capítulo 26

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La despedida.

Jueves había llegado y eso significaba una cosa; mi hermano volvía a Argentina.

El camino al aeropuerto fue más largo de lo que recordaba o simplemente eran las ganas de que ese momento nunca llegue, que mi hermano no se vaya.

Camil y luci fueron al Instituto a pesar de haber insistido dos días seguidos para acompañarme. Pero yo no quise, razon: había un 99% de probabilidades de que lloré, lo abrace y no lo dejé ir o que cuando se vaya me venga un ataque de pánico por estar triste, y no quería que mis amigas estén ahí para verme sufrir, ya vieron bastante de eso.

Cuando llegamos a la terminal, bajamos la valija de jonah y entramos. El desde la mañana cada vez que estábamos al lado del otro me abrazaba, así que puso su mano en mi hombro y empezamos a caminar.

Mi paso a medida que avanzabamos se hacía más lento y jonah lo noto.

-- te daría un abrazo aquí pero no tiene sentido, vamos a volver a darnoslo en veinte minutos.

--voy a necesitar de todas formas más de dos-- respondí yo. El rió y me abrazo, apoyo su cabeza sobre la mía y así estuvimos dos minutos hasta que un tipo nos gritó por estar en el medio del camino.

El hizo el check in (cuando dejan las valijas para que las lleven al avion) y nos fuimos hasta donde me dejaban acompañarlo. Yo estaba parada en frente de el. Y lo miraba mientras el veía el largo pasillo que le esperaba cruzar para por fin volver con su novia y su vida cotidiana. Mis ojos se llenaron de lágrimas y hice el mejor esfuerzo para que no caigan, el me volvió a mirar y supe que es lo que pensaba; el quería irse pero no me quería dejar. Sonreí a el si algo había aprendido es que es el mejor hermano del mundo.

-- me vas a extrañar?-- pregunte con un intento de sonrisa.

-- te extrañaré, más de lo que piensas. Pero cada vez que te quiera recordar pensaré en el día que me dijiste en coreano que tu profesor era un idiota y toda la clase estaba ahí viéndote. Fue épico!-- su risa me hizo reír también cosa que agradecía, porque si no estaría llorando.

-- Yo recordaré cuando te atragantaste por tratar de comer con los palillos-- volvimos a reír pero fuimos interrumpidos por la llamada a la gente de su vuelo.

--asme el favor de no encerrarte en tu mundo y alejarte, esa no es la forma de resolver problemas-- su voz mostraba preocupación y me hacía sentir que por lo menos que había alguien más en mi familia que me apoyaba aparte de madi.

-- lo se... tu no metas la pata con Rachel. Quiero ir a tu boda pronto.

--tengo diecisiete años, dímelo en unos años-- respondió con tono medio dramático haciéndome reir y olvidar por unos segundos el porque estábamos aquí pero al recordarlo mi sonrisa se fue y baje la mirada-- Dios... odio las despedidas-- dijo agarrandome del brazo para acercarme y abrazarme.

No quería llorar pero me era imposible retener las lágrimas que amenazaban por salir de una vez. Así que las deje salir.

Nos separamos y pude ver que no era la única llorando. El también lo hacía. Jonah limpio sus lágrimas y luego las mías.

-- si seguimos llorando es mejor que pidamos de esos carteles que dicen "atención, piso mojado".

-- Entonces, no sigamos. Que tengas un buen viaje.

--ten cuidado al volver.

--aja...

--todo estará bien, si?

Asenti con la cabeza y el me volvió a abrazar por unos minutos. Asia que este era nuestro último abrazo antes de que se vaya asi que lo abrace fuerte. Nos volvimos a separar y nos sonreimos. El se dio la vuelta y empezó a caminar y en la mitad volteó la cabeza para verme ahí parada esperando ya no verlo para irme.

¿Me haces mejor o peor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora