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Nota de la autora: ¡Gracias por su paciencia! Bueh, respecto a lo que les pregunté la otra vez, sobre cómo se imaginaban a Natalie, ninguna acertó con la chica que yo tengo en mente. Para mí la perfecta Natalie es Jessica Stam (foto en multimedia), aunque claro ustedes pueden imaginarla como quieran :).

En fin, las dejo con el capítulo. Espero que les guste! <3 Gracias por leer.

***

Diría que lo más extraño, desde que empecé mi relación con Zayn, es cuando chicas me reconocen en la calle, me piden fotografías o incluso son capaces de ir a visitarme a la cafetería para preguntarme por One Direction, manteniendo la esperanza de ver a mi novio yéndome a buscar. Aún así no es nada tan terrible, ni tampoco se ha vuelto desagradable, en lo absoluto, la mayoría de las chicas se comportan bastante bien frente a mi presencia, por lo que tampoco es como si fuese a oponer quejas al respecto. Siempre supe que ese era un detalle con el que tendría que aprender a lidiar si quería estar con Zayn. Y valía la pena, pues Zayn es un chico maravilloso conmigo. Cualquier cosa por él merece la pena, y francamente, creo que hay peores cosas que me quedan por hacer para estar con él...

Esta tarde Zayn me ha venido a visitar a casa. Pedimos una pizza y así aprovechamos de hacerle compañía un rato a mi abuela. Hace un rato que hemos acabado, y ahora yo me dedico a lavar los platos mientras que él los seca.

-¿Sabes? -me dice de repente-. Creo que va llegando la hora de llevarte a uno de los ensayos de la banda.

Enmudezco durante los primeros segundos y me concentro en continuar con mi labor.

Joder, no quiero. No. No gracias.

¿Cómo se supone que me niegue? Es decir, tarde o temprano va a pasar, es un hecho. Y en realidad, mientras antes, mejor. ¿No?

Pero, mierda... Me asusta la idae de tener que ver a Harry de nuevo. Aunque, si me detengo a pensarlo, ¿Qué tan terrible puede ser? Definitivamente no será peor que nuestro último encuentro, ¿No?

Mi voz interna trata de convencerme de algo de lo que no estoy cien por ciento segura.

"Tranquila, Ashley, todo está superado. ¿Recuerdas?"

-¿En serio? -pregunto, tratando de disimular el temblor de mi voz- ¿Por fin dejarás de esconderme de tus amigos? -bromeo.

-¿Esconderte? ¿A ti? ¿Estás bromeando? -dice, alzando una ceja, para acercarse a mí y darme un fugaz beso en los labios-. Jamás.

Trato de corresponderle a su sonrisa, esbozando una torcida línea con mis labios.

-Así que... ¿Qué dices del viernes?

Estoy jodida.

(...)

Tuve que llamar al trabajo excusándome de que supuestamente estoy enferma y que no me será posible ir así. Afortunadamente, mi jefe está consciente de mi impecable registro de asistencia a la cafetería, y confía ciegamente en que no faltaré a menos de que en realidad sea necesario. Y ciertamente, esta vez lo es. No pretendo fallarle a Zayn.

Busco en el armario ropa que resulte lo suficientemente casual como para asistir a un ensayo de una banda. Termino eligiendo un vestido negro, sencillo y veraniego; mis zapatos de tacón alto del mismo color; y acompaño la combinación con una preciosa cartera Chanel que Zayn me regaló en nuestro primer cumple-mes.

Estoy nerviosa y un montón de emociones me invaden, hasta aplicarme el labial rosa pálido me resulta difícil. En parte quiero ver a Zayn cantar otra vez, pero por otro lado, la idea de tener que encontrarme con Harry me espanta.