Capítulo 6: Arrepentimientos

Start from the beginning
                                    

– Sí, pero, bueno, a mi edad mis papás ya se habían casado y yo ya había nacido – yo no deseaba eso, pero fue lo único convincente que se me ocurrió decir.

– Y por eso ahora están divorciados, tienes una larga vida por delante Anastasia, eres brillante en tu profesión y tienes mucho futuro ahí, el matrimonio y los hijos vendrán después, todo en su adecuado momento.

– Lo sé, supongo que me entró un poco de depresión por estar sola en mi cumpleaños – dije mientras pensaba que fue lo mejor que pudo haberme pasado.

pero, te prometo que a partir de hoy seré la misma chica responsable de siempre, no más llegadas tarde ni divagaciones en horas de trabajo.

– Tampoco quiero un robot Anastasia, sólo quería asegurarme de que estuvieras bien.

– Y lo estoy, mejor que nunca, ¿puedo irme a mi oficina?

– Anda, que tienes mucho trabajo.

Me dirigí a mi oficina y Kate me siguió para saber el reporte de la mini charla que había tenido con mi jefe, entramos y ella cerró la puerta y se sentó frente a mí mientras yo daba la vuelta al escritorio para ocupar mi lugar.

– ¿Qué te dijo Scott?

– Que estaba preocupado por mí porque últimamente llego tarde y ando distraída.

– ¿Y tú qué le dijiste?

– Que era una crisis por mi cumpleaños.

– Sí, claro, pero a mí sí me vas a decir la verdad.

– No tengo nada, sólo estoy saturada de trabajo y por lo mismo anoche no pude dormir, estoy estresada por el coctel que tendremos mañana, aún faltan detalles, por cierto, tenemos que ir al salón.

– Sí, en verdad es un evento importante el de mañana, pero tú estás rara desde tu cumpleaños, algo sucedió ese día que no sé porque no me lo quieres decir – abrió los ojos como platos y se llevó las manos a la boca – Jack al fin te pidió matrimonio, por eso andas así, toda nerviosa y ansiosa, te dio tiempo para pensarlo y por eso aún no traes puesto el anillo, mala amiga, con que ocultándome información.

– Que buena imaginación tienes Kate, Jack no me ha dado ningún anillo ni me ha pedido nada, ¿no recuerdas que me dejó plantada el día de mi cumpleaños?

– Bueno, es que no encuentro otra razón para tu repentino cambio, obviamente no se trata de un amante, no te atreverías a engañar a Jack y menos con lo...

– Perfecto que es – la interrumpí porque ya me sabía esa línea de memoria – ¿tan aburrida soy?, como para no buscarme un amante que me entretenga mientras mi novio no está – ¿eso era en realidad ese extraño para mí?, ¿sólo un pasatiempo para mitigar mi soledad?, y si era eso porque cada día que pasaba anhelaba y deseaba más y más estar con él sin importarme lo demás.

– No eres aburrida Ana, simplemente eres una chica con valores que ama a su novio y que jamás haría algo que pudiera dañarlo – se levantó de la silla – ¿a qué hora vamos al salón?

– Después del almuerzo.

– Vale, entonces iré por mi bolso porque ya sólo faltan cinco minutos para la una.

Hoy hacía exactamente tres semanas desde mi último desliz, me había costado trabajo resistirme, tenía que reconocerlo, había noches en las que flaqueaba y tomaba el móvil, pero me obligaba a mí misma a ver la fotografía que nos tomaron a Jack y a mí en Disneylandia para tomar valor y evitar llamar al extraño. Curiosamente Jack se había dado más tiempo para estar conmigo, cenábamos juntos tres veces a la semana y todos los domingos habíamos ido al cine y entonces me sentí más culpable, porque si él estaba teniendo ese comportamiento es porque había notado algo raro en mí.

Ardiente TentaciónWhere stories live. Discover now