WHO ARE YOU - CADENAS DEL ALMA (PARTE III)

22 5 2
                                    

Todo ha terminado una vez más...

¿Cómo puedo permanecer así luego de todo lo que me ha ocurrido? ¿Por qué no puedo dejar reposar mi mente alguna vez? No se trata de algo que me permita evitar a toda costa, solo que simplemente ocurre, y ocurrió... desde aquella vez que me di cuenta que mi padre nunca dijo la verdad, ni a mi madre, ni a mí. Lejanos esos días cuando saboreaba el polvo en cada entrenamiento, lejanos esos días cuando mis manos sentían desgarrarse con cada esfuerzo realizado, todo para poder desenmascarar a aquel sujeto que vio en nuestros rostros un crudo delito: el de la confianza.

Y sí, la gente ha de tener siquiera una pizca de confianza en cada paso que da, ¿verdad? Muchos andan preocupados, es cierto; otros ansiosos por el futuro que este les depara. Algunos se encuentran agobiados por las horas que les va a tomar separarse de sus familias, de sus pasatiempos, de sus alegrías más sinceras, y el más optimista sonríe tímidamente hacia el horizonte como señal de fuerza y ahínco propio. Saberlo no me cuesta mucho, pero no me queda la menor duda de que sea quizás el más pesado de los castigos que llevo sobre mis hombros.

Caminar siempre será mi momento favorito del día, incluso después de cumplir con todo lo que me había dispuesto a hacer. Caminar y caminar, destinada a cruzar las modernas y a la vez viejas calles que rodean este mundo tan extraño, hasta llegar a lo que considero un poco más mi mundo, mi hogar, y aunque parezca tan solitaria, es algo que me puede cobijar más que una fiel compañía, pero justo hace un momento, acaba de ocurrirme algo increíble.

Si se me permitiese hacer una única pregunta al mundo sería... ¿con qué circunstancia me sorprenderás esta vez? Sí, esa pregunta suelo hacérmela muy a menudo, no importa que se trate de una pregunta que cualquiera pueda tomar como absurda. ¿Acaso seré sorprendida por la vida? ¿Acaso será... la muerte? Pues hoy... hoy creo que más que sorprendida...

Fui bendecida...

Me encuentro cerca de llegar. Las calles parecen pacíficas luego de lo contrariadas que se encontraban hace instantes. Pero más allá de mi inusitado sosiego, la oportunidad que poder dar con aquella señorita no fue siquiera una casualidad, una coincidencia. Comandante Park...

Es usted una persona... increíble.

¿Cuál será el aperitivo del día de hoy? La avidez no es tan pertinente esta mañana gris. Creo que no tengo que complicarme tanto y pediré algo sin previo aviso, como siempre ha sido...

Aguarden... ¿qué le sucede a ese sujeto? ¿Por qué habría de pararse en medio de la calle y bajo ese síntoma tan grave de nerviosismo y agitación? No puedo estar equivocada, realmente está esperando a alguien, o quizás... buscando a alguien. Se mantiene observando a todos lados, los gestos que preside no son los de una persona normal. Lo observaré por unos momentos más.

— ¡RAYOS! ¿CÓMO PUDE SER TAN IDIOTA AL DEJARME ENGAÑAR POR ESA...? ¡DÓNDE ESTÁS! ¡PREGUNTÉ DÓNDE...! ¿A DÓNDE TE FUISTE...? NO... NO PUDISTE HABER IDO TAN LEJOS...

Puedo escucharlo... puedo... entenderlo. Definitivamente busca a alguien, pero... ¿por qué de esa forma? ¿Acaso ha tenido algún tipo de altercado con dicha persona? No, creo que se trate de algo que pueda pasar desapercibido.... Esperen... ¿a dónde se dirige? Va con muchísima prisa. Diablos, ¿cómo podría seguirlo sin que se dé cuenta?

Muy bien, aquí voy.

— ¡¿EN DÓNDE ESTÁS, EN DÓNDE TE ENCUENTRAS?! HOY TAMBIÉN ÍBAMOS A JUGAR COMO AYER... ¿EH? ¿NO ME DIGAS QUE YA TE ABURRISTE? NO, NO ES POSIBLE QUE TE HAYAS ABURRIDO... ¡NO PUEDES ABURRIRTE DE MÍ!

WHO ARE YOUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora