Capitulo 28

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Tres años después

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Tres años después.

No ha sido para nada sencillo cuidar de estos dos diablillos y de
nuestra hermosa pero rebelde princesa.

Bella ha logrado finalizar sus estudios, luego de recuperarse del embarazo y de adaptarse a la nueva vida como padres todo finalmente se ha estabilizado, de cierto modo claro, ya que con estos pequeños revoloteando por toda la casa nuestras vidas están de cabeza.

Jamás pensé que cuidar de nuestros hermosos bebés daría tanto trabajo, son incansables, siempre están con energía, apenas sale el sol se despiertan y no se vuelven a dormir hasta la noche, en todo ese tiempo se pasan jugando a las escondidas, a la pelota y gran parte del día se la pasan jugando en la casa del árbol que hemos mandado a construir, decidimos que lo mejor sería pedirle a alguien que la construyera, así no habría duda de que todo sería perfectamente seguro para nuestros hijos, no hay forma de que puedan caer y lastimarse o de engancharse con algo, todo fue planeado meticulosamente, para que todo sea perfectamente seguro.

-¿Que piensas amor?.- pregunta la dulce voz de Bella sacándome de mis pensamientos.

-Mhm ... ¿sobre qué cosa?.- le sonrio apenado por no haberla escuchado.

-Oh hermano no puedo creer que te hayas perdido esta conversación.- se burla Derek.

-Concuerdo contigo Derek.- interrumpe Andrew.- Lamento decirlo pero eres más chismoso que todos nosotros juntos y no has escuchado esto.- continua riéndose.

-Ya basta dejen de burlarse de él.- Exige Bella de manera graciosa, ella sabe que puede ordenarnos y mandarnos en todo lados menos en el cuarto de juego y en nuestra habitación. Antes de que continúe hablando tomo un vaso y me sirvo un poco de agua, con este día tan lindo y con tanto calor tener sed es algo común.- Max amor, estábamos hablando sobre qué día sería el mejor para nuestra boda.- al escuchar esto la miro con los ojos abiertos por la impresión, no estaba esperando que digiera algo como esto, me atraganto con el agua, pero logro controlarme lo suficiente como para no escupir todo.

-¡¡Ohh al fin!!.- exclamo y sin poder contenerme abrazo a Bella y comienzo a besarla por todos lados, mis hermanos al verme se ríen, pero aún así se unen a nuestro abrazo.- Para mi cualquier día estaría bien, aunque cuanto más pronto mejor claro, ya tengo ganas de celebrar la luna de miel.- rompo el abrazo a la vez que subo y bajo mis cejas.

Desde el nacimiento de nuestros hijos las visitas al cuarto de juegos han disminuido, pero la luna de miel será el momento perfecto, pasáremos encerrados en ese cuarto día y noche, hasta dejar a Bella completamente agotada.

-Mami, Mami.- se escuchan unas dulces vocecitas llamando a Bella, deshacemos el abrazo y todos seguimos a Bella para ir en busca de los traviesos de nuestros hijos.

Cuando llegamos vemos que están jugando en la casa del árbol así que sin pensarlo mucho entramos a esta, allí los vemos jugando a las escondidas pero parece que ninguno quiere contar.

-Mia amores, ¿que les parece si salimos así yo y sus padres podemos jugar?.- les pregunta Bella en un delicado tono.

-¿Van a contar?.- pregunta Zachary con el ceño fruncido.

-Por su puesto mi bebé, alguno de tus padres contará.- afirma Bella a la ves que nos mira con una sonrisa.

-Vamos vengan aquí.- Dice Andrew, el primero en acercarse corriendo es Zachary, quien sin dudarlo salta al los brazos de Andrew. La segunda es mi princesita Mackenzie, quien salta rápidamente a mis brazos y por último Noah quien va a los brazos de Derek.

La tarde se pasa entre jugos y risas, pero apenas el sol cae nuestros hijos ya empiezan a mostrar algunas señales de sueño, algo que agradezco, ya que han gastado toda mi energía. Antes de que se duerman les damos algo de cenar, y una vez terminan los llevamos con cuidado a sus camas.

Aunque parezca extraño lo más complicado de nuestros día sucede cuando llega la hora de dejar a los niños en sus camas, por lo general se despiertan cuando los dejamos en estas y no se vuelven a dormir hasta que nos acostamos junto a ellos, lo cual a decir verdad ya resulta un poco complicado, nos sentamos junto a ellos y les damos la mano ya que por obvias razones no entramos en sus camas, son tan pequeños aún, cuando finalmente se duermen alguno de nosotros lleva a Bella en brazos a la habitación, ya que a esta hora todo el cansancio del día le vea de golpe, haciendo que quede dormida sosteniendo la manita de alguno de nuestros hijos.

Llegamos finalmente al cuarto y todos debemos admitir que Bella desde que han nacido nuestros hijos es quien más ejercicio hace, no sé cómo es posible que se mantenga fresca y enérgica cada vez que está con los pequeños, ni yo ni los chicos tenemos ganas de hacer algo más, y por muy mal que suene, tampoco tenemos ganas de ir al cuarto de juegos, principalmente porque creemos que Bella se merece lo mejor, y para poder dárselo tenemos que ser capaces de jugar por horas, y con lo cansados que estamos eso sería imposible, así que sin más nos acostamos en la cama abrazando a Bella y acariciando con cariño alguna parte de su cuerpo.

Se que los chicos se encuentran igual de entusiasmados por la boda como lo estoy yo, hace ya un tiempo que hemos empezado a pensar que era momento de llevar a cabo nuestra boda, más no queríamos presionar a Bella, hace poco término su carrera y decidió quedarse en la mansión a cuidar a nuestros renacuajos, algo que todos apreciamos y consideramos sumamente valiente de su parte, y además no hemos tenido mucho tiempo como para sentarnos a hablar y comenzar a planear algo todos juntos, ya que por muy tiernos que sean nuestros hijos, si los dejamos solos se vuelven unos pequeños demonios traviesos, son adorables pero revoltosos, aún no distinguen qué hay cosas con las que pueden jugar y con otras no, pero es imposible enojarse con ellos, el simple hecho de imaginármelos o de pensar en ellos hace que una enorme sonrisa se pise en mi cara.

El sueño empieza a inundar mi cuerpo, y a medida que mis ojos se cierran la imagen de Bella vestida de blanco rodeada por nosotros y diciendo si acepto comienza a desvanecerse.

El sueño empieza a inundar mi cuerpo, y a medida que mis ojos se cierran la imagen de Bella vestida de blanco rodeada por nosotros y diciendo si acepto comienza a desvanecerse

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