¿VALOR?

7 0 0
                                    


No tenía corazón para hacerlo, pero debía disparar a aquel bastardo, hijo de puta. 

Había estado a punto de matar a Alyx y sabía que si no me daba prisa en eliminarlo la situación podría dar la vuelta y ser yo la apuntada con una pistola. 

Pero matar así, a sangre fría... No estaba preparada para ello. 

Él me sonreía descaradamente percibiendo mi duda. Un chorro de sangre me dio mal sabor de boca provocándome nauseas que intenté controlar como pude. 

La visión de los dos cadáveres masacrados a mis pies me perseguía aun sin mirarlos. El recuerdo de Alyx tirada en el suelo con un cuchillo de cocina clavado en el costado se había tatuado en mi corazón. Pero aun así dudaba. El odio se me había acumulado ardiendo dentro de mi. Pero seguía dudando.

Él dio un paso hacia mi y yo apoyé mi dedo en el gatillo. Dio dos pasos más acercándose y percibí el brillo del cuchillo en su mano izquierda. Agarré el arma con más fuerza y puse mi cuerpo en posición de disparar. El cabrón frenó en seco al darse cuenta de mi movimiento, pero seguía sonriendo. Me lanzó, entonces, un beso y se puso a correr velozmente. 

Por un momento me quedé paralizada, pero el miedo me hizo reaccionar y disparé. Con uno ya hubo suficiente. Cayó redondo con un agujero rojo entre ceja y ceja. 

Me sentí peor, vacía, sin sentimientos y llena de rencor. ¿Por qué? Se lo merecía, había sido en defensa propia, pero, aun así... 

Él había ganado. Me dijo que desde que yo lo había conocido mi vida había cambiado y que nunca sería lo mismo a partir de entonces. Tenía razón, en todo. 

Ya no pude ser feliz ni durante un instante, ya no pude olvidarlo y, aquel vacío interior, me ha perseguido hasta estos últimos días de mi vida. 

MICRORRELATOSWhere stories live. Discover now