, que me estés dando dinero no te afectaría en nada -
-Tienes razón, tal vez no necesite tanto el dinero, pero definitivamente no te lo regalare a ti, mucho menos después de todo, tú estás loca Kanade, te agradecería que te retiraras de mi casa y no regresaras -me levante y señale la puerta pero esta no se levantó, ni siquiera se movió del lugar.
-Si tu no quieres no me queda más remedio que pedirle a tu esposo, tal vez me lo de a cambio de sexo, le diré que no sea tan salvaje como siempre, ya sabes podría lastimar al bebe -lleve mi mano a mi cabeza y comencé a masajear levemente mi sien.
-Vuelvo a repetirlo solo una vez más... vete de mi casa ahora Kanade, lo que te pase o no es tu problema -ella me miro desafiante como en los viejos tiempos, pero ahora yo no baje la mirada, la enfrentaría pase lo que pase.
-Por qué no te callas y vuelves a tu verdadero ser... sumisa, me agradabas más mojigata, ahora solo eres una idiota cornuda -le di una bofetada antes de que continuara con su montón de incoherencias, suspire al tiempo que escuchaba la puerta abrirse.
-¿______ Amor? ¿Qué pasa? -Se acercó a mí y me sujeto de la cintura sin apretarme.
-Nada Kanade ya se iba -le respondí soltándome de su agarre y caminando asía las escaleras.
-De hecho no cariño, quería hablar contigo -el tono de voz seductor que hizo me molesto asiendo que chasqueara la lengua mientras seguía caminando.
-Vamos a mi despacho hablar mejor -la vi irse detrás de él, sentí una lagrima en mi mejilla, me gire un poco e intente contenerme.
-Elle si haces una de tus tonterías... -
-Tranquila mi amor no pasara nada -
