Capítulo 32: Bienvenidos al club de Drama

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—La semana de diciembre... lo había olvidado totalmente. —exclamé pasando una mano sobre mi rostro.

—Harás el segmento, ¿cierto?

—Claro, Wes —sonreí—. No he hablado mucho con mis padres al respecto, pero como iré para Acción de Gracias es más que seguro que me quede para Navidad.

Y eso bastó para que el chico se relajara en la silla y elevara el pulgar en mi dirección. "Tres minutos" dijo por el micrófono, mandándonos a todos a nuestros respectivos asientos. Menos a Heather, ella ni siquiera había aparecido por el estudio aún.

Cada vez estaban más cerca las festividades. Y las vacaciones. Oh, mis vacaciones de diciembre. Eran dos semanas en las que era solo yo y la radio, donde me abría para los pocos estudiantes que pasaban las fiestas en Ridgewell. Y yo adoraba hacer "Claire's mind" junto a Wes.

—¿Hablaste con Monroe? —preguntó Summer cuando me senté a su lado, calzándose los aparatosos auriculares.

—Si, la perra está de vuelta en una semana. —resoplé en respuesta, haciendo lo misma que ella. En ese momento, se hizo un silencio sepulcral en la sala, porque todos recordaban lo ocurrido con Riley meses atrás.

—¿Qué? —exclamó Johnny, que fue el primero en hablar— ¡Eso es mierda, Scarlett!

—Ellos no pueden hacer eso, ¡te han dicho a ti y a tus padres que tú tenías la última palabra! —refunfuñó la rubia con el gesto tan arrugado por el disgusto como si acabara de chupar limón.

—Es el director. Si alguien puede hacerlo, es Monroe.

—Pues es una porquería —gruñó Pat cruzando los brazos—. Es por cosas como esta que esas niñas mimadas creen que son dueñas de la escuela, por el asqueroso dinero de sus padres.

—Y lo hacen —me encogí de hombros—. ¿Por qué otro motivo crees que ella está de vuelta? Riley fue expulsada, me lo confirmó ella misma antes de dejar la escuela. ¿Y ahora de la nada resulta que sólo fue suspendida y ni siquiera ella lo sabía? Es basura.

—En diez, nueve, ocho... —comenzó a contar Wesley, sobresaltándonos a todos, que no tardamos en ponernos rectos en nuestros lugares. Terminó la cuenta regresiva con sus dedos, y enseguida Patrick se apoderó del micrófono.

—Injusticias, Ridgewell. Hoy vamos a hablar de injusticias —dijo tan serio como era posible, y entonces me puse a rebuscar entre mis tarjetas. Según ellas, hoy estaríamos hablando sobre los requisitos del club de diseño de crear un uniforme para los estudiantes, lo que era un tema bastante controversial en la última semana. Y eso no tiene nada que ver con "injusticia".

—Creo que Patrick se refiere a que es una injusticia que nos obliguen a vestir con la misma ropa toda la semana. —intervení nerviosa, y Johnny elevó las manos en mi dirección en señal de no-tengo-idea-de-qué-está-haciendo.

—No, Scarlett —chasqueó la lengua el castaño—. Hablo más bien de las diferencias que hay en Ridgewell, en el cuerpo estudiantil del internado. ¿No es ridículo que, a estas alturas del partido, este lugar se asemeje tanto a las tontas películas adolescentes americanas donde la rubia mala gobierna la secundaria y se encarga de inculcar el miedo en los demás sólo porque tiene dinero? ¿Se supone que eso los hace más superiores a nosotros?

—En eso tiene razón mi compañero —prosiguió Freddie, mirándome fijamente a mí—. Hasta hace un tiempo, poco después de que comenzáramos con la radio, seguían metiéndome dentro de casilleros por que me consideraban un nerd. Y no es para nada agradable estar del otro lado. Tuve que ser alguien "reconocido" y cambiar mi apariencia física para que dejen de meterse conmigo, y nadie hace absolutamente nada para frenar a estos descerebrados bullys.

Drama Queen (DQ #1) [COMPLETA]Where stories live. Discover now