Cap 7: ¿Juntas?

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-Me gustas Celine -dijo sonrojada y tímida.

No sabía que decir, era la primera vez que alguien se me declaraba y además una chica. Nunca había pensado en mi orientación, aunque eso aclara el porqué no tenía interés en estar con chicos y me desagradaba la idea de besarles o tener algo con ellos.

El encargado anunció que era la última vuelta de la noria, debía decirle algo antes de bajar; capaz de que salía corriendo al no tener respuesta por mi parte.

-Tú también me gustas, Helen. Al principio era algo confuso pero ahora lo tengo claro -sonreí y ella también.

-¿Y...ahora qué hacemos?

-Supongo que....¿quieres ser mi novia? -le pregunté, ella asintió y me besó de nuevo. Era como estar en el cielo.

Bajamos de la noria, yo con ayuda de mi novia, que bien se sentía decir esa palabra. Buscamos a las profesoras pero no las encontrábamos, suponíamos que se habían ido a comprar algo o vete tú a saber.

Fuimos a un pequeño restaurante para cenar. Mientras comíamos podíamos ver toda la feria con las personas andando o divirtiéndose en las atracciones. Escuchamos una voz conocida y vimos que era Ingrid con su hermana, la primera con un peluche de un oso polar en la mano.

-Mira que bien se lo está pasando la parejita -sonrió Ingrid con malicia -¿Os habéis morreado bien?

-¿Qué? -preguntamos a la vez.

-Os hemos visto desde abajo, chicas -comentó Selena con una sonrisa.

-Pues si, somos novias -Helen cogió mi mano para más confort.

-Sabía que os ibais a quedar juntas -la miré sorprendida. Ingrid sonrió y siguió hablando -Los que se pelean se desean. Los opuestos de atraen....

-De acuerdo, ya lo comprendemos.

Todas reímos para cenar todas juntas. Luego dimos una vuelta más y decidimos regresar a la escuela, ya estábamos cansadas. En mi habitación me puse con dificultad el pijama pero al final lo logré, punto para mi.

Me coloqué un cojín debajo del pie vendado y apagué la luz. Hoy había sido un día con muchas emociones, tantas, que no podía dormirme. Estaba demasiado emocionada. Obviamente a mis padres no les iba a contar que tenía novia. En primer lugar porque estaban lejos y no les importaba, si no me llamaron con el pie así, que ahora no me llamen. En segundo lugar, no creo que se lo tomaran bastante bien, no paran de decir que me tenía que casar con un buen chico y todo eso...

***

Una semana había pasado y por fin me habían quitado la  venda, lo primero que hice fue correr por todo el campus con Ingrid, esta porque quiso hacerlo. Helen y yo vamos muy bien, con su ayuda pude aprobar la asignatura de la profesora Snoll y al saber la nota me puse a bailar frente a la profesora, quien sonrió.

-¿Entonces qué pasa? -le pregunté a Helen. Desde que recibió un mensaje de sus padres ha estado rara.

-¿Te acuerdas que te dije de decirles a mis padres que estábamos juntas? -asentí, ella tomó aire y continuó -Se lo dije y se alegraron pero...al decirles tu apellido cambiaron de opinión. Van a venir a por mi para que no estemos juntas.

Empezó a llorar y la abracé mientras le hacía carantoñas. Me había contado que los Casterville y los Blackvour no se llevaban muy bien, tenían como una rivalidad desde hace unos años. Por eso no podían ni verse ni mucho menos hablarse.

No quería que nos separasen pero debíamos pensar en algo, dentro de dos días vendrían a por ella y la alejarían de mi. Decidimos relajarnos por ahora y disfrutar de que estábamos juntas, con lo que la llevé al lago cerca del instituto para relajarnos.

Me recosté en un árbol y mi novia se puso entre mis piernas con su espalda apoyada en mi, yo la abracé por la cintura mientras escuchábamos el piar de los pájaros y el sonido del viento entre las ramas.

-No dejaré que nos separen y, aunque lo hagan siempre iré a por ti -le prometí.

-¿Segura?

-Claro que si, te has convertido de ser un dolor en el culo a alguien a quien no puedo perder -ella me dio un golpe en la boca y rió.

-Carly sabe que me gustas -me explicó -Al principio me decía que cómo alguien como tú me podía gustar pero...no supe que contestarle y simplemente le dije que eras lo mejor para mi.

-Ahora entiendo porque me miró como si me analizara -reí ante el recuerdo -Creo que me dio el visto bueno.

-Y lo hizo, me mandó un mensaje diciendo que lo aprobaba. 

-Ojalá nuestros padres fueran igual de comprensivos que ella -sonreí con tristeza.

Estuvimos un rato más hablando hasta que nos quedamos dormidas, el lugar era muy tranquilo y el sueño te venía en seguida. Escuché un sonido cercano a nosotras y me desperté, Helen también y observamos con cautela.

-¿Estáis vestidas o disfrutando de vuestro amor?

-Ingrid, estamos vestidas- respondí. Ella rió y salió de detrás de un árbol -¿Qué pasa?

-Nada, que es la hora de comer pero parece que no queréis ese tipo de comida -soltó levantando las cejas.

Regresamos al instituto para cenar en la compañía de las dos profesoras, les contamos la situación y dijeron que nos apoyarían en lo que fuera, sobre todo Ingrid. Ahora debíamos enfrentarnos a lo más difícil, la aprobación de los padres.

Un reto al que todos debemos enfrentarnos.

Indomable (LGBT)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora