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Enero 8, 2017
13:23 pm

Observó a Dallas atragantarse con su hamburguesa y no puedo evitar reírme. Pedimos muchos hamburguesas para ir pidiéndolas de a poco sin tener que esperar, porque se que mi amigo en cinco minutos más va a querer comer otra más, porque es que este chico no se queda satisfecho si no se zambulle al menos unas tres. O dos si es que son de las grandes. Mastica y bebe de su bebida antes de volver a mirarme.

—Y bien, ¿Vas a decirme ya donde te metiste después de la fiesta?— Pregunta nuevamente entre mordisco. Como también y rodeo los ojos. —Joder, tío. Desapareciste de la nada. Si no es porque me envías ese mensaje unas horas después, hubiera puesto a todos los Titanes a buscarte.

Me rio a carcajadas entre mordiscos. Estoy seguro que las papas fritas a medio comer dentro de mi boca no son una linda vista, pero es que este chico es como mi hermano menor. Me ha visto hasta los bolas, e incluso hacemos competencias de puntería mientras meamos. Nada de lo que ninguno de los dos podamos llegar a hacer, podría ser más vergonzoso que lo que ya hemos vividos como amigos.

—Ni siquiera me acuerdo de haber enviado eso. Imagínate mi estado.

Él tambalea la cabeza. —Te he visto peor.

—¿Ah si?— Arrugo el ceño y vuelvo a mascar. —¿Cuando?

—Para tu cumpleaños de los dieciocho— Responde encogiéndose de hombros. Unta una papa en la mostaza y sigue. —Cuando acabamos en la playa a las seis de la mañana y comenzaste a mear en círculos. Vomitaste tres veces luego de subirte a ese juego que gira, del que por cierto te caíste dos veces sin ser consciente de ello. Al final despertamos desnudos cubiertos de arena. Nos detuvieron y nos llevaron a comisaría con la poca ropa que encontraron flotando en el agua.

Me comienzo a reír tan fuerte que la gente a nuestro alrededor se gira a mirarme.

—Y Kylan fue a pagar nuestra fianza con un rostro de tres metros— Digo asintiendo con la cabeza. —¡Lo recuerdo!— Sigo riendo.

—No, no te acuerdas. Eso te lo conté yo a los dos dias después, cuando Kylan y Alice por fin me dejaron salir del arresto domiciliario en el que me tenían— Él tiene razón, no me acuerdo nada, pero es cierto. Tenía arena en todas partes, porque de seguro nos metimos al agua y luego rodamos en la arena y en la mierda que sea que hayamos hecho aquella noche. —Aunque bueno, tampoco es como que yo recuerde del todo como terminamos así.

—Tenias solo dieciséis— Me burlo. —Kylan me metió mierda a mi también por incluirte en mis malas ideas.

Dallas se comienza a reír y también veo sus papas fritas medio molidas. —Esa vez fue la primera vez que borré cassette.

—Si, era una mala influencia.

—Lo sigues siendo— Concluye apuntándome con una papa frita, haciendo volar una gota de mostaza hacia mi camisa.

—Joder tío— Me quejo. —Con lo que odio esa mierda— Él simplemente se ríe.

Me termino de limpiar con la servilleta y llamo al Garzón para pedirle que me traiga dos de las miles de hamburguesas que pedimos.

—Termine en un hotel cinco estrellas— Respondo a su pregunta finalmente, cambiando el tema.

Dallas casi escupe su comida. —¿En un hotel?

Asiento. —Y con un pastel de recién casados de tres pisos.

Él se comienza a burlar. —¿De que sabor era el pastel?— Pregunta, siendo completamente irrelevante.

Perfecto Engaño | Titanes III |Where stories live. Discover now