VII

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"Ni más, ni menos..."

Dos centímetros más aquí, y dos más por acá... ¡Listo!

"Creo que si lo volteas un poco más a la derecha quedaría perfecto." Y tomó otra foto, era demasiado perfecto y gracioso el momento como para no capturarlo y guardarlo en su galería, podría incluso usarlo como un chantaje luego.

"Basta, Eddy. Hemos realizado todo el trabajo, ¡ocupa algo de tu fuerza y tiempo, no solo dependas de nosotros!" Llevaban largos minutos de aquélla calurosa mañana acomodando lo que sería uno de esos inventos que tanto hacían, y por "llevaban" se refería solo a Ed y él, Eddy no había hecho mucho.

Como todos los sábados, casi religiosamente, Edd se levantaba a las 7:00 de la mañana para preparar y comenzar un día productivo, comenzó por cortar y podar la grama, cosa que a los minutos despertó a su vecino de enfrente de muy mal humor, así que para evitar una pelea decidió dejar el trabajo a mitad.

Luego a las 8:05 de la mañana, mientras salía de tomarse una ducha y se preparaba para hacer el desayuno, Eddy llegó a su casa tocando la puerta como un desquiciado, asegurando haber creado el mejor de los planes, de tener en su cabeza el mejor de los inventos, ese que como todos los inventos anterior les dejaría cantidades inimaginables de dinero, pero que como todos bien sabían terminaría siendo un fracaso.

"Alguien debe mirarlos y decirle como van las cosas," aseguró el pequeño. "Y ese debo ser yo."

Quedando a su lado, Doble D y Ed bajaron de lo que parecía ser un enorme tobogán conectado en el principio a una pequeña caja y luego al final terminando en una quebrada. Esta vez la idea de Eddy había sido un poco mas compleja, una de esas ideas que para salir bien necesitaba días de preparación, pero para Eddy eso no existía. Hoy o nunca, decía.

Así que frente a la quebrada, cerca de sus casas pero lo suficiente lejos como para no causar problemas, habían creado algo similar a una máquina de nieve. El verano casi se marchaba, pero aún quedaban días calurosos. Así que Eddy aprovechó la oportunidad para hacer llegar la nieve antes de tiempo, o al menos esa era la idea. ¿Y por qué hay un tobogán que termina en una quebrada? Ni idea, un poco más de diversión quizás...

Megáfono en mano y con un cajón de leche para poder verse más alto, Eddy gritaba su genial idea, atrayendo a sus primeras víctimas: Sarah y Jimmy.

"¿Y esto que es?" Jimmy había decidido preguntar, pues era obvio que Sarah prefería estar en cualquier otro lugar menos ese y no le interesaba en lo absoluto el invento de Eddy.

"Básicamente mientras camines podrás ver nieve, eliminando el calor veraniego que aún queda, luego comenzarás a caer como estilo tobogán y terminarás en la quebrada." Explicó de manera sencilla el chico de la gorra.

A la hora de crear los inventos cada uno de los Eds servía para una cosa, o mas bien, cada uno tenía un rol designado; Eddy los imaginaba y se encargaba de las ventas, Edd los ponía en practica, era quien hacía los planos, indicaba materiales y daba el último diseño o modelo del invento, por último estaba Ed, el gran muchacho de poco cerebro que servía para el trabajo pesado.

"¡Y mientras esté la nieve podrán ver a Santa!" Gritó Ed.

Sarah rodó los ojos, era demasiado temprano para escuchar las estupideces que decía su hermano, pero para él nunca era demasiado temprano o demasiado tarde.

"¿Cuanto cuesta?" Los ojos de Eddy brillaban en anticipación, como imaginandose el dinero en sus manos.

"Dos dolares por persona," Jimmy pareció pensarlo, después de todo hacia calor, era un día aburrido y tenía el dinero.

Todo MíoWhere stories live. Discover now