IX

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"Con 'c' de cobarde..."

Ay lunes, el tan odiado lunes...

¿Qué podía esperar Kevin de un lunes? Nada bueno, nada alegre, nada interesante.

Ah, pero que no te engañen los lunes y el sabor amargo que te deja cuando suena la alarma en la madrugada. Ese lunes era importante, según le repetía Nazz mientras caminaban por la acera.

Así como su mejor amiga repetía, ese lunes todos estaban emocionados, deseosos de llegar a la escuela, al instituto, el colegio, la carcel, el purgatorio... Como quieran llamarle.

"Debe estar por acá," la rubia caminaba rápidamente, abriéndose camino por entre la multitud, buscando un mejor ángulo para observar el boletín de anuncios que contenía las confesiones de su grado. "Apurate Kevin."

El pelinaranja no tenía el mínimo interés en ver aquellos papeles, estaba bastante harto del tema a decir verdad.

Pero al llegar al frente y observar el rostro de su amiga, que miraba el boletín de manera nerviosa, decidió seguir la vista de ella hasta toparse con lo que tanto le había sorprendido.

'Debo confesar un amor, tan mío y tan ajeno, de un chico por otro chico. Un tímido niño de ojos azules tan fuertes y penetrantes... -C'

La confesión se había quedado ahí, y al parecer Nazz no era la unica que había notado esa confesión pues ahora todos a su alrededor comenzaban a comentar sobre el posible 'C' y el no tan misterioso chico de ojos azules.

Observó el resto de las confesiones, revelando algunos que otros amores, relatos pervertidos, anécdotas con profesores, ya fueran divertidas o destilando odio por ellos. Algunas eran interesantes y otras símplemente no merecían ser leídas.

"Muevan su trasero bola de tarados," gritaba el enano de Eddy mientras empujaba a todos a su alrededor para pasar, incluyendo a Kevin.

"Me tocas una vez más y voy a enterrarte con vida, enano." Escupió prácticamente con odio cada palabra.

"Lo que digas, zanahoria podrida." Le sonrió de manera burlona, mientras escaneaba el boletín y todas las confesiones.

Todos a su alrededor, o al menos todos los consientes de una de las notas en particular, esperaban impacientes la reacción del pequeño arrogante. Su mejor amigo el nerd tenía un admirador secreto, otro hombre al parecer, y eso era una de las cosas que más los sorprendía.

Era gracioso la manera en la que todos sabían a quien iba dirigida la nota, solo habían dos personas con los ojos azules en todo el lugar, y solo uno de ellos era tímido, y ese era Edd.

"Mira Eddy, Doble D tiene novio." Comentaba risueño, con voz estúpida y riendo el gran Ed. Que había llego justo en ese momento, seguido de un muy fatigado Doble D.

"Debo dejar de seguirlos," decía por lo bajo el delgado muchacho mientras intentaba mantener la compostura. "Necesito ponerme en forma."

Kevin sonrió para si mismo, aquél pobre niño no mejoraba ni intentando soplarlo.

"Así que la dulzura tiene amores," Nathan se encontraba justo al lado del mas aclamado joven en toda la mañana, aquél que aún no podía regular su respiración y que era ajeno a la idea de que todos hablaban de él.

"¡La nota ha sido muy dulce, Doble D!" Comentó Nazz con alegría. "¿No te interesa saber quien es?"

"¿L-la no-nota?" Ahora se percataba de todos los ojos puestos en él, pero principalmente en unos color esmeralda.

"¿Quien ha sido el idiota?" Gritaba Eddy. "Si es una broma le voy a partir el trasero a todos."

Nadie hablaba, nadie se movía, todos por primera vez se encontraban genuinamente sorprendidos y alguno que otro un poco aterrados por Eddy, su semblante había cambiado, sus ojos tenían un brillo indescriptible. Era como si hubiesen encendido una bomba en su interior.

Doble D observaba la nota, y con su rostro completamente rojo decidió arrancar el pedazo de papel que había causado tanto alboroto. ¡No decía su nombre y ya todos habían especulado lo peor!

Volteó una última vez para encontrar los ojos esmeralda, pero estos estaban fijos en sus manos, las manos que mantenían presionada la nota a su pecho.

Quizás ahora Kevin pensaba lo peor, sintió una punzada en el pecho y su corazón se estrujó un poco. Habían muchas cosas por aclarar, pero nadie daba el primer paso.

¿De verdad lo había besado? ¿Por qué no le hablaba? ¿Por qué no hacía nada?

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¡Les juro que no puedo creer todo el amor que esta recibiendo la historia! ¡Ustedes son geniales, les agradezco un millón las estrellitas, los comentarios y las vistas!

PD: perdónenme los errores ortográficos.

Corazoncitos y limones,
sabrina.
💞

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